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Elige tu restaurante dependiendo del tipo o estilo de comida que más te guste.

Las Jirafas y la Mula, quesadillas de medio y chelas metro en Santa María la Ribera

En la esquina de Dr. Atl y Manuel Carpio, en contra esquina de la Alameda de Santa María la Ribera, se encuentra uno de los restaurantes más clásicos en la zona. Las Jirafas y la Mula, un lugar que pasa fácilmente desapercibido, pero que ha logrado ganarse el cariño de las y los vecinos de la zona, y gente de toda la CDMX, por sus legendarias mulas y sus jirafas especiales. No vayas a pensar que en este lugar venden carne de mula y de jirafa, ni que fuera el Mercado de San Juan.

Las mulas son quesadillas de 45 centímetros, hechas al momento. Estas pueden ir rellenas solo con queso o puedes pedir que le pongan todo tipo de rellenos. Por ejemplo pollo, chicharrón prensado, champiñones, picadillo, chorizo con papa y rajas con crema. Pero si quieres algo más elaborado, también las puedes pedir con chorizo ahumado, pulled pork, cochinita pibil, costilla BBQ, pollo con mole, fajitas, flor de calabaza o bistec con tocino y queso, entre otros ingredientes.

En este punto debes saber, que las mulas vienen bien servidas y no escatiman en carne, por lo que solo necesitarás una para quedar satisfechx. Pero eso no es todo. Y es que, al centro del lugar tienen una barra de salsas y verduras, perfectas para acompañar tu mula. Puedes echarle salsa verde y roja, guacamole, salsa de chile morita, nopales, lechuga, rábanos y chile de arbol, entre otros.

¿Y pa’maridar? Están las jirafas, que son yardas de cerveza de barril endulzadas con diferentes sabores (aunque también puedes pedirlas de ¼ de yarda). Para que te des una idea, puedes pedirte una chela de tamarino, de mandarina, durazno, chamoy, manzana verde, coco, uva o avellana; o también puedes pedirlas sencillas o en michelada o cubana. Y si no se te antoja la chela, también puedes acompañar con un chesco o con un agua fresca. Y lo mejor de todo es que podrás comer y quedar total y completamente satisfechx por sin gastar mucho dinero.

Si andas cerca del Kiosco Morisco y buscas un lugar para comer sin gastarte la quincena, vale mucho la pena que te des una vuelta por Las Jirafas y la Mula y echarte una quesadilla enorme y una chela bien fría. Quizá no es el lugar más elegante de la zona, pero sí es una gran opción para comer después de un paseo por la CDMX.

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Dirección:
 Manuel Carpio #93, Santa María la Ribera, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Facebook: facebook.com/lasjirafasylamula

Cascabel Tostado, un rincón de café, tortas y arquitectura con toques orientales en Santa María la Ribera

¿Alguna vez se te ocurrió que el ajonjolí podría ser el condimento perfecto? Yo se que puede sonar raro, pero si le pones ajonjolí molido y a tu ramen descubrirás un nuevo mundo de sabores. Y si le pones ajonjolí negro a tu café, también podrías descubrir un nuevo mundo de sabores. ¿No me crees? Entonces te invito a que te des una vuelta por Cascabel Tostado, uno de los cafés nuevos de Santa María la Ribera.

Cascabel Tostado es algo más que un café, es más bien un tributo a la arquitectura, el café y las tortas. ¿Cómo? Bueno, debes saber que lxs dueñxs de este lugar son arquitectxs y amantes del diseño interior, lo que se nota cuando entras al lugar y descubres un espacio pequeño, pero con un diseño simplemente espectacular. A la izqueirda, una pequeña barra donde preparan los alimentos, del otro lado un librero donde exhiben algunas piezas de arte y artesanías, un tocadiscos (donde estaba sonando C. Tangana) y algunas playeras a la venta con el slogan del lugar: arquitectura y tortas. Y al centro, una mesa circular con las máquinas para preparar tu café, y detrás de ella una barra donde tienen todo lo demás.

Tiene unas dos pequeñas mesas, bastante cómodas, en la entrada, donde podrás disrutar del ambiente de la colonia. Del lado izquierdo, tienen una especie de galería de arte o de decoraciones vintage, aunque me dijeron que pronto se convertirá en un showroom; y en el derecho tienen una mesa en un espacio un poco más íntimo y privado. Por cierto, mientras que los pasillos son más rústicos, el salón principal está diseñado con formas geométricas y fabricado con madera obscura, lo que le da un toque elegante y moderno.

