Archivos de la categoría El origen de CDMX

Antiguo Colegio de San Gregorio, un testigo de la transformación del Centro Histórico

¡Bienvenidx al antiguo Colegio de San Gregorio, un rincón lleno de historia en el Centro Histórico de la Ciudad de México! Este lugar, que ha sido testigo de transformaciones asombrosas, es ahora sede de la Universidad Obrera “Vicente Lombardo Toledano”, pero su pasado tiene mucho que contar.

Originalmente fundado por los jesuitas, este colegio inició con un propósito noble: brindar educación a los indígenas. Desde su construcción en 1612, el edificio ha sido un emblema del esfuerzo educativo, pasando por etapas como seminario y centro de formación para jóvenes indígenas hasta finales del periodo colonial. Pero su historia no termina ahí.

En el siglo XIX, el colegio vivió una revolución. Bajo la dirección del reformador Juan Rodríguez Puebla, se transformó en un centro de aprendizaje moderno, con innovaciones como cátedras de agricultura, academias de música y literatura, ¡e incluso la primera clase de gimnasia en México! Grandes figuras como Benito Juárez y Francisco Zarco frecuentaron su biblioteca, considerada la mejor de su tiempo.

Con el tiempo, el edificio pasó por múltiples usos, desde Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria hasta Hemeroteca Nacional y hospital. Fue en 1964 cuando la Universidad Obrera de México lo adoptó como su hogar, continuando una tradición educativa que combina conocimientos laborales y comunitarios. Fundada en 1936 por el visionario Vicente Lombardo Toledano, esta universidad se dedica a formar líderes sindicales y trabajadores organizados.

Al visitar este recinto, te sorprenderá su cuidado patio central, con jardineras y una fuente que invita a la tranquilidad. Desde aquí, puedes disfrutar de una vista única de la majestuosa cúpula del Templo de Loreto, ¡la más grande del Centro Histórico! Además, sus bóvedas de tezontle albergan un acogedor comedor con comida casera, perfecto para recargar energías.

La biblioteca, inaugurada por Salvador Novo, guarda un tesoro de 15 mil volúmenes dedicados al movimiento obrero, y su archivo histórico conserva el legado de Lombardo Toledano. La cafetería El Linotipo, con su delicioso café y su máquina homónima como pieza central, es el broche de oro para una visita memorable.

La Universidad Obrera sigue siendo un espacio vivo, con talleres, conferencias, cine y debates que mantienen su espíritu combativo y comprometido. A pesar del caos del ambulantaje y el bullicio citadino, este lugar se alza como un oasis cultural que vale la pena descubrir.

Así que, ¿qué esperas para conocer este pedazo de historia? ¡Date una vuelte sé parte del legado del antiguo Colegio de San Gregorio, donde el pasado y el presente se encuentran para dar vida a un futuro más consciente y comprometido!

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Dirección:
 San Ildefonso #72, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX

Panteón El Calvario, un rincón de Historia, Tradición y Arte en Cuajimalpa

En el corazón de San Pedro Cuajimalpa, el Panteón El Calvario es mucho más que un cementerio: es un rincón lleno de historia, arte y tradición que reúne a miles de visitantes durante las celebraciones más emblemáticas del año. Si buscas una experiencia auténtica y diferente en la Ciudad de México, este campo santo no puede faltar en tu lista de destinos.

¿Sabías que este panteón es el epicentro de las festividades del Día de Muertos en Cuajimalpa? Con su clima boscoso y su ambiente acogedor, cada año recibe a cerca de 20,000 visitantes que vienen a rendir homenaje a sus seres queridos. Durante estas fechas, la entrada se adorna con un tradicional arco floral y las 10,000 tumbas se visten con cempasúchil, gracias a la donación de 30,000 plantas por parte de las autoridades locales. ¡El aroma y el color simplemente te envuelven!

Pero el Día de Muertos no es la única festividad que llena de vida este espacio. Durante Semana Santa, el Panteón El Calvario cobra protagonismo con la representación de la Pasión de Cristo, una tradición que comenzó en 1888 como una alternativa más íntima a las famosas celebraciones de Iztapalapa. Aquí, el ambiente es más tranquilo y acogedor, ideal para quienes buscan conectarse con la espiritualidad de estas fechas.

