Archivos de la categoría Mexicana

Desde la taquería de la esqiuina, hasta el renombrado resaurante fifí, encuentra todo tipo de restaurantes mexicanos en la CDMX

Caldos de Gallina y Huaraches El Único, un apapacho gastronómico en la Colonia Pro-Hogar

Hace no mucho me salió un TikTok de una persona, en la Condesa, que iba a tener un evento especial donde venderían Tlacoyos de haba con nopal en sesenta pesos; claro, decía que era maíz nixtamalizado y que quería ser justo con la cocinera que los estaría preparando. Y, aunque eso explica bien por qué los vendería caros, la realidad es que él se llevaría una buena comisión para pagar los gastos de su tienda de artesanías para turistas. Además, la realidad es que, si te sales de la zona centro del antiguo Distrito Federal y te adentras en las colonias y barrios más populares, lo más seguro es que encontrarás este tipo de garnachas, a precios muchos más accesibles y asegurando el comercio justo. Un ejemplo de esto es Caldos de Gallina y Huaraches El Único, en el mero corazón de la Colonia Pro-Hogar.

Pancita

El Único se encuentra justo frente al Mercado de la Pro-Hogar, y si vas en fin de semana, es probable que te encuentres con una pequeña fila de personas esperando desde antes de que abran el lugar. ¿Y qué tiene de especial? Pues al igual que en la tienda fina de la Condesa, aquí te preparan tus Huaraches con maíz nixtamalizado y, a diferencia de aquél otro lugar, los elaboran al momento rellenándolos con frijoles y cubriéndolos con salsa verde y/o roja, queso y el o los ingredientes que más se te antojen. Por si fuera poco, también tienen Caldos de Gallina sencillos o con la pieza que más te guste de la gallina y los fines de semana también una reconfortante Pancita, pa’bajarte la cruda o el frío.

Huarache de Quesillo con Chorizo

Pero hablemos un poco más de los Huaraches. La verdad es que son huaraches grandes y gruesos, por lo que uno es suficiente para quedar satisfechx. Pero eso no es todo, puedes pedirlo sencillo (solo con salsa y queso rallado), o pedir que le pongan huevo, costilla, quesillo, pollo, jamón y/o chorizo. ¡Hay para todos los gustos! En lo personal, yo recomiendo pedirse un Caldito de Gallina y un Huarache, que es más que suficiente; pero si te queda un huequito, también puedes pedirte una quesadilla de queso. ¿Y pa´tomar? Pues vale la pena que preguntes por las aguas frescas del día, o puedes echarte un Boing o un Refresco.

Huarache Sencillo

En cuanto al lugar, se puede decir que es un lugar sencillo. Desde afuera puedes ver una vitrina donde tienen la gallina ya cocida, junto a un enorme comal donde asan y fríen tus Huaraches. Mientras que, en los dos pequeños salones, encontrarás unas cuantas mesas sencillas donde podrás sentarte con tu familia o, si escoges una de las grandes y llega gente, podrás compartirla con vecinxs de la zona que pasaron a comer a El Único. Un lugar sencillo, pero con todo lo necesario para comer rico y basto, sin gastarte una fortuna.

Caldo de Gallina Sencillo

Así que, si andas cerca de la colonia Pro-Hogar, al norte de la CDMX, o si solo tienes antojo de echarte unos deliciosos huaraches y caldos de gallina, vale mucho la pena que te des una vuelta por El Único y disfrutes de las delicias chilangas sin gastar mucho dinero.

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Dirección: Calle 21 #218, Colonia Pro-Hogar, Azcapotzalco, Ciudad de México, CDMX (Dentro del Mercado Granada 55)
Teléfono: (55) 9499 4352
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Horario: Lunes a domingo de 9:30 a 18:30 hrs.

Frutería y Lonchería Ojo de Agua, tacos, tortas y algo más al norte de CDMX

Si te digo que existe un lugar llamado Ojo de Agua donde puedes comprar frutas frescas, disfrutar de sándwiches y ensaladas, y deleitarte con un agua fresca preparada al momento, seguramente pensarás en ese restaurante fifí que ha conquistado las colonias más exclusivas de la Ciudad de México. Pero… ¿y si te dijera que ese restaurante es, en realidad, una versión gentrificada de una modesta lonchería del norte de la ciudad? ¿Me creerías? No solo tomaron la idea de vender frutas, ensaladas y aguas frescas, sino que también se apropiaron del nombre. Sí, hablamos de la Frutería y Lonchería Ojo de Agua, un lugar que lleva más de 60 años consintiendo a los y las vecinas de La Raza y Aragón con auténtica comida reconfortante.