Ahora sí, hablemos de la carta. En este punto, debes saber que todo su menú tiene una inspiración mexico-oriental, por lo que encontrarás sabores o ingredientes muy característicos de México y también Corea, Tailandia y Japón. Además, como podrás imaginar, por su slogan, las protagonistas de la carta son las tortas. Y para que te vayas dando una idea de lo que encontrarás debes saber que tienen Torta de Bulgogi (guisado coreano de res), de Cochinita o de Pulpo en su Tinta, entre otras.

Pero donde podrás ver más la influencia oriental es en su menú de bebidas. Y es que, en este lugar podrás encontrarte con una interesante variedad de bebidas con y sin café, y con ingredientes o sabores orientales. Por ejemplo, puedes pedirte un té de Jazmín Yuzu (cítricos), con Guayaba o Lychee; también podrás pedirte un Yuzu Spritz, un Thai Tea Sweet Foam, Matcha con Fresa o un Dirty Chai; pero las dos bebidas que más recomiendo son la Guava Coconut y el Black Sesame Latte, el primero lleva guayaba con crema de coco y limón, y el segundo es un café latte con pasta de semilla de ajonjolí negro. ¡Dos bebidas ricas e interesantes!

Cascabel Tostado es un lugar diferente; un espacio en el que podrás encontrar una propuesta única de tortas y bebidas, dentro de un ambiente lujoso, sin gastar mucho dinero. Así que, si buscas una cita única con tu pareja, o algunx amigx, puedes darte una vuelta por el Museo del Chopo (que está a unos pasos de ahí) y después hablar de las exposiciones en este pequeño café dedicado a la arquitectura en Santa María la Ribera.

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Dirección:
 Dr. Mariano Azuela #30, Sta María la Ribera, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/cascabeltostado

Caldos de Gallina y Huaraches El Único, un apapacho gastronómico en la Colonia Pro-Hogar

Hace no mucho me salió un TikTok de una persona, en la Condesa, que iba a tener un evento especial donde venderían Tlacoyos de haba con nopal en sesenta pesos; claro, decía que era maíz nixtamalizado y que quería ser justo con la cocinera que los estaría preparando. Y, aunque eso explica bien por qué los vendería caros, la realidad es que él se llevaría una buena comisión para pagar los gastos de su tienda de artesanías para turistas. Además, la realidad es que, si te sales de la zona centro del antiguo Distrito Federal y te adentras en las colonias y barrios más populares, lo más seguro es que encontrarás este tipo de garnachas, a precios muchos más accesibles y asegurando el comercio justo. Un ejemplo de esto es Caldos de Gallina y Huaraches El Único, en el mero corazón de la Colonia Pro-Hogar.

Pancita

El Único se encuentra justo frente al Mercado de la Pro-Hogar, y si vas en fin de semana, es probable que te encuentres con una pequeña fila de personas esperando desde antes de que abran el lugar. ¿Y qué tiene de especial? Pues al igual que en la tienda fina de la Condesa, aquí te preparan tus Huaraches con maíz nixtamalizado y, a diferencia de aquél otro lugar, los elaboran al momento rellenándolos con frijoles y cubriéndolos con salsa verde y/o roja, queso y el o los ingredientes que más se te antojen. Por si fuera poco, también tienen Caldos de Gallina sencillos o con la pieza que más te guste de la gallina y los fines de semana también una reconfortante Pancita, pa’bajarte la cruda o el frío.

Huarache de Quesillo con Chorizo

Pero hablemos un poco más de los Huaraches. La verdad es que son huaraches grandes y gruesos, por lo que uno es suficiente para quedar satisfechx. Pero eso no es todo, puedes pedirlo sencillo (solo con salsa y queso rallado), o pedir que le pongan huevo, costilla, quesillo, pollo, jamón y/o chorizo. ¡Hay para todos los gustos! En lo personal, yo recomiendo pedirse un Caldito de Gallina y un Huarache, que es más que suficiente; pero si te queda un huequito, también puedes pedirte una quesadilla de queso. ¿Y pa´tomar? Pues vale la pena que preguntes por las aguas frescas del día, o puedes echarte un Boing o un Refresco.