En 2019, este histórico cementerio recibió una renovación completa: nuevos andadores, iluminación, bardas perimetrales, y hasta tejas para sus capillas. Todo esto lo convierte en un espacio limpio y cuidado, perfecto para quienes desean explorar su riqueza cultural y artística. Porque sí, los panteones son mucho más que tumbas: son museos al aire libre donde cada detalle cuenta una historia.

Este panteón no solo es un espacio de descanso eterno, sino también un testigo del tiempo y un guardián de nuestra memoria colectiva. Sus tumbas, adornadas con detalles arquitectónicos y escultóricos, son una ventana al pasado y una muestra del arte funerario que embellece estos lugares.

Visitar el Panteón El Calvario es sumergirse en una experiencia que combina tradición, historia y arte en un entorno lleno de vida, incluso entre el silencio. Así que, la próxima vez que busques un plan diferente en la Ciudad de México, ¡anímate a descubrir este mágico lugar!

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Dirección:
 Av. México #154, Cuajimalpa, Cuajimalpa de Morelos, Ciudad de México, CDMX

Panteón 20 de Noviembre, historias, misterio y tradición en el centro de Tlalpan

En el extremo sur del Centro de Tlalpan, entre calles llenas de historia y encanto, se encuentra el Panteón 20 de Noviembre, un lugar que guarda más secretos que un buen libro de terror y más anécdotas que un abuelo en una reunión familiar. Este cementerio, que abrió sus puertas en 1875, es uno de los más antiguos de la Ciudad de México, y si sus tumbas hablaran, ¡vaya que tendrían mucho que contar!

Originalmente conocido como el Panteón del Niño Jesús, este camposanto surgió para reemplazar al antiguo cementerio del mismo nombre. Aunque comenzó a recibir enterramientos en 1875, no fue inaugurado oficialmente hasta 1905, cuando se dedicó su fachada y se formalizó como parte del paisaje tlalpense. Décadas más tarde, en 1935, adoptó su nombre actual en honor a la fecha que marcó el inicio de la Revolución Mexicana.

¿Eres fanáticx de las historias de fantasmas? Este panteón es para ti. Lxs cuentacuentos y exploradorxs de lo sobrenatural consideran el Panteón 20 de Noviembre un lugar legendario. Desde nieblas misteriosas que se transforman en figuras humanas hasta charlas con “visitantes” que después resultan ser… ¡fantasmas! Aquí hay material suficiente para cualquier noche de relatos espeluznantes.

Don Alfonso Haro, quien lleva más de 30 años cuidando este rincón histórico, tiene muchas historias que contar. Una de las más impactantes ocurrió en febrero de 2023, cuando saludó a un hombre junto a una tumba y, días después, descubrió que esa persona llevaba meses fallecida. “Platicamos, lo saludé, y cuando volví la vista… ya no estaba”, recuerda Don Alfonso con naturalidad.

Martín Sánchez, el actual velador, también ha sido testigo de lo inexplicable. Aunque asegura que ya no teme a los muertos, sí ha visto desaparecer figuras entre las tumbas tanto de día como de noche. ¿Lo más raro? Las ofrendas y objetos extraños que aparecen en el panteón, desde gallinas hasta frascos llenos de “cosas raras”. ¡Todo un misterio!

Más allá de los relatos paranormales, el Panteón 20 de Noviembre es un lugar lleno de vida… ¡en Día de Muertos, claro! Durante esta festividad, las familias se reúnen para honrar a sus seres queridos, con ofrendas llenas de flores de cempasúchil, veladoras y deliciosos platillos tradicionales. Es un espectáculo que combina tradición y cultura, enmarcado por la atmósfera única de este histórico camposanto.

Si visitas el Centro de Tlalpan, no olvides incluir este panteón en tu recorrido. Puedes combinarlo con una visita al Oratorio de Amaxalco o explorar las encantadoras calles del barrio. El Panteón 20 de Noviembre no es solo un lugar de descanso eterno; es un testigo silencioso de la historia de Tlalpan, un espacio para reflexionar y, por qué no, dejarte sorprender por algún misterio inesperado.

Así que, si estás listo para sumergirte en historias que combinan lo histórico con lo sobrenatural, ¡anímate a visitar este fascinante rincón de la Ciudad de México!

