Todas las entradas de: Rodrigo Delgado

Apasionado de la comida, siempre en busca de nuevos rincones donde disfrutar sabores únicos. Maestro de yoga y meditación, combina su espíritu tranquilo con su amor por la aventura como ciclista urbano. Admirador de la cultura mexicana, explora la magia de la Ciudad de México.

El Bosque de Tlalpan celebra el atletismo nacional con el Premio “Eduardo Castañón” y presenta a su grupo élite de corredores 2025

En el marco de la 43ª edición de la Carrera del Día del Padre Lesotris, que se correrá este domingo 15 de junio en el Bosque de Tlalpan, la comunidad deportiva se vistió de gala con dos momentos clave: la entrega del Premio “Eduardo Castañón” y la presentación oficial del grupo élite de corredores de larga distancia.

Este reconocimiento —que honra desde hace más de una década el legado del fundador del medio maratón del Día del Padre— fue otorgado este año a Lorena Ramírez, corredora rarámuri que ha conquistado admiración mundial por su fortaleza, constancia y profundo amor por el atletismo de fondo. Su figura representa no solo excelencia deportiva, sino también una conexión vital entre tradición, esfuerzo y orgullo comunitario.

Durante el mismo evento, Corredores del Bosque de Tlalpan presentó a los atletas de alto rendimiento que integran el grupo élite 2025. Estos corredores han sido seleccionados no solo por sus impresionantes marcas, sino por ser referentes de disciplina y potencial. La iniciativa busca visibilizar su trayectoria y brindar oportunidades a través de alianzas con instituciones, fundaciones y empresas que apoyen su desarrollo profesional.

Además, en colaboración con Deporte Mexicano, se anunció la entrega de becas mensuales de $10,000 pesos durante un año para el mejor corredor y la mejor corredora mexicana del grupo. Este respaldo económico permitirá que los atletas se concentren en su entrenamiento y competencias, fortaleciendo así el futuro del atletismo nacional.


Grupo élite de corredores de larga distancia 2025

🏃‍♀ Mujeres:

  • Dany Torres – 1:10 (Campeonato Mundial de Ruta, Polonia)
  • Marla Elena Valtierra – 1:13 (1/2 Maratón Valencia)
  • Mayra Sánchez Vidal – 1:14 (1/2 Maratón Querétaro)
  • Natali Mendoza Murguía – 1:14 (1/2 Maratón Mexicali)
  • Brenda Eunice Flores Muñoz – 1:15 (1/2 Maratón Viña del Mar)
  • Vianey De La Rosa – 1:16 (1/2 Maratón Mexicali)
  • Yuliana Navarro Rosales – 1:17 (Medio Maratón CDMX 2024)
  • Estela Estrada Lerma – 1:20 (Medio Maratón Veracruz)

🏃‍♂ Hombres:

  • Jorge Luis Cruz Pérez – 1:03 (1er lugar Medio Maratón de Juárez)
  • Emmanuel Ángel Reyes Montes – 1:03 (1/2 Maratón Mexicali 2025)
  • Hesiquio Flores – 1:03 / 2:11 (Ganador Maratón Lala / Maratón Valencia)
  • Diego Adolfo García Bárcenas – 1:05 (Medio Maratón Puebla)
  • Roberto Del Valle Castillo – 1:06 (21k Primavera Maravatío)
  • Asunción Zacarías Aparicio – 1:06 (21k Guadalajara)
  • Fabián Guerrero Sánchez – 1:07 (Medio Maratón Mérida)
  • Rodrigo Villegas García – 1:08 (Medio Maratón Día del Padre 2024)
  • Ismain Hernández – 1:13 (Medio Maratón Día del Padre 2022)

Pizzas Plaza, las pizzas de barrio que conquistaron el sur de CDMX

Debo confesar que tenía años queriendo conocer Pizzas Plaza, especialmente desde que vi por primera vez su sucursal sobre Miguel Ángel de Quevedo. Su fachada sencilla me dio la impresión de ser una auténtica pizzería de barrio, de esas que se ganan el cariño de lxs vecinxs a fuerza de sabor y constancia, y que poco a poco se expanden hasta tener varias sucursales. Me recordó el fenómeno de las clásicas pizzas del Mario Bros de Lindavista. Sin embargo, como buen chilango norteño, cada vez que iba al sur terminaba eligiendo algún lugar más “novedoso”. Pero ahora que paso más tiempo por esa zona, decidí que ya era hora de sacarme la espinita.