Ubicada en la esquina de Clave y Vallejo, frente al Hospital La Raza, esta lonchería sencilla pero emblemática se ha ganado el cariño de la comunidad: vecinxs, familiares de pacientes, médicos, enfermeras y trabajadores de la zona. Sin lujos ni pretensiones, ofrece todo lo necesario para comer rico, rápido y a precios justos. Tres elementos que los llevaron a abrir otras dos sucursales hacia la zona de Aragón.

¿Qué hay en su menú? Una amplia selección que incluye tortas, tacos, guisados, sándwiches, ensaladas, jugos, licuados y aguas frescas, además de botanas, frutas picadas y cócteles de fruta. Al abrir la carta, lo primero que encontrarás son sus tortas, que abarcan desde las clásicas de jamón o milanesa hasta combinaciones más elaboradas como cecina, atún o pastor. También tienen tacos de todo tipo, desde cabeza y suadero hasta lengua y machitos, servidos en tortilla de maíz o harina. Y si te gustan los guisados, las cazuelas de queso con proteínas como arrachera o pollo son una excelente opción para armar tus propios tacos.

Además, destaca su variedad de frutas frescas, que puedes pedir en cócteles, jugos, licuados o aguas frescas personalizadas. Si buscas algo especial, prueba la Torta La Deliciosa, con milanesa, salchicha, queso panela y manchego, acompañada de jitomate, cebolla, jalapeño encurtido y aguacate. Aunque no es muy grande, su sabor es espectacular. También recomiendo la Carnequeso, una cazuela de arrachera y queso servida con tortillas de harina, guacamole y chiles toreados; ideal para compartir o armar tacos al gusto. Y si visitas por la mañana, no te pierdas los chilaquiles, molletes o un cóctel de frutas frescas acompañado de un jugo tropical.

En Frutería y Lonchería Ojo de Agua no solo encontrarás comida rica para disfrutar en el momento, sino también opciones para llevar a casa, como frutas y botanas. Es inevitable comparar este lugar con el Ojo de Agua de Polanco o Artz Pedregal, pero mientras aquellos buscan ser gourmet y aspiracionales, este sigue siendo auténtico y cercano. Según se cuentan, el dueño original falleció hace algunos años, y el negocio se dividió entre sus hijos: uno continuó con la esencia original, mientras que el otro se asoció con una empresa para transformar el concepto en algo más exclusivo, abriendo los lugares más elegantes.

Con su historia, tradición y un menú que satisface a todos los paladares, Frutería y Lonchería Ojo de Agua es un recordatorio de que lo sencillo y auténtico siempre tendrá un lugar especial en el corazón (y el estómago) de quienes buscan calidad y sabor. Así que, la próxima vez que estés cerca de La Raza o Aragón, date la oportunidad de probarlo; es un viaje directo al sabor y la calidez de las loncherías de antaño.

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Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Página Web: fruteriayloncheriaojodeagua.my.canva.site
Facebook: facebook.com/p/Ojo-de-Agua-Fruter%C3%ADa-y-Loncher%C3%ADa-100063924320544/

Sucursal Vallejo
Dirección:
Clave #444, Colonia Vallejo Poniente (esquina con Vallejo)

Sucursal Aragón
Dirección:
Av. San Juan de Aragón #310, esq. Eduardo Molina, Colonia Costitución de la República

Sucursal Nueva Atzacoalco
Dirección:
Avenida 303 esquina Calle 310, Colnia Nueva Atzacoalco

Casa Nela, las delicias de Oaxaca escondidas en la Merced (Centro Histórico)

En la Ciudad de México, podrías decir que existen dos Centros Históricos. Por un lado, está el turístico, lleno de museos, restaurantes y negocios ideales para el esparcimiento de nacionales y extranjerxs. Por otro, está el comercial, un bullicioso laberinto que comienza después de Palacio Nacional, donde miles de personas acuden diariamente en busca de artículos que van desde papelería y decoración hasta ropa de mascotas y juguetes. Este centro está organizado por calles temáticas: maquillaje, ropa, papelería… ¿y si te dijera que también hay una calle dedicada a la comida y los artículos oaxaqueños? Sí, existe, y se llama callejón de La Santísima, casi en la esquina con Soledad.