Huarache Sencillo

En cuanto al lugar, se puede decir que es un lugar sencillo. Desde afuera puedes ver una vitrina donde tienen la gallina ya cocida, junto a un enorme comal donde asan y fríen tus Huaraches. Mientras que, en los dos pequeños salones, encontrarás unas cuantas mesas sencillas donde podrás sentarte con tu familia o, si escoges una de las grandes y llega gente, podrás compartirla con vecinxs de la zona que pasaron a comer a El Único. Un lugar sencillo, pero con todo lo necesario para comer rico y basto, sin gastarte una fortuna.

Caldo de Gallina Sencillo

Así que, si andas cerca de la colonia Pro-Hogar, al norte de la CDMX, o si solo tienes antojo de echarte unos deliciosos huaraches y caldos de gallina, vale mucho la pena que te des una vuelta por El Único y disfrutes de las delicias chilangas sin gastar mucho dinero.

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Dirección: Calle 21 #218, Colonia Pro-Hogar, Azcapotzalco, Ciudad de México, CDMX (Dentro del Mercado Granada 55)
Teléfono: (55) 9499 4352
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 18:30 hrs.

Wasabi Fish, un rincón de sabores nikkei en el Centro Histórico

Era sábado y se acercaba la hora de la comida. Tenía un evento en el Centro Histórico de la Ciudad de México y pensé que, antes de asistir, sería una buena idea explorar algún restaurante en la zona. Tomé el Metrobús, bajé en Hidalgo y comencé a caminar por la Alameda Central. Al girar hacia la calle de Dolores, a mitad del camino, me encontré con una mujer vestida con un kimono, que invitaba a las y los transeúntes a conocer Wasabi Fish. ¿Comida japonesa? Nunca puedo resistirme a los sabores Nikkei, así que no lo pensé dos veces y subí las pequeñas escaleras que llevaban a un pasillo estrecho con mesas a un lado y una cocina abierta al otro.

Apenas puse un pie en el pasillo, un mesero me recibió con una sonrisa y me invitó a elegir mi lugar. Me mostró el salón con gabinetes tradicionales y la barra de la terraza. Dado que el clima era perfecto para estar al aire libre, opté por la pequeña barra comunal con vista a la vibrante y caótica calle de Dolores. Con el menú en mano, el mismo mesero me ofreció algo para beber mientras exploraba las opciones.

Lo primero que me llamó la atención fue que, aunque se trata de un restaurante japonés (o más bien Nikkei), los rollos de sushi no son el eje central de su carta. Las verdaderas estrellas son el Tori Katsu (pechuga de pollo rellena de queso crema), el Katsudon (cerdo empanizado), el Chicken Tatsu Karey (pollo empanizado con curry) y el Chicken Teriyaki. Además de estos platos principales, el ramen también ocupa un lugar privilegiado con unas diez variedades distintas. Entre otros platillos, la carta incluye opciones interesantes como pizzas japonesas, bolas de arroz, gyozas, onigiris, okonomiyakis, takoyakis, butayaki (tres tipos de pinchos japoneses), bao y, claro, algunos makis o rollos de sushi.

Aunque no puedo decir que fue la mejor comida japonesa que he probado, todo estaba bien preparado y a precios muy accesibles. Eso sí, el servicio fue bastante lento, lo cual me incomodó un poco. Sin embargo, al salir del restaurante, comprendí el motivo: el lugar estaba completamente lleno y había una larga fila de personas esperando por una mesa. Parece que la cocina no estaba preparada para atender a tantxs comensales en tan poco tiempo.

Si estás en el Centro Histórico y buscas un lugar con sabores Nikkei que combinen tradición y un toque urbano, Wasabi Fish es una opción interesante para disfrutar de una experiencia diferente. Eso sí, ten en cuenta que la popularidad del lugar podría significar un poco de espera, pero, si tienes paciencia, probablemente saldrás con una sonrisa y una buena comida en el recuerdo.