Una noche de miércoles nos organizamos y fuimos a la sucursal que está sobre División del Norte, muy cerca del metro. Desde que entré me encontré con un lugar sencillo, sin pretensiones, pero bien montado. Nos sentamos en una de las mesas pequeñas y, en cuanto nos acomodamos, un mesero llegó con el menú.

Confieso que, al ver los precios, pensé que era un poco caro en comparación con otras pizzerías de la ciudad —como la de Tommy o las franquicias de siempre—, pero no dije nada porque había ganado una apuesta y no me tocaba pagar. Para mi sorpresa, cuando llegó la pizza entendí todo: porciones generosas, bien servidas, y rebosantes de queso y toppings. Al final, comimos dos personas y todavía sobró para llevar… todo por menos de $250 pesos por cabeza, lo cual me pareció bastante razonable considerando la calidad y la cantidad.

Las pizzas de Pizzas Plaza son tradicionales, como debe ser: hay de salchicha, jamón, pepperoni, chorizo, salami, tocino y más. También tienen combinaciones populares y otras recetas de la casa como la mexicana, la cuatro quesos, la suprema, la de alambre o la especial de pastor. Para lxs que buscan algo más marino, está la de mariscos con anchoas, camarones, ostiones ahumados y atún. Y si prefieres algo más ligero, puedes acompañar tu pizza con alguna ensalada o sándwich del menú.

Pizzas Plaza es ese tipo de lugar que aún conserva el espíritu de la pizzería de barrio, a pesar de haberse expandido. Perfecta para una cena rica, sin gastar de más, y con el sabor casero que tanto se agradece. Si andas por el sur de la ciudad, ya sea por trabajo o de visita, y se te antoja una buena pizza, esta es una excelente opción.

Prepara tu Visita
Costo por persona: de $200 a $300 pesos (puedes comer por menos de $200)
Página Web: pizzasplaza.com
Facebook: facebook.com/PizzasPlazaOficial
Instagram: instagram.com/pizzasplaza

Plaza Renato Leduc: Coscomate #104 Esq. Renato Leduc, Colonia Toriello Guerra, Tlalpan

Plaza Cafetales: Av. Cafetales No. 1726, Coapa, Hacienda de Coyoacán

Plaza Xochimilco: Tierra Y Libertad 69, San Lorenzo la Cebada, Xochimilco

Coyoacán: Av Miguel Ángel de Quevedo #660, Coyoacán

Plaza Santa Ana: Avenida Santa Ana 192, Presidentes Ejidales 1ra Secc, Coyoacán

Plaza Miramontes: Canal de Miramontes B Esq, Malvas No. 2783, Jardines de Coyoacán

Nápoles: Georgia #42, Colonia Nápoles

División del Norte: Av. División del Nte. #1271, Colonia Letrán Valle

Plaza Universidad: Universidad #L07B, Del Carmen, Coyoacán

% Arábica, un rincón para aprender y disfrutar del Café en la Condesa

El mundo del café puede ser tan fascinante —o incluso más— que el del vino o la cerveza artesanal. Y es que, al igual que en esas bebidas, el sabor y la calidad de una taza de café dependen de una gran variedad de factores: desde la especie de la planta, el tipo de suelo y la altitud donde se cultiva, hasta los métodos de cosecha, fermentación, tostado, molido, preparación y temperatura de servicio. Por eso, el sabor de un americano puede cambiar radicalmente entre una cafetería de especialidad y una cadena comercial.