En este escondido rincón, entre puestos ambulantes de lentes de sol, juguetes y ropa, descubrirás locales que ofrecen mezcal, chapulines, tlayudas, pan de yema y otros productos oaxaqueños a precios accesibles. Entre todos ellos, el más popular es Aquí es Oaxaca. No solo por la calidad de sus productos, sino porque alberga el restaurante oaxaqueño más antiguo de la zona, y probablemente de toda la Ciudad de México: Casa Nela. Este lugar tiene más de sesenta años de historia, siendo un punto de reunión para la comunidad oaxaqueña que llegaba al entonces Distrito Federal en busca de nuevas oportunidades.

Al caminar entre los puestos, notarás una pequeña aglomeración alrededor de dos mesas improvisadas en la banqueta. Al asomarte, verás una barra repleta de productos oaxaqueños y, frente a ella, un comal manejado por un hombre que prepara varias tlayudas al mismo tiempo. Es imposible no empezar a salivar: has llegado a Aquí es Oaxaca. Subiendo unas escaleras, te encontrarás con Casa Nela, un pequeño restaurante que se ha convertido en una auténtica embajada oaxaqueña en la zona de La Merced.

Aunque el espacio es reducido, su menú es amplio y ofrece auténticos platillos oaxaqueños preparados con ingredientes frescos, traídos directamente de Oaxaca cada semana (todo llega los jueves, dato ideal para lxs más exigentes). La carta incluye delicias como tlayudas, enmoladas, moles negro y verde, amarillo de res, chiles rellenos, tasajo, empanadas, quesadillas y más. Las tlayudas son la especialidad de la casa, disponibles en versiones con chapulines, tasajo, cecina enchilada y hasta pastor. La mejor recomendación es ir acompañadx, pedir varias opciones para compartir y acompañarlas con aguas tradicionales como horchata con tuna, chilacayota o tejate con mezcal. Para el cierre perfecto: chocolate en agua, como se disfruta en Oaxaca.

Visitar Casa Nela no es solo una experiencia gastronómica, sino un viaje cultural que conecta la riqueza de Oaxaca con el corazón de la Ciudad de México. Si buscas un rincón auténtico, lleno de sabor y tradición, este pequeño lugar del callejón La Santísima te espera con los brazos abiertos y el sazón inigualable de la cocina oaxaqueña. ¡Anímate a descubrirlo!

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Dirección:
 Soledad #42, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a lunes de 10:00 a 17:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/casa_nela_
Facebook: facebook.com/p/Casa-Nela-100057442959451/

Canché, un rincón de delicias mayas y yucatecas en la Industrial

Juan José Galera Almeida, un heladero yucateco, tenía un objetivo claro: crear un postre que mantuviera sus ventas incluso en las temporadas de frío. Decidido a aprovechar los ingredientes a su alcance, alrededor de 1930 ideó un taco hecho con la masa de los conos de helado, relleno con las mermeladas que solía usar para cubrir sus creaciones. Para darle un toque especial, añadió queso de bola, un producto que, aunque llevaba poco tiempo en el mercado, ya ganaba popularidad en el sureste de México. Así nacieron las marquesitas, un postre exótico que rápidamente conquistó a su clientela y que, en poco tiempo, se convirtió en un ícono de Yucatán.

Noventa años después, las marquesitas han salido de las cálidas tierras yucatecas para conquistar las calles de la Ciudad de México. Hoy, basta con recorrer las zonas más turísticas para encontrar un puesto o local que ofrezca estos deliciosos tacos dulces. Pero hay algo curioso: en la zona norte de la capital, especialmente en la colonia Industrial, las marquesitas han encontrado un hogar especial. Por la noche, las calles se llenan de puestos dedicados a este manjar, reflejando su creciente popularidad entre las y los vecinos..

Como habitante de esta zona, pensé que un nuevo local de marquesitas no sería nada del otro mundo. ¡Qué equivocado estaba! Canché no es solo un puesto más; es un tributo a los sabores mayas contemporáneos.