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Costo por persona:
 De $200 a $300 pesos
Facebook: facebook.com/WasabiFishYRamen
Instagram: instagram.com/wasabifish_

Sucursal Frikiplaza
Dirección
: Eje Central Lázaro Cárdenas #11, 6to piso local 662, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX

Sucursal Dolores
Dirección
: Dolores #4, Segundo piso, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX

Frutería y Lonchería Ojo de Agua, tacos, tortas y algo más al norte de CDMX

Si te digo que existe un lugar llamado Ojo de Agua donde puedes comprar frutas frescas, disfrutar de sándwiches y ensaladas, y deleitarte con un agua fresca preparada al momento, seguramente pensarás en ese restaurante fifí que ha conquistado las colonias más exclusivas de la Ciudad de México. Pero… ¿y si te dijera que ese restaurante es, en realidad, una versión gentrificada de una modesta lonchería del norte de la ciudad? ¿Me creerías? No solo tomaron la idea de vender frutas, ensaladas y aguas frescas, sino que también se apropiaron del nombre. Sí, hablamos de la Frutería y Lonchería Ojo de Agua, un lugar que lleva más de 60 años consintiendo a los y las vecinas de La Raza y Aragón con auténtica comida reconfortante.

Ubicada en la esquina de Clave y Vallejo, frente al Hospital La Raza, esta lonchería sencilla pero emblemática se ha ganado el cariño de la comunidad: vecinxs, familiares de pacientes, médicos, enfermeras y trabajadores de la zona. Sin lujos ni pretensiones, ofrece todo lo necesario para comer rico, rápido y a precios justos. Tres elementos que los llevaron a abrir otras dos sucursales hacia la zona de Aragón.

¿Qué hay en su menú? Una amplia selección que incluye tortas, tacos, guisados, sándwiches, ensaladas, jugos, licuados y aguas frescas, además de botanas, frutas picadas y cócteles de fruta. Al abrir la carta, lo primero que encontrarás son sus tortas, que abarcan desde las clásicas de jamón o milanesa hasta combinaciones más elaboradas como cecina, atún o pastor. También tienen tacos de todo tipo, desde cabeza y suadero hasta lengua y machitos, servidos en tortilla de maíz o harina. Y si te gustan los guisados, las cazuelas de queso con proteínas como arrachera o pollo son una excelente opción para armar tus propios tacos.

Además, destaca su variedad de frutas frescas, que puedes pedir en cócteles, jugos, licuados o aguas frescas personalizadas. Si buscas algo especial, prueba la Torta La Deliciosa, con milanesa, salchicha, queso panela y manchego, acompañada de jitomate, cebolla, jalapeño encurtido y aguacate. Aunque no es muy grande, su sabor es espectacular. También recomiendo la Carnequeso, una cazuela de arrachera y queso servida con tortillas de harina, guacamole y chiles toreados; ideal para compartir o armar tacos al gusto. Y si visitas por la mañana, no te pierdas los chilaquiles, molletes o un cóctel de frutas frescas acompañado de un jugo tropical.

En Frutería y Lonchería Ojo de Agua no solo encontrarás comida rica para disfrutar en el momento, sino también opciones para llevar a casa, como frutas y botanas. Es inevitable comparar este lugar con el Ojo de Agua de Polanco o Artz Pedregal, pero mientras aquellos buscan ser gourmet y aspiracionales, este sigue siendo auténtico y cercano. Según se cuentan, el dueño original falleció hace algunos años, y el negocio se dividió entre sus hijos: uno continuó con la esencia original, mientras que el otro se asoció con una empresa para transformar el concepto en algo más exclusivo, abriendo los lugares más elegantes.

Con su historia, tradición y un menú que satisface a todos los paladares, Frutería y Lonchería Ojo de Agua es un recordatorio de que lo sencillo y auténtico siempre tendrá un lugar especial en el corazón (y el estómago) de quienes buscan calidad y sabor. Así que, la próxima vez que estés cerca de La Raza o Aragón, date la oportunidad de probarlo; es un viaje directo al sabor y la calidez de las loncherías de antaño.