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Dirección:  
Calle San Marcos #2, Centro, Tlalpan, Ciudad de México, CDMX

San Ángel Inn, un barrio colonial que toques modernos al sur de la CDMX

San Ángel Inn, en el sur de la Ciudad de México, es mucho más que un barrio residencial. Este rincón pintoresco, con su ambiente apacible y toque histórico, invita a explorar historias fascinantes, arquitectura colonial y gastronomía de clase mundial. ¡Prepárate para un paseo inolvidable!

El origen del barrio se remonta a 1692, cuando el Marqués de Sierra Nevada estableció la Hacienda de Santa Ana. Más tarde, en 1776, Ramón Goicoechea la transformó en la Hacienda Goicoechea, famosa por su producción de carne de res y pulque. Este lugar próspero atrajo a figuras destacadas y se ganó un lugar en los relatos de viajerxs como Fanny Calderón de la Barca y el escritor José Zorrilla.

En el siglo XX, el casco de la antigua hacienda evolucionó hasta convertirse en el icónico Restaurante San Ángel Inn, que desde 1963 conserva su esencia histórica en un edificio del siglo XVIII. Su hermoso patio, capilla y jardines son testigos de un pasado lleno de música, arte y encuentros memorables.

El barrio es hogar del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, un espacio funcionalista diseñado por Juan O’Gorman en 1931. Aquí se resguardan recuerdos de dos de lxs artistas más influyentes de México, con exposiciones que cautivan tanto a locales como a visitantes. También podrás encontrarte con la escultura Siameses de José Luis Cuevas, la única que sobrevive a lo que alguna vez fue el Paseo José Luis Cuevas (exposición con 15 piezas de quien fuera vecino de la colonia).

Y, por supuesto, el Restaurante San Ángel Inn, ubicado en el corazón del barrio, es un must. Su oferta gastronómica combina tradición y modernidad en un entorno que te transporta al México colonial. Pero, si deseas comer algo más moderno o que no sea mexicano, también hay un sinfín de restaurantes en este barrio tradicional.

El barrio, rodeado de calles arboladas y la emblemática Avenida Altavista, es perfecto para recorrer a pie y descubrir su mezcla única de historia y modernidad. Aunque el crecimiento urbano lo ha transformado, San Ángel Inn mantiene su carácter como un oasis tranquilo en la bulliciosa Ciudad de México.

San Ángel Inn no es solo un lugar, es una experiencia que combina la riqueza histórica, cultural y gastronómica de México. Ya sea que te sientes a disfrutar de un café en un patio colonial, te pierdas en las anécdotas de sus edificios o explores sus museos, este barrio tiene algo especial para todos. ¿Listx para visitarlo?

Museo Postal y Filatélico, un recorrido por la historia del correo en México en el Centro Histórico

Si alguna vez has paseado por el Centro Histórico de la Ciudad de México, seguro te has cruzado con el impresionante Palacio Postal, un ícono arquitectónico que alberga un tesoro histórico y cultural: el Museo Postal y Filatélico. Este fascinante espacio no solo te transporta a la época dorada del correo, sino que también te permite explorar la evolución de las comunicaciones en México y el mundo. Desde su inauguración el 25 de febrero de 1920, el museo ha sido un punto de encuentro para lxs amantes de la historia y la filatelia, ese encantador pasatiempo de coleccionar estampillas postales.

El Museo Postal y Filatélico ocupa un lugar privilegiado en la parte superior del Palacio Postal, también conocido como el Correo Mayor. Este edificio, una obra maestra de principios del siglo XX diseñada por el ingeniero mexicano Gonzalo Garita y Frontera y el arquitecto italiano Adamo Boari, combina los estilos neoclásico y art nouveau. Su fachada monumental, con columnas corintias y detalles decorativos elaborados, es solo el comienzo de un recorrido lleno de historia. En el interior, te recibirán una majestuosa escalera imperial, vitrales coloridos y acabados en mármol que te transportan a una época en la que enviar una carta era un acto lleno de significado.

El museo cuenta con cuatro salas de exhibición permanentes, cada una con su propia magia. La Sala del Timbre o Filatelia relata la historia de las estampillas postales, desde sus primeros antecedentes hasta su popularidad como objetos de colección. Si buscas una experiencia más inmersiva, la Sala Bartolomé Gallotti es un espacio decorado con murales al temple que representan alegorías a las comunicaciones, conservando un gran porcentaje de su diseño original. Por otro lado, el Salón Oval te lleva a conocer cómo era la oficina del director de correos en los albores del siglo XX, mientras que la Sala Corredor Condesa te cuenta la historia del correo en México, desde las redes de mensajería prehispánica hasta su evolución en la Nueva España y su consolidación en el siglo XX.