Este pequeño café combina lo mejor de las tradiciones yucatecas con un toque contemporáneo. El café que sirven proviene de una comunidad maya en Chiapas, y el cacao para sus bebidas, preparado en leche o agua, es cosechado por manos mayas en Tabasco. En su menú, además de marquesitas, encontrarás otros postres tradicionales y creaciones únicas. Por ejemplo, buñuelos con miel, pastelitos de camote con coco o incluso una intrigante pero deliciosa combinación de pastelito dulce con jamón y queso.

Ahora hablemos de las marquesitas. Las que suelen venderse en la Ciudad de México no son idénticas a las tradicionales de Yucatán, en gran parte por la altura de la capital. Aquí, la masa tiende a ser más crujiente y menos flexible, lo que limita la cantidad de ingredientes que pueden añadirse. Sin embargo, Canché ofrece las auténticas marquesitas yucatecas, con esa textura suave y el equilibrio perfecto. Sus opciones de relleno son sencillas pero deliciosas: untable de mantequilla de maní, queso crema, mermelada y, por supuesto, una generosa porción de queso de bola. El queso, fundido y servido caliente, transforma cada bocado en una experiencia única y reconfortante. ¡Esto sí es amor hecho postre!

El espacio en Canché es pequeño y acogedor, con apenas cuatro mesas en el interior y algunas más en la banqueta. Esta disposición permite un ambiente íntimo y un servicio personalizado. Al llegar, te recibirán con una sonrisa y toda la paciencia para explicarte el concepto del lugar y los detalles de su menú.

Si buscas un rincón tranquilo para disfrutar de un buen café o un reconfortante cacao acompañado de un postre yucateco auténtico, Canché es una parada obligatoria. Este nuevo rincón maya de la colonia Industrial te hará sentir como si estuvieras en el corazón de Yucatán.

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Dirección:
 Cruz Azul #176, Colonia Industrial, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 17:00 a 22:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/canche.maya

Tacos Los Callejeros, carnitas, guisado, pastor y otros antojos en el Centro Histórico

En México, los tacos no solo son comida, los tacos son cultura. Desde el popular taco al pastor y hasta el taco de guisado, la impresionante variedad de tacos que existen en nuestro país habla de la enorme diversidad cultural que existe en México y dentro de sus ciudades. Por su diversidad, por su sabor y por su practicidad, los tacos se han convertido en el platillo favorito de las y los mexicanos, así como las personas que visitan nuestro país. Y, si te encuentras en el Centro Histórico de la CDMX y estás buscando una taquería con las tres B’s (buena, bonita y barata) tienes que darte una vuelta por Tacos Los Callejeros.

Escondida a simple vista sobre Av. 5 de Mayo, donde alguna vez estuvo el huerto del Convento de los Betlemitas, y rodeada por algunos de los edificios y negocios más icónicos del extinto Distrito Federal, se encuentra esta pequeña taquería en la que podrás encontrar una muy buena variedad de tacos de guisado, carnitas, pastor, bistec con morita, pescado y placeros ¡Incluso tienen tacos de canasta! Por si fuera poco, también tienen panuchos, quesadillas (de queso y/o con guisados) y consomé de pollo. Un menú sencillo, pero con todo lo necesario para echar el taco como se debe.

Hablemos de los guisados. Si quieres algo vegetariano, puedes echarte un taco o queca de rajas poblanas, chile relleno de queso, champiñones a la mantequilla, flor de calabaza, huitlacoche, calabacitas a la mexicana o de nopales al vapor; pero si quieres algo más carnívoro, puedes echarte uno de arroz con huevo cocido, pollo en crema de chipotle, pollo con mole, tinga de pollo, albóndigas de res, bistec en salsa morita, picadillo, conchinita pibil, chicharrón prensado o en salsa roja, longaniza entomatada o con papas o salchichas a la mexicana. Además, todos los días suelen tener guisados especiales, por lo que podrás encontrar algo diferente cada que vayas.

¿Y pa’tomar? Puedes pedirte un refresco, o mejor aún, puedes pedirte un agua fresca con la fruta de tu elección. Aunque, si eres fan de la horchata, puedes pedirte una tradicional o una con fresa, mango o melón. ¡Nada como un agua fresca para ganarle al calor y el cansancio de recorrer las calles del Centro Histórico.