Para empezar a explorar este universo, hay que saber que existen muchas variedades de plantas de café, aunque en la actualidad se utilizan principalmente dos: robusta y arábica. La primera ofrece sabores más intensos y amargos, es más fácil de cultivar y, por lo tanto, más económica. La segunda, el arábica, es valorada por su perfil suave, dulce y complejo, lo que la hace ideal para cafés de especialidad. También existen variedades menos comunes como libérica y excelsa, aunque su uso es mucho más limitado.

Si ya te estás adentrando en este mundo o quieres empezar a conocerlo mejor, una buena opción para hacerlo es visitar % Arábica, la cafetería que recientemente abrió en el hotel Condesa DF. Aunque no es exactamente una cafetería independiente, sino una cadena internacional de origen japonés, su propuesta ofrece algo distinto: café de calidad en un ambiente minimalista y elegante, con precios similares a los de otras cafeterías de la zona.

¿Y qué la hace especial? Primero, que toda su oferta de café es 100% arábica, con granos provenientes de distintas regiones y altitudes, lo que garantiza variedad y riqueza de sabores. Además, en el lugar tienen una tostadora propia, lo que en teoría podría permitirte aprender más sobre el tostado del café… aunque, siendo honestos, no está del todo claro si la utilizan activamente.

Su menú es sencillo y directo, adaptado al gusto local a pesar de su origen nipón. Puedes encontrar desde un espresso o un americano hasta métodos de filtrado como Chemex, además de bebidas más elaboradas como el Kyoto Latte, Spanish Latte o Dark Latte, que combinan café con leche condensada, chocolate u otros ingredientes. También ofrecen matcha y un par de opciones de helado suave, ideales para el antojo dulce.

Y hablando de antojos, si buscas maridar tu café con pan dulce, aquí también hay buenas opciones. Aunque el surtido varía a lo largo del día, cuando fuimos, en la visita nocturna aún quedaban conchas, chocolatines, croissants y un rol de canela con arándanos que nos sorprendió por su frescura y sabor.

¿Es el mejor café de la ciudad? Probablemente no. ¿Es el más cool o el más innovador? Tampoco. Pero % Arábica sí es una excelente opción si estás en la zona y quieres disfrutar una buena taza de café, aprender un poco más sobre esta bebida y hacerlo en un lugar cómodo (si encuentras lugar) y bien diseñado, sin pagar precios excesivos. No es un café destino al que cruzarías media ciudad, pero sí un gran hallazgo para quienes pasean por la Condesa, el Parque España o sus alrededores.

Así que ya lo sabes: si estás en la zona y te antoja un café bien hecho, date una vuelta por esta nueva propuesta. Puede que no te cambie la vida, pero seguro te deja buen sabor de boca… y quizá despierta tu curiosidad por el apasionante universo del café de especialidad.

Prepara tu Visita
Dirección:
 Avenida Veracruz #102, Condesa, Ciudad de México, CDMX – Dentro del Hotel Condesa DF
Horario: Lunes a domingo de 7:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos
Página Web: arabica.com
Instagram: instagram.com/arabica.mexico

Incendios, la tragedia de la guerra de Wajdi Mouawad en el Círculo Teatral

Nawal Marwan dejó de hablar de forma inexplicable. Ni sus gemelos, ni su mejor amigo lograban entender el motivo de ese repentino y absoluto silencio. Solo sabían que, ese día, ella había acudido a la Corte Internacional y que, al regresar a casa, ya no se atrevió a pronunciar palabra alguna. Cinco años después, la mujer —originaria de un país que dejó de existir a causa de la guerra— murió sin volver a emitir un solo sonido.

Tras la muerte de su madre, los gemelos Julia y Simon deciden emprender un viaje para descubrir la verdad detrás del enigmático silencio de Nawal. Una mujer que no solo perdió la capacidad de hablar en su lecho de muerte, sino que vivió en el exilio, ocultando una historia profundamente marcada por la violencia y el amor. Los hermanos recorren el país natal de su madre, ahora devastado y dividido, en busca de un padre y un hermano que creían inexistentes. En el camino, descubren que Nawal fue mucho más que una figura materna: fue testigo, víctima y protagonista de una historia de guerra que la convirtió en leyenda.