Además de sus exhibiciones permanentes, el museo se mantiene dinámico gracias a sus salas para exposiciones temporales, que se renuevan cada tres meses. Estas ofrecen una extensión cultural en constante cambio, asegurando que siempre haya algo nuevo por descubrir. Desde 2022, el espacio también ha ampliado su propuesta con una exposición dedicada exclusivamente a la filatelia, donde puedes apreciar la belleza y diversidad de las estampillas postales como una forma de arte y comunicación.

Visitar el Museo Postal y Filatélico no es solo un viaje al pasado de las comunicaciones; también es una oportunidad para maravillarte con la historia viva del Servicio Postal Mexicano, que se remonta a 1580 como la primera institución de comunicación en el territorio que hoy conocemos como México. El museo alberga una biblioteca y un archivo histórico que resguardan documentos y objetos que dan testimonio del legado de esta institución, que en 1986 adoptó su nombre actual.

Si te animas a visitarlo, encontrarás este mágico lugar en la calle Tacuba 1, en pleno corazón de la Ciudad de México. Puedes llegar fácilmente bajándote en las estaciones Bellas Artes del Metro o el Metrobús, o bien estacionar tu coche en el cercano Palacio de Bellas Artes. Lo mejor de todo es que la entrada es completamente gratuita, lo que lo convierte en una actividad imperdible tanto para locales como para turistas.

Atrévete a descubrir este rincón único, donde cada rincón, carta y estampilla tiene una historia que contar. El Museo Postal y Filatélico no solo celebra el pasado de las comunicaciones, sino que nos recuerda el poder de la conexión humana, incluso en la era digital.

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Dirección:
 Tacuba #1, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Lunes a viernes de 10:00 a 14:00 hrs., sábado y domingo de 10:00 a 15:00 hrs.
Página Web: portal.correosdemexico.com.mx/museopostal
Instagram: instagram.com/palacio.postal.museo

Xoco, un pueblo de historia y resistencia en la Ciudad de México

¿Sabías que al sur de la Ciudad de México se encuentra un lugar donde la modernidad y la tradición se entrelazan? Me refiero al pueblo de Xoco, una colonia ubicada en la alcaldía Benito Juárez que, aunque hoy es parte de la gran urbe, conserva raíces profundas que datan de la época prehispánica y colonial.

El nombre de Xoco viene del náhuatl y significa “lugar de frutas”, un recuerdo de las huertas que alguna vez adornaron la zona. Pero su historia va mucho más atrás: se han encontrado vestigios de una aldea teotihuacana que existió entre los años 225 y 550 d.C., lo que demuestra la riqueza cultural que permea este rincón desde hace siglos. Con el tiempo, pasó de ser un caserío mexica a convertirse en parte de la Nueva España tras la llegada de los españoles.

Uno de sus tesoros más queridos es la Capilla de San Sebastián Mártir, construida en 1663, que sigue siendo el corazón espiritual del pueblo y escenario de dos festividades importantes: la fiesta patronal en enero y el Santo Jubileo en abril. Además, Xoco alberga el Panteón de San Sebastián, que desde 1912 es un espacio lleno de significado para la comunidad.

Con el paso de los años, Xoco ha sido testigo de los grandes cambios urbanos de la Ciudad de México. Desde mediados del siglo XX, perdió su río y campos de cultivo, pero ganó avenidas como Río Churubusco y edificios emblemáticos como el Centro Bancomer y la Cineteca Nacional, convirtiéndose en un punto clave de la ciudad.

Sin embargo, en las últimas décadas, la urbanización ha traído desafíos para las y los habitantes originarios. El imponente proyecto Mítikah, con su rascacielos de más de 65 pisos, ha alterado profundamente el paisaje y la vida en Xoco. Aunque se han realizado protestas y procesos legales para proteger los derechos del pueblo, la lucha continúa.

A pesar de las adversidades, la comunidad de Xoco se ha organizado para preservar su historia y territorio. La Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco ha impulsado acciones legales contra las modificaciones urbanísticas que afectan su identidad, logrando que se reconozca su calidad de pueblo originario. Por ejemplo, la batalla por la calle Real de Mayorazgo, donde se encuentran vestigios teotihuacanos, es uno de los casos más representativos de su lucha. Aunque todavía no hay una resolución definitiva, la resistencia de Xoco inspira a otras comunidades que enfrentan retos similares.