Hablando de recorrer el centro, un detalle que vale la pena mencionar de Los Callejeros, es el hecho de que, además de los tacos para comer en el lugar, tienen varias botanas y antojitos para llevar con los que podrás maridar tu paseo por 5 de Mayo. Para que te des una idea de las botanitas que podrás conseguir en Los Callejeros, te cuento que tienen diferentes frutas y verduras como vasos de jícama, pepino o zanahoria con chile, de fruta de temporada y de mango fresco. También tienen bolsas de palomitas y frituas (chicharrones) y, si buscas algo dulce, puedes pedirte una gelatina de rompope, unos bombones, buñuelos o una congelada (boli) de mango con chamoy, fresa cremosa, galleta Oreo o Nutella.

Si estás recorriendo las calles del Centro Histórico y te llega la hora de la comida o si buscas una botanita pa’el camino, te recomiendo darte una vuelta por Los Callejeros y disfrutar de la propuesta taquera y botanera de este lugar. Seguramente comerás rico y sin gastar mucho dinero.

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Dirección:
 Av. 5 de Mayo #10-D, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a jueves de 9:30 a 17:30 hrs., viernes de 9:30 a 19:30 hrs., sábado de 9:30 a 20:30 hrs. y domingo de 10:30 a 18:30 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Instagram: instagram.com/loscallejerostacos
Facebook: facebook.com/LosCaIIejeros

Los Tacolotes, tacos de pastor, suadero y otros antojitos en la Nueva Santa María

Los años cuarenta marcaron una etapa crucial en el crecimiento y desarrollo del entonces Distrito Federal. Durante esta década se construyeron, o se finalizaron, varios de los grandes monumentos y edificios que hoy embellecen la ciudad, como la Diana Cazadora, el Monumento a la Raza, el Monumento a la Madre, el Cine Lido, la Casa Luis Barragán, la Ciudadela, y la Monumental Plaza de Toros México. Además, se trazaron y edificaron numerosas colonias al norte y sur de la ciudad, entre ellas la Nueva Santa María, un ejemplo de modernidad con sus casas de arquitectura colonial californiana y calles amplias adornadas con frondosos camellones.

Para los años cincuenta, la Nueva Santa María ya estaba completamente poblada, llena de locales y negocios que atendían las necesidades de sus habitantes. Aunque muchos de esos establecimientos han quedado en el olvido, algunos restaurantes han perdurado a lo largo del tiempo, abriendo sus puertas durante más de 70 años para satisfacer a nuevas generaciones. Uno de los más tradicionales es Los Tacolotes, una taquería de barrio que desde 1955 ha buscado ofrecer los auténticos sabores de México con un toque especial.

Al llegar a Los Tacolotes, un delicioso aroma a pastor te invita a entrar y buscar una mesa. Al cruzar la puerta, te recibirás con la vista de un enorme trompo de pastor que se cocina lentamente, esperando ser degustado. Una vez en tu lugar, te entregarán una extensa carta llena de opciones tentadoras. La variedad es sorprendente: arrachera, bistec, chuleta, costilla, pechuga, pastor y suadero son solo algunos de los protagonistas. Puedes disfrutar de estas carnes en diferentes presentaciones: tacos, gringas, volcantes, tacolotes en pan árabe, quesadillas, alambres, tortas o papa al horno.

Recomiendo comenzar con un queso fundido; porque, seamos honestxs, el queso es amor. Luego, no puedes dejar de probar un taco de pastor en tortilla de harina o una gringa, o aventurarte con un Tacolote, que combina bistec, pastor y queso en pan árabe. Con eso y el consomé de pollo que te ofrecen de cortesía, estarás más que satisfechx. Pero si tienes un gran apetito, o si vas en grupo y quieren compartir, la papa al horno es una opción ideal, ¡bastante grande y rellena de lo que prefieras!

Los Tacolotes es una taquería que ha conquistado el paladar de las y los vecinos de la Nueva Santa María y de muchxs otrxs que llegamos a la colonia solo para disfrutar de unos deliciosos tacos a precios accesibles. Aquí, cada persona puede encontrar un platillo que satisfaga su antojo sin tener que preocuparse por vaciar su bolsillo. Por todo esto y más, definitivamente vale la pena visitar Los Tacolotes y deleitarse con unos tacos de pastor, suadero o de lo que se te antoje.