Incendios es una de las piezas más reconocidas del dramaturgo líbano-canadiense Wajdi Mouawad. Forma parte de la tetralogía La sangre de las promesas, junto con Bosques, Litoral y Cielo, una serie de obras que reinterpreta la tragedia griega desde una perspectiva contemporánea, retomando elementos clásicos —como los de Edipo Rey o Antígona— para hablar del exilio, la guerra y la búsqueda de identidad. Esta tetralogía no solo conmueve por la fuerza de sus historias, sino que invita a una profunda reflexión sobre el dolor heredado, la memoria y el poder de la verdad.

Con el objetivo de acercar estas potentes narrativas al público mexicano, El Círculo Teatral presenta Incendios, bajo la dirección de José Sampedro. Se trata de una puesta en escena sobria en cuanto a producción, pero profundamente conmovedora en su ejecución. Las actuaciones del elenco logran capturar con precisión y fuerza emocional la complejidad de esta historia, envolviendo al público en la desgarradora vida de Nawal Marwan, también conocida como La mujer que canta.

Aunque esta última temporada de Incendios está por concluir y los boletos se agotaron desde el primer día —como si se tratara de un concierto de Bad Bunny—, vale la pena mantener viva la conversación en torno a esta obra. Porque aunque tal vez no podamos verla en 2025, Incendios es de esas historias que permanecen: una tragedia moderna que nos recuerda que el silencio también puede ser una forma de resistencia… y que a veces, romperlo, es el primer paso para sanar.

Incendios no es solo una obra sobre el dolor individual, sino sobre las heridas colectivas que deja la guerra y cómo estas atraviesan generaciones enteras. Es un recordatorio de que, incluso en medio del horror, hay historias que deben ser contadas y verdades que merecen ser escuchadas. Porque, como demuestra la travesía de Julia y Simon, entender el pasado es también una forma de reconstruir el presente y abrir camino hacia un futuro más humano.

Datos Generales
Lugar: El Círculo Teatral – Av. Veracruz #107, Colonia Condesa, Ciudad de México, CDMX
Costo del Boleto: $500 pesos (Localidades agotadas)
Funciones: Martes 20:00 hrs.
Fecha de la temporada: Hasta el 1 de juliode 2025.
Dramaturgia: Wajdi Mouawad
Dirección: José Sampedro
Actuaciones: Ana Guzmán Quintero, Lucía Madariaga, Sharon Ayon, Samantha Salgado, Enrique Arce Gómez, Saul Villa, Cesar Antulio, Marlon Perzabal y Eduardo Garcilazo

Prepárate para el juego final: vive la experiencia de El Juego del Calamar en CDMX antes del estreno de la temporada 3

Si creciste con juegos como “luz verde, luz roja” o “el piso es lava”, prepárate para revivirlos como nunca antes. Del 19 al 22 de junio, El Juego del Calamar llega a la Ciudad de México con una experiencia inmersiva en la que podrás enfrentarte a desafíos inspirados en la exitosa serie de Netflix… y también a clásicos de la infancia mexicana, pero reinventados bajo la despiadada lógica de la historia coreana.

📅 ¿Cuándo y dónde será la experiencia de El Juego del Calamar en CDMX?

El evento se llevará a cabo del miércoles 19 al sábado 22 de junio en Durango 275, colonia Roma, en un horario que podrás elegir entre las 10:00 y las 21:00 h (el domingo 22 el acceso estará disponible hasta las 19:00 h).

📝 ¿Cómo registrarse?

El registro ya está abierto y el acceso será gratuito, pero con cupo limitado, así que deberás asegurar tu lugar lo antes posible. Solo quienes cuenten con registro confirmado podrán ingresar al evento.

📌 Importante:

  • Solo podrán participar personas mayores de edad
  • Es indispensable llevar una identificación oficial
  • No habrá guardarropa, así que se recomienda asistir con ropa cómoda y pocas pertenencias
  • La puntualidad es clave para disfrutar la experiencia completa

🎬 ¿Por qué no te lo puedes perder?