Hoy, Xoco es un mosaico de tradiciones y modernidad. Además de su riqueza histórica, es hogar de espacios emblemáticos como el Centro Cultural Roberto Cantoral y el bullicioso Patio Universidad, así como instituciones como el Instituto Mexicano de la Radio.

Este pequeño pero poderoso rincón de la Ciudad de México nos recuerda que la historia no solo se encuentra en los libros, sino en cada calle, templo y rostro de sus habitantes, quienes luchan cada día por mantener vivo el espíritu de su pueblo.

¿Te animas a visitarlo? Atrévete a explorar Xoco, donde el pasado y el presente se encuentran en cada esquina.

Museo Banco de México, un tesoro numismático en pleno Centro Histórico

Si alguna vez te has preguntado qué pasa detrás de las puertas del Banco de México o cuál es el papel del dinero en nuestra vida diaria, ¡tienes que visitar el Museo Banco de México! Ubicado en un icónico edificio Art Déco en el corazón de la Ciudad de México, este museo no solo te sumerge en el fascinante mundo de la economía, sino que también te invita a disfrutar de una experiencia cultural única y educativa.

El edificio que alberga este museo tiene una historia digna de película. Fue construido entre 1903 y 1905 para ser sede de una aseguradora extranjera, pero en 1925 el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia lo transformó con un estilo Art Déco que hoy nos deja boquiabiertos. Desde las impresionantes esculturas de un hombre y una mujer que adornan su fachada hasta los detalles en hierro forjado y la icónica bóveda de seguridad, cada rincón del edificio cuenta una historia que te transportará al México del siglo XX.

¿Qué puedes encontrar en el Museo?

El Museo Banco de México está diseñado para que todxs, desde curiosxs hasta expertxs en finanzas, puedan disfrutarlo. Sus exposiciones interactivas te explican el papel del Banco Central en la economía, cómo se emite el dinero y por qué es importante mantener su valor. Pero no te preocupes, no necesitas ser economista para entenderlo: todo está explicado de forma sencilla y divertida.

El verdadero tesoro del museo es su Colección Numismática, una de las más impresionantes de América Latina. Aquí encontrarás monedas, billetes, medallas y otros objetos históricos que datan desde 1929. Aunque parte de esta colección se encuentra en el Museo Numismático Nacional, el Museo Banco de México exhibe algunas de las piezas más representativas de la historia del dinero en México y el mundo. ¡Imagínate conocer una moneda que circuló hace siglos!

Además, las salas de exhibición se han renovado para incluir herramientas interactivas, aplicaciones móviles y hasta realidad aumentada, lo que hace que la experiencia sea accesible para todxs, incluyendo personas con discapacidades físicas, auditivas y visuales.

Un paseo por la historia y la arquitectura

El Museo Banco de México también es un deleite para las y los amantes de la arquitectura. Desde su ubicación privilegiada en la Avenida 5 de Mayo, comparte cuadra con el majestuoso Edificio de Correos. Aunque este último suele robarse las miradas, el edificio del Banco tiene su propio encanto: una mezcla de renacimiento italiano con toques Art Déco que lo convierten en una joya poco conocida del Centro Histórico.

Una de las curiosidades más fascinantes es que el anexo conocido como Edificio Guardiola, construido en 1947, ocupa el terreno donde alguna vez estuvo la legendaria “Casa de los Perros”. Este conjunto arquitectónico ha resistido el paso del tiempo e incluso los frecuentes sismos de la ciudad, gracias a su sólida estructura reforzada.

¿Lo mejor de todo? La entrada es completamente gratuita. Solo necesitas reservar tus boletos en línea a través de museobancodemexico.mx o directamente en el museo, sujeto a disponibilidad. Aunque la entrada al sótano no está habilitada para personas en silla de ruedas, el museo ofrece alternativas tecnológicas para que todas y todos puedan disfrutar de la experiencia completa.

El museo está abierto a todo el público y es perfecto para una escapada cultural en el Centro Histórico. Además, su ubicación privilegiada te permite combinar tu visita con otros imperdibles de la zona, como el Palacio de Bellas Artes o el propio Edificio de Correos.