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Dirección:
 Av. de los Maestros #542, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 13:30 a 22:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Página Web: lostacolotes.mx
Instagram: instagram.com/lostacolotes1
Facebook: facebook.com/lostacolotes

Mux, un espacio de investigación gastronóimica mexicana en la Roma

¿Qué tanto conoces de la gastronomía mexicana? Aunque hayas vivido toda tu vida en México y disfrutes a diario de sus sabores, es probable que solo hayas explorado una pequeña parte de su inmensa diversidad. Seguro que te encantan los tacos de carnitas o al pastor, y no dudas en disfrutar unas enchiladas o enfrijoladas por la mañana. Incluso, puede que te tomes el tiempo para echarte unos chiles en nogada cada temporada o para visitar los restaurantes oaxaqueños más trendy. Pero lo cierto es que la gastronomía mexicana es tan vasta que resulta casi imposible conocerla en su totalidad.

Además, muchos restaurantes, especializados o no, tienden a ofrecer solo los platillos más populares, lo que limita la oportunidad de descubrir esos sabores menos conocidos pero igual de auténticos. Si eres amante de los sabores mexicanos, Mux es el lugar ideal para ti. Ubicado en la esquina de San Luis Potosí y Jalapa, en la Colonia Roma, este restaurante te invita a un recorrido por los rincones más inesperados de nuestro país.

El nombre “Mux” proviene del idioma mam, una lengua derivada del maya, y significa “punto sagrado“. En este caso, la cocina es ese punto sagrado que conecta a las personas y culturas. Mux busca ser justamente eso: un punto de encuentro entre la Ciudad de México y las comunidades de todo el país, a través de la gastronomía.

Lo que distingue a Mux de otros restaurantes es que se trata de un espacio de investigación gastronómica. La chef Diana López se dedica a viajar por diversas comunidades, aprendiendo directamente de las y los habitantes sobre sus usos, costumbres y, por supuesto, recetas tradicionales. Al regresar a la Ciudad de México, Diana crea un menú de temporada que no solo presenta los platillos que aprendió, sino que también rinde homenaje a las comunidades y personas que conoció en su travesía.

Para que te hagas una idea, en la cuarta temporada (yo fui en septiembre 2024), Mux se centra en la Mixteca Poblana, una región al suroeste de Puebla influenciada por el pueblo mixteco. La chef visitó poblaciones como Tecali de Herrera, Zapotitlán Salinas, La Magdalena, y Atoyatempan, entre otras, donde aprendió recetas locales que van desde platillos callejeros hasta exquisitos moles.

Algunos de los platillos que podrás probar son las gorditas bandera y empanadas de requesón de los mercados, el mole rojo con habas y el tenochtle de la cocinera Tomasa García Soto, o el guaxmole de res de Fidela Enríquez Guzmán. Cada plato es una ventana a la rica historia de estas comunidades.

Pero la experiencia no termina con la comida. La barra de Mux está repleta de destilados artesanales nacionales, como mezcales, sotoles y bacanoras. Puedes disfrutarlos solos, en cocteles o acompañando tu comida, gracias a un menú de maridaje que complementa a la perfección los sabores de los platillos.

Si quieres descubrir la riqueza de la gastronomía mexicana más allá de lo que ya conoces, Mux es una parada obligatoria. La investigación culinaria de la chef Diana López te llevará a un viaje por México sin salir de la Ciudad de México. ¡Una experiencia que no te puedes perder!

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Dirección:
 Jalapa #189, esquina San Luis Potosí, Colonia Roma, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 23:00 hrs.
Costo por persona: A partir de $400 pesos
Instagram: instagram.com/mux_mexico
Facebook: facebook.com/p/Mux-100069120442941

Maya 83, un templo dedicado a la Cochinita Pibil en la Escandón

Una amiga me dijo que habían abierto un lugar de cochinita pibil muy cerca de su casa, que estaba bastante bueno, y que tenía que ir a probarla. Así que me puse de acuerdo con ella y nos fuimos a comer a Maya 83, en la Colonia Escandón. El lugar se encuentra sobre 12 de Octubre, entre Agricultura y Minería, y, por el diseño de esa calle simplemente no me podía imaginar dónde podían meter un local de comida. Sin embargo, al llegar al lugar, me encontré con lo que solía ser una casa, o quizá fue una vecindad, muy sencilla, de la que colgaba un letrero que anunciaba el lugar.