Porque esta será la oportunidad perfecta para sumergirte en el universo de El Juego del Calamar justo antes del estreno mundial de la tercera temporada, que llega a Netflix el 27 de junio.

Ya lo sabes: si quieres sentir la adrenalina, poner a prueba tus reflejos y ver si sobrevivirías al último juego, esta experiencia es para ti.

Colonia Doctores, descubre la historia y rincones de este emblemático barrio

Ubicada en el corazón de la Ciudad de México, dentro de la alcaldía Cuauhtémoc, la colonia Doctores es una de las más antiguas, tradicionales y llenas de historia de la capital. Con calles que rinden homenaje a destacados médicos mexicanos del siglo XIX y una gran riqueza arquitectónica y cultural, esta colonia es mucho más que la sede de la Arena México o del Hospital General: es una ventana al pasado de la capital.

¿Por qué se llama colonia Doctores?

Aunque originalmente se planeó que llevara el nombre de Colonia Hidalgo, el uso popular y la nomenclatura de sus calles hicieron que adoptara el nombre de colonia Doctores. Esto se debe a que en la zona se contruyeron hospitales como el Hospital General de México (fundado en 1905) y posteriormente el Centro Médico Siglo XXI y, por lo mismo, se decidió que sus avenidas y calles fueran nombradas en honor a médicos prominentes del siglo XIX, como Dr. Vértiz, Dr. Río de la Loza, Dr. Lucio y Dr. Lavista, entre otros. Así, el homenaje a estos profesionales de la salud terminó dándole identidad a todo el barrio.

Un barrio con raíces virreinales

La historia de la colonia Doctores se remonta al Virreinato de la Nueva España, cuando esta zona era conocida como el barrio de las Atarazanas Nuevas y después como el Barrio de Belén. A lo largo del tiempo, ha sido testigo de muchos cambios, desde el establecimiento de capellanías y templos novohispanos hasta la llegada del tranvía eléctrico en el siglo XIX, cuando la zona conocida como “La Indianilla” fue adquirida por empresas ferroviarias para el resguardo de los carros.

Fue a finales del siglo XIX que comenzaron los planes de fraccionamiento, y en 1889 se aprobó oficialmente la urbanización de los terrenos. Desde entonces, se consolidó como una de las primeras colonias modernas de la capital.

Las calles con nombre y apellido

Uno de los sellos más característicos de la colonia Doctores es su peculiar nomenclatura. Entre sus calles más importantes destacan:

  • Dr. José María Vértiz: pionero de la oftalmología en México, realizó cientos de operaciones de cataratas y fue fundador de la Academia Nacional de Medicina.
  • Dr. Leopoldo Río de la Loza: químico y médico reconocido por su labor durante la epidemia del cólera y por sus avances en la obtención de oxígeno en laboratorio.
  • Dr. Rafael Lucio: estudioso de la lepra, dirigió el Hospital de San Lázaro y fue docente de la Facultad de Medicina.
  • Dr. Rafael Lavista: originario de Durango, dirigió el Hospital de San Andrés y fue un referente en la educación médica del país.

Estas calles no solo conectan físicamente la colonia, sino que también representan un homenaje permanente a figuras fundamentales en la historia de la medicina en México.

Lugares de interés en la colonia Doctores

Además de su historia y su traza urbana, la colonia Doctores cuenta con varios espacios emblemáticos que vale la pena conocer:

  • Arena México: conocida como “la Catedral de la Lucha Libre”, inaugurada en 1933. Con capacidad para 17,000 personas, es uno de los recintos más icónicos del deporte-espectáculo mexicano.
  • Hospital General de México: construido a finales del Porfiriato y diseñado por Roberto Gayol. Fue uno de los primeros hospitales de especialidades del país.
  • Museo del Juguete Antiguo México (MUJAM): una joya escondida para nostálgicos y curiosos, con miles de piezas que cuentan la historia de los juguetes en el país.
  • Templo de Belén de los Mercedarios: una de las construcciones religiosas que aún conservan parte del legado virreinal.
  • Centro Escolar Revolución: construido sobre los terrenos de la antigua Cárcel de Belén. Este recinto cuenta con murales de alumnos de Diego Rivera y es considerado patrimonio artístico nacional.
  • Casa campestre de Porfirio Díaz: hoy convertida en escuela, ubicada en Dr. Jiménez esquina Dr. Navarro.
  • Mercado Hidalgo y Mercado Morelia: espacios tradicionales para disfrutar de la gastronomía local.
  • Jardín Artes Gráficas y Plaza Lázaro Cárdenas: puntos de encuentro y esparcimiento con historia y vida cotidiana.

Curiosidades y datos que quizá no sabías

  • La primera escuela para mujeres obreras del país fue fundada aquí por Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz.
  • El Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, reconstruida tras la Decena Trágica, conserva un gran valor histórico.
  • En el Panteón del Campo Florido, desaparecido en el siglo XIX, fue sepultada la hermana de José Martí, el prócer cubano.
  • Tras el sismo de 1985, la colonia sufrió importantes transformaciones urbanas y la pérdida de varios edificios históricos.

¿Sabías que la colonia Doctores es mucho más que lucha libre y hospitales? Su historia, sus calles con nombres llenos de significado y su rica vida cultural la hacen un rincón imperdible de la capital mexicana. ¡Anímate a conocerla!

Avenida Doctor Balmis, un homenaje al médico que trajo la vacuna de la viruela a México

En el corazón de la Colonia Doctores, una de las zonas más conflictivas de la Ciudad de México, encontramos una avenida con un nombre que guarda una historia fascinante: la avenida Doctor Balmis (Eje 2 Sur). Lejos de ser solo una dirección más en el mapa urbano, esta vialidad rinde homenaje a uno de los héroes menos conocidos pero más importantes de la historia médica mundial: Francisco Javier de Balmis, el médico que lideró la primera gran campaña internacional de vacunación.

¿Quién fue el doctor Francisco Javier de Balmis?

Nacido en Alicante, España, en 1753, Francisco Javier de Balmis y Berenguer fue un cirujano militar, médico de la corte del rey Carlos IV y un apasionado por la salud pública. Se formó en medicina en hospitales de España, Cuba y México, donde además investigó remedios naturales como el agave y la begonia. Sin embargo, su mayor legado llegó cuando decidió encabezar una misión sin precedentes: llevar la vacuna contra la viruela desde Europa hasta América y Asia, en una época en la que ni siquiera existía la refrigeración ni los frascos de vidrio sellados.

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna

En 1803, Balmis convenció al rey Carlos IV de la urgencia de proteger a las colonias del devastador virus de la viruela. Así nació la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, conocida también como la Expedición Balmis. El objetivo era claro: transportar el virus atenuado de la viruela vacuna (desarrollado por Edward Jenner) y aplicarlo de forma gratuita a miles de personas en América, Asia y África.

¿Pero cómo transportar una vacuna en el siglo XIX? Balmis ideó una solución ingeniosa, pero que hoy sería poco ética: 22 niños huérfanos servirían como “cadena viva” del virus. A uno se le inoculaba la vacuna; diez días después, cuando aparecían las pústulas, se extraía el fluido y se aplicaba al siguiente niño. Así, de brazo en brazo, la vacuna sobrevivió el largo viaje en barco desde La Coruña, España, hasta Veracruz y la Ciudad de México, pasando por Puerto Rico, Venezuela, Cuba y Filipinas.

De Europa al Nuevo Mundo (y más allá)

Balmis llegó a la Ciudad de México en 1804, donde tuvo que convencer al virrey José de Iturrigaray de los beneficios de la vacuna. Finalmente, lo logró, y tanto el virrey como su hijo fueron vacunados, lo que abrió la puerta a la inmunización masiva en el virreinato de la Nueva España. Posteriormente, Balmis llevó la vacuna aún más lejos: a Manila, en las Filipinas, a Macao y Cantón en China, y hasta a la isla de Santa Elena en el Atlántico Sur.