El Museo Banco de México no solo es un lugar para aprender sobre finanzas, sino también un espacio que fomenta la reflexión sobre el papel del dinero en nuestras vidas y cómo el Banco Central ha contribuido al desarrollo del país. Así que, si buscas una experiencia que mezcle historia, arte y economía de forma amena, ¡este museo es para ti!

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Dirección:
 República de Argentina 28, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Miércoles a lunes de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: museobancodemexico.mx
Instagram: instagram.com/museobancodemexico
Facebook: facebook.com/museobancodemexico
Twitter: x.com/MuseoBdM

Casa Rivas Mercado, un viaje a la opulencia del pasado mexicano

En pleno corazón de la Colonia Guerrero se encuentra una joya arquitectónica que encapsula la opulencia, creatividad y el legado cultural de finales del siglo XIX: la Casa Rivas Mercado. Diseñada por el afamado arquitecto Antonio Rivas Mercado, esta impresionante residencia no solo refleja un ecléctico estilo arquitectónico, sino también las aspiraciones de una familia que marcó la historia de México.

Construida entre 1893 y 1897, la Casa Rivas Mercado es un ejemplo sublime de la mezcla de estilos arquitectónicos: influencias clásicas, victorianas, prehispánicas, renacentistas y art nouveau convergen en perfecta armonía. La residencia cuenta con tres niveles: sótano, planta principal y un segundo piso coronado por una galería abierta. Las fachadas, de cantera y tabique de barro, destacan por sus detalles ornamentales, como pilastras con motivos prehispánicos, frisos de cerámica morisca y puertas con aire victoriano. ¡Cada rincón es una obra de arte!

En el interior, te maravillarán los mosaicos encáusticos ingleses, elaborados con más de 50 mil piezas únicas, las columnas dóricas, y las balaustradas renacentistas que adornan las terrazas. Este meticuloso trabajo es testimonio de la visión de Antonio Rivas Mercado, quien buscó combinar materiales nacionales e importados para crear una casa tan espectacular como funcional.

La familia Rivas Mercado: arte, historia y tragedia

Antonio Rivas Mercado no solo fue el creador del icónico Ángel de la Independencia, sino también un intelectual y patriota que participó activamente en el desarrollo cultural de México. La casa fue concebida como un espacio donde la familia podría vivir rodeada de belleza y también como un centro de encuentro para artistas, escritores e intelectuales de la época. Y fue en ella, donde el arquitecto creó el proyecto del Ángel de la Independencia.

Entre los integrantes más destacados de la familia está Antonieta Rivas Mercado, hija de Antonio, quien se convirtió en una figura clave del movimiento cultural de los años 20. Escritora, actriz, promotora del arte y feminista, Antonieta tuvo un papel crucial en el impulso del Teatro Ulises y fue una de las mecenas más importantes de su tiempo. Su vida, aunque brillante, estuvo marcada por tragedias personales y culminó con su muerte en 1931 en la catedral de Notre Dame, París. Esta tragedia añadió un velo de misterio y melancolía al legado de la familia.

Tras haber sido hogar de la familia Rivas Mercado, la casa pasó por varias etapas: fue sede de un colegio y luego quedó abandonada durante años, sufriendo el deterioro del tiempo. En 2017, la Fundación Conmemoraciones 2010, A.C., tomó la iniciativa de restaurarla para devolverle su antiguo esplendor. Hoy, funciona como un museo y centro cultural donde se celebran exposiciones, eventos artísticos y actividades que permiten a las y los visitantes explorar la riqueza histórica y arquitectónica de esta época dorada.

Al visitar la Casa Rivas Mercado, no solo te adentrarás en una mansión espectacular, sino también en una historia cargada de arte, pasión y drama. Cada detalle, desde los mosaicos hasta las galerías abiertas, cuenta una parte del legado de una familia que dejó huella en la historia cultural de México.

Ya sea que seas amante de la arquitectura, la historia o simplemente busques un rincón diferente de la Ciudad de México para explorar, la Casa Rivas Mercado te promete una experiencia inolvidable. ¡No te la pierdas!