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Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Página Web: fruteriayloncheriaojodeagua.my.canva.site
Facebook: facebook.com/p/Ojo-de-Agua-Fruter%C3%ADa-y-Loncher%C3%ADa-100063924320544/

Sucursal Vallejo
Dirección:
Clave #444, Colonia Vallejo Poniente (esquina con Vallejo)

Sucursal Aragón
Dirección:
Av. San Juan de Aragón #310, esq. Eduardo Molina, Colonia Costitución de la República

Sucursal Nueva Atzacoalco
Dirección:
Avenida 303 esquina Calle 310, Colnia Nueva Atzacoalco

Rinconcito Colombiano, los sabores de Colombia en la Guadalupe Insurgentes

¡Colombia está de moda! Y no solo por Shakira, quien volvió a acaparar los reflectores tras su (ya no tan) reciente divorcio. Tampoco se trata únicamente del auge de artistas colombianxs como Feid, Karol G, J Balvin y Maluma en la escena musical internacional. La verdad es que, en los últimos dos años, Colombia se ha convertido en uno de los destinos favoritos de las y los mexicanos. Mientras Netflix se llena de producciones colombianas, cada vez es más común encontrar lugares que ofrecen platillos colombianos en la CDMX. ¿Tú ya te uniste a la fiebre colombiana?

Si ya te contagiaste de esta fiebre, o si, como yo, disfrutas experimentar nuevos sabores y conocer cocinas de todo el mundo, y además vives en la zona norte de la Ciudad de México, tienes que visitar el Rinconcito Colombiano. Este restaurante, ubicado en la colonia Guadalupe Insurgentes (a unos pasos del Metro Potrero), está justo frente al emblemático Parque de la Pasión. Su ambiente relajado y acogedor evoca la sensación de estar en un pequeño pueblo escondido en medio de la gran ciudad, convirtiéndolo en el lugar perfecto para una tarde o noche tranquila.

El espacio es modesto pero encantador, con unas cuantas mesas distribuidas entre un salón interior, un área al aire libre bajo los arcos del edificio, y una pequeña góndola sobre la calle. Aunque no es muy grande, su sencillez y calidez lo convierten en un rincón ideal para disfrutar de la gastronomía colombiana.

En su carta encontrarás una pequeña pero deliciosa selección de platillos tradicionales colombianos, además de algunas opciones mexicanas para lxs menos aventurerxs. La oferta incluye entradas, ensaladas, caldos, platos fuertes y un apartado de hamburguesas y hot dogs. Por ejemplo, puedes empezar con un Ajiaco Colombiano, un Sancocho o una Sopa de Tortilla. Para el plato fuerte, no puedes perderte la icónica Bandeja Paisa, un festín de cerdo, arroz, carne de res, chicharrón, huevo, plátano frito, chorizo antioqueño y arepas. También puedes optar por una Posta Cartagenera, unas Costillas BBQ, una Mojarra en Salsa de Coco o un Pollo Sudado. Y si prefieres algo más ligero, las opciones de hamburguesas y los platillos para compartir, como los Chuzos, los Montaditos o los Tostones, son ideales.

Para acompañar tu comida, puedes disfrutar una refrescante agua de maracuyá preparada al momento o probar alguno de los originales cocteles de la casa. Entre ellos destacan el Algo Bacano (similar a un Aperol Spritz), La Diabla (mezcal, jamaica, anís y soda), el Pablo Escobar (mezcal, kiwi, fresa y guanábana), y el literario 100 Años de Soledad (ginebra, espumoso, pepino y soda). También puedes pedir una cerveza nacional o aventurarte con una Águila, importada directamente de Colombia. Con su atmósfera acogedora, su variada oferta gastronómica y su inconfundible sabor colombiano, El Rinconcito Colombiano es el lugar perfecto para dejarte llevar por la fiebre colombiana sin salir de la CDMX. Ya sea que busques reconectar con un pedacito de Colombia o simplemente disfrutar una experiencia culinaria diferente, este rincón se convertirá en uno de tus favoritos. ¿Qué esperas para visitarlo y sumarte a esta deliciosa tendencia?

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Dirección:
 Ing. Roberto Gayol #129, Guadalupe Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Horario: Domingo a miércoles de 12:00 a 18:00 hrs., jueves de 13:00 a 21:00 hrs., viernes y sábado de 13:00 a 22:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/rinconcitocolombiano_cdmx_22
TikTok: tiktok.com/@rinconcitocolombi

Café Kelebek, las delicias de Turquía en Tlatelolco

Descubrí el Café Kelebek gracias al Metrobús. Cada vez que tomaba la Línea 3 y pasaba por Tlatelolco, justo a la altura del puente rojo —el primer puente peatonal en el Distrito Federal—, alcanzaba a ver una pequeña bandera turca pintada junto a un rótulo que decía “Café Kelebek“. ¿Un café turco en pleno Tlatelolco? Definitivamente tenía que conocerlo. Así que, un sábado con tiempo libre, decidí tomar el Metrobús, bajarme en la estación Tlatelolco y caminar por los locales que están sobre Guerrero, en dirección sur. Llegué al puente rojo, lo crucé, tomé algunas fotos de la vista y, al descender, caminé unos metros más hasta llegar al Café Kelebek.