Al pasar por el portón del edificio, me encontré con un patio rodeado de unos tres cuartos (o quizá fueron viviendas) con paredes de ladrillos, y que hoy en día funcionan como cocina, almacén y restaurante. Subimos unas escaleras y entramos a un pequeño salón con unas dos o tres mesas pequeñas y una más bien comunal. En el cuarto de al lado, se veía otra mesa y una barra desde la que pueden tomar órdenes y servir bebidas. Todo sencillo, pero acogedor. En cuanto nos sentamos nos llevaron una carta tan sencilla como el lugar.

Maya 83 es un lugar sin pretensiones, pero que busca enaltecer el sabor de la cochinita pibil tradicional, con la receta que ha estado en la familia (de origen yucateco) por generaciones. Por lo mismo, en su carta solo tienen Tacos de Cochinita Pibil, Costras de Cochinita, Tamales Yucatecos (sí, de cochinita) y Chilaquiles Maya (bañados en frijol y con cochinita). Eso es todo, un menú sencillo, en el que la cochinita reina sobre todos los demás ingredientes. Y para tomar, tienen refrescos de la familia Coca-Cola, Chaparritas, Boing y Agua de Jamaica. Como verás, es un menú muy pequeño, pero que busca mantener la calidad de lo que sirven.

Como íbamos con algo de hambre, nos pedimos un Taco, una Costra y un Tamal cada quién, y así buscamos probar los diferentes platillos que ofrecen en Maya 83. Todos los platillos venían bien acompañados de una salsa de habanero y el tamal también incluía una salsa de jitomate con habanero… ¡y qué salsas! La verdad fui muy fan de las salsas y de los tres platillos que probé (de hecho repetí la Costra, pero fue por gula porque con esos tres hubiera tenido). Lo único que me faltó fue limón, y es que, por lo que me contó la chef, en Yucatán no suelen comer la cochinita sin limón.

Salí de Maya 83 con la barriga llena y el corazón contento, y con ganas de regresar muy pronto a probar sus chilaquiles. En lo personal, creo que el lugar es muy agradable, su cochinita es muy rica y el servicio es espectacular. Por todo esto y más, creo que vale mucho la pena darse una vuelta por Maya 83 si vives o trabajas en la zona de la Nápoles o Escandón.

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Dirección:
 12 de Octubre #56, Colonia Escandón, II Secc, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a domingo de 10:00 a 19:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/maya_83_cdmx
Facebook: facebook.com/profile.php?id=100088304017507&ref=xav_ig_profile_web

El Makech Púrpura, sabores yucatecos en la Narvarte

José Pedro Roque Coronado llegó a la Ciudad de México a principios de los años setenta. Dejó Tekanto, Yucatán, para convertirse en radiotécnico acá en el extinto Distrito Federal. Para 1975, su amor por la gastronomía de su natal Yucatán lo llevó a abrir un pequeño puesto de lámina en la esquina de Quemada y Cumbres de Acutzingo, en el mero corazón de la Narvarte. Y, con el paso del tiempo se fue ganando el cariño de las y los vecinos de la zona, permitiéndole abrir un sencillo restaurante llamado El Makech Púrpura en la calle de Tepozteco, muy cerca de su esquina original.

Han pasado casi 50 años de que el señor José Pedro abrió el puesto de lámina y casi 40 desde que abrieron el local. ¡Imagina todo lo que pudo pasar en ese tiempo! Miles y miles de vecinas y vecinos han comido en este lugar, consolidándolo como el más popular de la zona. Y, con el tiempo, El Makech Púrpura se convirtió en uno de los restaurantes de cochinita pibil más famosos de toda la CDMX.

¿Qué vas a encontrar en El Makech Púrpura? Básicamente Cochinita Pibil, Lechón Dorado, Pavo al Pibil, Pavo en Escabeche, Salpicón y Relleno Negro. Todo esto lo puedes pedir en taco, panucho o en torta (solo lechón, cochinita y pavo pibil); y, para acompañar también puedes pedirte una sopa de lima, un codizito, manitas de puerco al pibil o una cazuela de queso holandés, carnes de res y puerco. Para cerrar con broche de oro, puedes pedirte una jericaya, un flan napolitano, un merengue yucateco o una marquesita clásica o combinada.