Gracias a esta expedición —que muchxs consideran el inicio de la salud pública global— más de medio millón de personas fueron vacunadas directamente, y millones más fueron protegidas por las instituciones de salud creadas tras su paso: Juntas Sanitarias y Casas de Vacunación.

Un legado que vive en la CDMX

En reconocimiento a esta gesta médica y humanitaria, la Ciudad de México decidió nombrar una de las calles de la Colonia Doctores como Doctor Balmis. Es un pequeño pero poderoso recordatorio de que la ciencia, el coraje y la compasión pueden salvar vidas, incluso en las condiciones más difíciles.

Así que la próxima vez que camines por la calle Doctor Balmis, recuerda que estás pisando terreno con historia. No solo es una vialidad más: es un homenaje a un hombre que, con ingenio y determinación, llevó la esperanza de vida a miles de personas a través del Atlántico y más allá.

Plaza de Santa Veracruz, historia, misterio, muerte y tranquilidad en el Centro Histórico de CDMX

En pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, a unos pasos de la Alameda Central y sobre la transitada avenida Hidalgo, se encuentra un rincón lleno de historia, espiritualidad y belleza: la Plaza de Santa Veracruz. Aunque muchas veces pasa desapercibida por quienes se apresuran hacia el Museo Franz Mayer o el Museo Nacional de la Estampa, esta plaza es un tesoro urbano que ha sobrevivido al paso de los siglos, los sismos y los incendios.

Un lugar con cinco siglos de historia

La Plaza de Santa Veracruz se estableció en el siglo XVI y ha mantenido, sorprendentemente, su trazo original desde entonces. En sus inicios, este espacio era parte del atrio de la Iglesia de la Santa Veracruz, una de las parroquias más antiguas de la ciudad, cuya historia se remonta a una hermandad fundada por Hernán Cortés en agradecimiento por haber llegado a Veracruz un Viernes Santo de 1519.

La parroquia sin campana… y con mucha historia

La actual Iglesia de la Santa Veracruz fue construida entre 1759 y 1776 en estilo barroco, con una majestuosa fachada churrigueresca que aún se puede admirar. Se le conocía como “la parroquia sin campana” porque, aunque sus torres se terminaron en el siglo XVIII, su campanario no se instaló sino hasta mediados de 1800. En su interior se veneran imágenes tradicionales como el Cristo de los Siete Velos y la Virgen de los Remedios, esta última también conocida como La Gachupina, una figura ligada a la historia de los españoles en México.

La iglesia fue también el lugar de descanso final del escultor y arquitecto Manuel Tolsá, figura clave del periodo virreinal. Sin embargo, en 2020, un incendio dañó gravemente el templo, que aún permanece en proceso de restauración.

Un espacio que cuenta la historia de la ciudad

Durante siglos, la plaza ha sido testigo de momentos históricos. En 1768, por ejemplo, fue el lugar donde se celebró el funeral colectivo de casi 500 personas que murieron en un terremoto. A lo largo del tiempo, también albergó el Mercado de las Flores, que fue trasladado ahí desde la Catedral Metropolitana en 1927 por su cercanía con agencias funerarias y el Panteón de San Fernando.

En la década de 1960, durante los Juegos Olímpicos de 1968, la plaza vivió una transformación que la convirtió en foro al aire libre y escenario cultural, como se puede ver en la película Los Caifanes.

Un rincón para lectorxs, caminantes y curiosxs

Hoy en día, la Plaza de Santa Veracruz ofrece un respiro del bullicio citadino. Con su vegetación, tres fuentes y las majestuosas fachadas de los templos de Santa Veracruz y San Juan de Dios —éste último parte del antiguo Hospital de los Desamparados, hoy Museo Franz Mayer—, este espacio se ha convertido en un punto de encuentro para coleccionistas de libros que intercambian ejemplares los sábados tras haber participado en subastas en línea.