El lugar era tan sencillo como lo imaginaba, pero acogedor y bien equipado para disfrutar de un buen café. Una larga barra donde preparan las bebidas y alimentos, tres o cuatro mesas sencillas, un pequeño rincón con bisutería turca a la venta, y pantallas que proyectaban música turca moderna a un volumen ideal para la conversación.

En un pizarrón detrás de la barra se podía leer la oferta de bebidas: Café Turco, Té Turco, Té con Leche, Café Americano y Capuccino. Otro menú mostraba los paquetes de desayunos, con opciones como el Türk Kahvaltisi, el Pozanti, el Adana Yumurtalari y el Özel. Además, tenían un menú especial con comida turca casera: Dürum, Manti, Köfte, Lahmacun, Pide y Mercimek Salatasi, entre otros platillos que prometían transportar a Turquía en cada bocado.

Como ya había comido, pedí un Café Turco y me senté en una de las mesas junto a un sartén con arena caliente, donde tenían dos cafeteras turcas o cezve. Como dato curioso, el café turco se prepara tradicionalmente en un cezve, una pequeña jarrita de cobre que se llena con café y agua. Se calienta en arena muy caliente para mantener una temperatura uniforme, logrando un sabor único. Poco después, me sirvieron un plato con mi café turco, un vasito de agua y una media luna rellena con cubitos blancos que parecían dulces. Los probé con algo de desconfianza y descubrí que eran Lokum, también conocido como delicia turca: un dulce gelatinoso típico de Turquía y otras regiones del Medio Oriente. Me explicaron que el Lokum es el maridaje perfecto para el café turco, y tenían toda la razón: su dulzura balanceaba a la perfección la intensidad del café.

Para acompañar mi café, quise probar algún postre típico, pero lamentablemente ya se habían agotado. En su lugar, me ofrecieron un Flan de Café que resultó ser una auténtica delicia. Cremoso, con un sabor exquisito que mezclaba el caramelo y el café, era la combinación perfecta para cerrar la experiencia con broche de oro.

Aunque no tuve la oportunidad de probar más platillos del Café Kelebek, salí feliz y con ganas de regresar. En un mundo donde los lugares auténticos a veces ceden ante lo comercial, encontrar un café turco sencillo pero lleno de esencia es un verdadero hallazgo. Si buscas un sitio tranquilo, ideal para leer un libro, disfrutar una buena charla o simplemente deleitarte con un café turco bien preparado, Café Kelebek es el lugar perfecto. Definitivamente, regresaré para explorar más de su menú y sumergirme de nuevo en la magia turca en pleno corazón de Tlatelolco.

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Dirección:
 Guerrero #325, Tlatelolco, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Facebook: facebook.com/profile.php?id=100087763647519
Instagram: instagram.com/cafe_kelebek

Cultura, Ideas y Café, un escape del caos citadino en la Guadalupe Insurgentes

La colonia Guadalupe Insurgentes es una de mis favoritas en toda la Ciudad de México. Y es que visitar esta colonia, especialmente los alrededores del Parque de la Pasión, se siente como una escapada a algún pueblo mágico escondido en el corazón del país. Imagina un pueblo tradicional mexicano, de esos que tienen una plaza o parque en el centro, rodeado de edificios antiguos con columnas y arcos, perfectos para albergar cafés o restaurantes acogedores. Para que te des una idea, piensa en la Plaza de Armas de Querétaro, la Explanada Municipal de Tepotzotlán o el Zócalo de Tlalpan.

Justo en uno de esos edificios que parece detenido en el tiempo, entre columnas desgastadas pero llenas de historia, se encuentra Cultura, Ideas y Café, una pequeña cafetería de barrio donde el bullicio de la ciudad se desvanece. Aquí puedes olvidarte del estrés cotidiano mientras te pierdes en un buen libro, disfrutas de un juego de mesa o compartes una charla amena con amigxs o pareja. Todo esto en un ambiente relajado, con toques bohemios que invitan a quedarte un rato más.