Eso es todo. El Makech Púrpura es un restaurante que brilla por su sencillez y su servicio rápido. No es un lugar para sentarte a platicar por horas y horas, es más bien un lugar donde puedes sentarte y comer rico y (relativamente) barato sin perder mucho tiempo. Ese combo es probablemente el que ha hecho que se consolide como uno de los restaurantes yucatecos más populares de la CDMX. Así que, si andas en la zona de Narvarte/Del Valle y buscas un lugar para comer algo rápido y sin pretensiones, puedes darte una vuelta por El Makech Púrpura y disfrutar de su tradición yucateca.

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Dirección:
 Tepozteco #26, Narvarte Oriente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/el_maquech_purpura
Facebook: facebook.com/ElMaquechP

Tortas de Vallejo, tortas gigantes de lengua y otras delicias en La Raza

No cabe duda de que la gastronomía callejera mexicana cambió para siempre después de que a don Armando Martínez Centurión se le ocurriera vender teleras rellenas de diferentes ingredientes, por ahí de 1892. Más allá de si Don Armando inventó o no la torta, lo que sí podemos decir es que, que este señor bautizó al emparedado mexicano y lo popularizó en todo el país. De hecho, tras la ocurrencia de Armando, un gran número de personas empezaron a vender tortas en toda la capital e, incluso, en la zarzuela mexicana Las luces de los ángeles, de 1899, ya aparece un tortero como uno de los personajes. ¡Incluso José Vasconcelos afirmó vender tortas de pollo y sardina!

Entre las miles y miles y miles de torterías que existen hoy en día en la Ciudad de México, son muy pocas las que han logrado destacar, ya sea porque innovaron en su en los ingredientes o en la preparación de sus tortas. Y, entre las pocas torterías que han destacado una de las más legendarias al norte de la CDMX son las Tortas de Vallejo, mejor conocidas como las Tortas de la 7 o las Asquerosas de la 7. Ok… pero… ¿Qué tienen de especial las Tortas de Vallejo?

En Calle 7, justo en la esquina con Vallejo, y en la frontera entre Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, se encuentra un pequeño puesto de lámina que, desde muy temprano tiene una larga cola de gente esperando su torta. Y es que, desde hace más de cincuenta años, las Tortas de Vallejo han servido tortas gigantes a precios más que accesibles. Pero no te vayas con la idea de que son tortas atascadísimas de todo tipo de ingredientes y que pesan más de tres kilos; no, simplemente son tortas con una o dos proteínas, pero bien atascadas de la proteína, y acompañadas de jitomate, aguacate y unos chiles encurtidos que están ¡pa’chuparse los dedos!

La especialidad de la casa es la lengua de cerdo confitada. Pero no, no es una lengua con caramelo, es una lengua cocinada en aceita a baja temperatura, casi como con las carnitas. ¿Torta de lengua? Sí, y déjame decirte que es una experiencia casi religiosa. ¡En ningún otro lugar podrás probar una torta como esta! Pero no solo de lengua vive el/la comensal, es por eso que, en Tortas de Vallejo o Tortas de la 7 también tienen tortas más tradicionales como la de milanesa (esta es una ganadora), la de pierna, jamón o salchicha con huevo, chorizo, quesillo, queso de puerco, cubana y suiza (tres quesos), entre otras.

Aunque las Tortas de Vallejo te las sirven en un puesto de lámina a pie de calle, si no quieres comer de pie o no quieres sentarte en la banqueta (o llevarte tu torta a casa), una vez que te entregan tu bolsa con tu torta, puedes pasar al local que tienen detrás de la tortería, para sentarte cómodamente mientras te echas tu torta. Una vez en local, podrás pedirte un agua fresca, un Boing o el refresco que más te guste. Eso sí, no puedes dejar de echarle chiles encurtidos a tu torta. Y lo mejor de todo, es que con una torta y un chesco terminarás completamente satisfechx.

Tortas de Vallejo, o Tortas de la 7, es un lugar ideal si andas en la zona de La Raza / Vallejo y buscas dónde echarte una torta rica y atascada por unos cuantos pesos. Definitivamente es un lugar con las 3 B’s (bueno, bonito y barato) para comer al norte de la CDMX.

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Dirección: Calle 7 #167, Colonia Porvenir, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Horario: Abierto las 24 horas