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Dirección:
 Calle Héroes #45, Colonia Guerrero, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $250 pesos. (Solo con reservación)
Horario: Sábados y domingos de 10:00 a 13:30 hrs.
Página Web: casarivasmercado.com 
Instagram: instagram.com/casarivasmercadooficial
Twitter: x.com/CasaRivasMercad
Facebook: facebook.com/casarivasmercado

Metro Lindavista: Donde el arte y la historia convergen bajo tierra

Al norte de la Ciudad de México, en el corazón del barrio Lindavista, se encuentra la estación de Metro que lleva el mismo nombre. Inaugurada el 8 de julio de 1986 como parte de la Línea 6, esta estación no solo conecta a miles de usuarios diariamente, sino que también es un reflejo del carácter único de su entorno.

Al descender a la estación, te encontrarás con una joya artística: El Muro de las Lamentaciones, un impresionante mural del pintor guadalajareño Daniel William Kent Márquez. Esta obra capta la atención de quienes transitan por aquí, con su potente simbolismo que invita a reflexionar. Es un recordatorio de que incluso los espacios más cotidianos, como una estación de metro, pueden albergar grandes expresiones artísticas.

El barrio Lindavista, desarrollado en los años 30 por el urbanista Teodoro Gilfred, fue en su momento un ícono de la planificación urbana del siglo XX. Aunque atravesó un periodo de declive, en años recientes ha resurgido como un lugar vibrante, lleno de plazas comerciales, hospitales, escuelas y, por supuesto, historia.

El logotipo de la estación representa la silueta de la iglesia de San Cayetano, una moderna obra arquitectónica de los años 50 diseñada por el ingeniero Francisco Serrano. Esta iglesia es un símbolo del barrio y un punto de referencia para quienes exploran la zona.

Antes de la urbanización, este lugar era conocido como el señorío de Zacacalcos, una tierra con conexiones a la Villa de Guadalupe y rutas comerciales coloniales. Hoy, la estación Lindavista es una de las más transitadas de la Línea 6, con un promedio diario de más de 14,000 pasajeros en 2023.

Ya sea para admirar el arte del mural, visitar la iglesia de San Cayetano o simplemente explorar un barrio lleno de vida, Metro Lindavista tiene algo especial para ofrecer. ¡Así que la próxima vez que tomes el Metro, tómate un momento para disfrutar de este rincón lleno de encanto!

Metro Instituto del Petróleo: Donde la Ciencia y la Conexión se Encuentran

Si alguna vez has caminado por los largos pasillos de transbordo de la estación Instituto del Petróleo, seguro has sentido que podrías necesitar un GPS. Esta estación, que conecta las líneas 5 y 6 del Metro de la Ciudad de México, es famosa no solo por su icónico logo de un pozo petrolero, sino también por su singular diseño y ubicación estratégica.

La estación lleva el nombre del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), una institución pública fundada en 1965 para impulsar la investigación y el desarrollo tecnológico en la industria petrolera. ¿Sabías que el IMP alberga uno de los microscopios más poderosos del mundo? Además, este instituto ofrece capacitación especializada a Pemex y cuenta con modernos laboratorios que han llevado sus actividades incluso a otras regiones del país.

Con múltiples entradas y salidas, y un transbordo que se extiende más de 200 metros, Instituto del Petróleo puede parecer un pequeño laberinto para quienes lo visitan por primera vez. Sin embargo, esta estación es más que un lugar de paso; es un nodo de movilidad esencial en la zona norte de la CDMX. Aquí también encontrarás una parada de la línea 6 del Metrobús y una terminal del trolebús de la línea A, lo que convierte a este lugar en un punto concurrido para usuarios que vienen de diferentes partes de la ciudad.

Aunque su afluencia no es tan alta como la de otras estaciones, con un promedio diario de 4,901 pasajeros en la línea 5 y 2,636 en la línea 6 en 2023, es común ver a viajerxs que buscan evitar el largo transbordo para llegar rápidamente a la Terminal de Autobuses del Norte, ubicada a una estación de distancia.

Para lxs curiosoxs, los contenedores de petróleo exhibidos en la estación son un recordatorio de la riqueza energética del país. Y si decides explorar los alrededores, el Instituto del Petróleo y su biblioteca te esperan con puertas abiertas para descubrir más sobre la ciencia y la tecnología que han impulsado el desarrollo de México.

Así que, la próxima vez que pases por Instituto del Petróleo, no te desesperes si te pierdes por un momento. Tómalo como una oportunidad para apreciar este rincón del metro donde se encuentran la movilidad, la historia y la ciencia.