El lugar tiene un encanto sencillo que lo hace especial. Desde que te acercas, las pequeñas mesas en la terraza bajo los arcos te reciben con una vibra acogedora. Al entrar, el espacio te envuelve con sillones eclécticos, libreros llenos de libros para disfrutar ahí mismo, decoraciones vintage y una imponente reproducción de Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, el icónico mural de Diego Rivera. Una larga barra domina el espacio, donde se preparan los alimentos y bebidas, acompañada de una vitrina que exhibe los postres del día y un menú sencillo pero llamativo.

El menú refleja la esencia del lugar: práctico y accesible. Podrás elegir entre una variedad de bebidas a base de café como espresso, americano, latte, moka y capuchino, además de frapuccinos, chai, té frutal e infusiones. Para comer, cuentan con opciones ligeras y deliciosas, desde entrepanes preparados con chapata, baguette, bagel, croissant o pan de caja, hasta molletes, sincronizadas, ensaladas y antojos más clásicos. Los postres, como galletas y pasteles individuales, son el complemento perfecto para cerrar tu visita con broche de oro.

Cultura, Ideas y Café no es una cafetería de especialidad que deslumbre con su diseño minimalista o pretensiones de alta gama. Es más bien un refugio sencillo y encantador, donde lo importante es disfrutar una buena bebida, un ambiente bohemio y la magia de las ideas que nacen de la conversación. Es el tipo de lugar que te invita a volver, ya sea para una tarde tranquila contigo mismx o para compartir momentos memorables con quienes más quieres. ¿Qué esperas para darte una vuelta y descubrir esta joya oculta en la Ciudad de México?

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Dirección:
 Ing. Carlos Daza #202, Guadalupe Insurgentes, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 22:30 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos

Casa Nela, las delicias de Oaxaca escondidas en la Merced (Centro Histórico)

En la Ciudad de México, podrías decir que existen dos Centros Históricos. Por un lado, está el turístico, lleno de museos, restaurantes y negocios ideales para el esparcimiento de nacionales y extranjerxs. Por otro, está el comercial, un bullicioso laberinto que comienza después de Palacio Nacional, donde miles de personas acuden diariamente en busca de artículos que van desde papelería y decoración hasta ropa de mascotas y juguetes. Este centro está organizado por calles temáticas: maquillaje, ropa, papelería… ¿y si te dijera que también hay una calle dedicada a la comida y los artículos oaxaqueños? Sí, existe, y se llama callejón de La Santísima, casi en la esquina con Soledad.

En este escondido rincón, entre puestos ambulantes de lentes de sol, juguetes y ropa, descubrirás locales que ofrecen mezcal, chapulines, tlayudas, pan de yema y otros productos oaxaqueños a precios accesibles. Entre todos ellos, el más popular es Aquí es Oaxaca. No solo por la calidad de sus productos, sino porque alberga el restaurante oaxaqueño más antiguo de la zona, y probablemente de toda la Ciudad de México: Casa Nela. Este lugar tiene más de sesenta años de historia, siendo un punto de reunión para la comunidad oaxaqueña que llegaba al entonces Distrito Federal en busca de nuevas oportunidades.

Al caminar entre los puestos, notarás una pequeña aglomeración alrededor de dos mesas improvisadas en la banqueta. Al asomarte, verás una barra repleta de productos oaxaqueños y, frente a ella, un comal manejado por un hombre que prepara varias tlayudas al mismo tiempo. Es imposible no empezar a salivar: has llegado a Aquí es Oaxaca. Subiendo unas escaleras, te encontrarás con Casa Nela, un pequeño restaurante que se ha convertido en una auténtica embajada oaxaqueña en la zona de La Merced.

Aunque el espacio es reducido, su menú es amplio y ofrece auténticos platillos oaxaqueños preparados con ingredientes frescos, traídos directamente de Oaxaca cada semana (todo llega los jueves, dato ideal para lxs más exigentes). La carta incluye delicias como tlayudas, enmoladas, moles negro y verde, amarillo de res, chiles rellenos, tasajo, empanadas, quesadillas y más. Las tlayudas son la especialidad de la casa, disponibles en versiones con chapulines, tasajo, cecina enchilada y hasta pastor. La mejor recomendación es ir acompañadx, pedir varias opciones para compartir y acompañarlas con aguas tradicionales como horchata con tuna, chilacayota o tejate con mezcal. Para el cierre perfecto: chocolate en agua, como se disfruta en Oaxaca.

Visitar Casa Nela no es solo una experiencia gastronómica, sino un viaje cultural que conecta la riqueza de Oaxaca con el corazón de la Ciudad de México. Si buscas un rincón auténtico, lleno de sabor y tradición, este pequeño lugar del callejón La Santísima te espera con los brazos abiertos y el sazón inigualable de la cocina oaxaqueña. ¡Anímate a descubrirlo!

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Dirección:
 Soledad #42, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a lunes de 10:00 a 17:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/casa_nela_
Facebook: facebook.com/p/Casa-Nela-100057442959451/

Zimo, pasta fresca, vinos y cocteles en la Condesa

¿Eres foodie y estás buscando una experiencia gastronómica única? ¿Te apasiona la pasta? ¿Te encanta disfrutar de buenos cocteles y eres melómanx de corazón? Entonces acompáñame a conocer Zimo, un auténtico templo para las y los amantes de la pasta, el vino, los cocteles y la música; un pequeño paraíso gastronómico escondido en el corazón de la Condesa, justo en la calle de Saltillo. Aquí, la combinación perfecta de sabores, ambiente y ritmos se unen para ofrecerte una experiencia multisensorial que no te puedes perder. ¡Prepárate para deleitar tu paladar y sumergirte en una atmósfera única!

Al llegar a Zimo, lo primero que llamará tu atención son las pequeñas mesas en la terraza, que invitan a disfrutar de un ambiente relajado. Pero lo que realmente te sorprenderá son las enormes ventanas a través de las cuales podrás ver a los pastaios artesanos de la pasta — amasando la masa y dando forma a la pasta fresca que se sirve en el lugar. Así es, en Zimo la pasta se elabora al momento, con los ingredientes más frescos y recetas tradicionales, garantizando una experiencia culinaria auténtica. ¡Una verdadera delicia!

La carta de Zimo es pequeña pero bien pensada, perfecta para pasar una tarde o noche relajada en compañía de tu pareja o amigxs. Para comenzar y compartir, puedes optar por un Carpaccio de Res, una Coliflor Rostizada, una Alcachofa con Quinoa, un Tartar de Atún o una ensalada Caprese con Burrata. Como plato fuerte, no puedes dejar de probar alguna de las pastas frescas de la casa, como el Spaghetti Carbonara, el Penne Arrabiata, el Fusilli al Pesto o los Ravioles con Carne, Mascarpone al Limón o Espinaca y Ricotta. Pero si me preguntas, te recomiendo probar la Tagliatella al Ragú de Ossobuco o el Pappardelle a la Boloñesa, dos pastas que son sencillamente espectaculares.

Para maridar tu pasta, puedes elegir entre una buena selección de vinos que están pensados para un maridaje perfecto. O, si prefieres algo diferente, puedes probar uno de los cocteles de la casa. Yo soy fan de lo clásico, así que opté por un Negroni, un Aperol Spritz y un Martini Seco, pero si te gustan los sabores más contemporáneos, también puedes disfrutar de un Naked & Famous, un Bitter Pink Paloma, un Flavor Love, un Amore Amaro Julep o un Hugo Spritz, entre otros.

Además de la pasta fresca y los deliciosos cocteles, lo que realmente hace único a Zimo es la música. Este lugar cuenta con un sistema de sonido conectado a un tocadiscos donde se reproducen viniles de todas las épocas. Y por si fuera poco, también organizan noches de DJ con propuestas musicales de diferentes géneros y ambientes, creando el escenario perfecto para disfrutar de una velada llena de pasta, vino y buena música.

Zimo es el lugar perfecto para quienes buscan una experiencia gastronómica completa, donde la pasta artesanal, los cocteles, el vino y la música se combinan para ofrecerte una velada inolvidable. Ya sea para una cita romántica, una salida con amigxs o una noche especial, este pequeño paraíso en la Condesa se asegura de que cada visita sea una celebración para los sentidos. ¡No te lo puedes perder!

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Dirección:
 Saltillo #42, Hipódromo, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes y miércoles de 13:00 a 23:00 hrs., jueves a sábado de 13:00 a 01:00 hrs., domingo de 13:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: De $300 a $500 pesos
Facebook: instagram.com/zimo_mx
TikTok: tiktok.com/@zimo_mx