La plaza también es un alto obligado para quienes siguen rutas culturales por la Alameda Central, la Ruta de Cuepopan o la Colonia Guerrero. Aunque pareciera estar ligeramente hundida, ese detalle arquitectónico cuenta otra parte de su historia: el hundimiento natural del suelo de la ciudad, y los esfuerzos por conservar sus edificaciones originales, como cuando en 1926 se excavó para rescatar parte de la antigua calzada prehispánica de Tlacopac.

Una joya oculta que merece ser visitada

Entre árboles, historia, arte sacro y arquitectura barroca, la Plaza de Santa Veracruz es una de las plazas más bellas y tranquilas del Centro Histórico. Visitarla es caminar sobre siglos de historia y dejarse sorprender por un sitio que sigue latiendo con fuerza en el corazón de la ciudad.

Pyramid Center, una pirámide egipcia en medio del caos de la Ciudad de México

Entre los cientos de edificios que pueblan la capital mexicana, hay uno que no pasa desapercibido por ninguna razón… aunque tal vez no por las razones que imaginas. Se trata del Pyramid Center, un edificio con forma de pirámide egipcia que se alza, no a orillas del Nilo, sino del Río Churubusco, en la colonia Portales, alcaldía Benito Juárez.

Sí, leíste bien: una pirámide egipcia en la CDMX. Esta extraña joya de la arquitectura capitalina fue construida en los años 80 por el arquitecto Ibáñez Gill, de quien no se tienen muchos más registros en el ámbito arquitectónico, pero cuyo legado vive (y resiste) en esta estructura de siete pisos con forma triangular que recuerda a las monumentales construcciones de Guiza… aunque con un estilo muy “chilango”.

Un diseño único que no deja a nadie indiferente

El Pyramid Center está recubierto con cristales tornasolados en tonos azules, lilas y verdes, que, con el paso del tiempo, se han ido deslavando, dándole un aire melancólico, casi poético. En la cima, flanqueado por dos tradicionales tinacos blancos, se lee el nombre del edificio en letras que imitan jeroglíficos egipcios: Pyramid Center.

Su forma piramidal, con cada piso más pequeño que el anterior, lo convierte en un punto de referencia inconfundible desde el Circuito Interior, pero también ha sido motivo de innumerables memes, críticas y hasta concursos. En redes sociales, muchxs lo han calificado como “el edificio más feo de la CDMX”, “una broma arquitectónica” o simplemente “una locura ochentera que se salió de control”. Incluso, en una encuesta recreativa realizada por el arquitecto EXA, ganó el primer lugar como el edificio más feo de la ciudad.

Más que una fachada excéntrica: un edificio con vida propia

Aunque en internet abunden los comentarios que aseguran que está abandonado, la realidad es que el Pyramid Center sigue vivo. Alberga una variedad de negocios y oficinas: desde talleres automotrices, asesorías de negocios y tiendas de componentes electrónicos, hasta un consultorio psicológico y una tienda de plantas.

Por cierto, si visitas el edificio y subes al último piso, no te olvides de saludar a los emblemáticos tinacos, que se han convertido en los verdaderos faraones del lugar.

¿Por qué tanto odio?

La arquitectura, como cualquier arte, es subjetiva. Lo que a unos les parece feo, a otros les puede parecer encantador, o al menos interesante. El Pyramid Center representa esa mezcla entre la nostalgia ochentera, la funcionalidad urbana, y una creatividad sin filtros que también es parte de la identidad visual de la CDMX.

En una ciudad donde conviven maravillas coloniales como la Catedral Metropolitana o el Palacio Nacional, con íconos modernos como la Torre Reforma o el Museo Soumaya, el Pyramid Center ocupa su lugar como un símbolo de la arquitectura ecléctica y sin complejos que caracteriza a la capital mexicana.

¿Vale la pena visitarlo?

Si te apasiona la historia del antiguo Egipto, los edificios fuera de lo común o simplemente te gusta explorar las rarezas urbanas de la CDMX, el Pyramid Center es un must. Además, está muy bien ubicado: lo encuentras en Av. Río Churubusco 59, colonia Portales, justo en medio del caos, los cláxones y el eterno flujo de autos del Circuito Interior.

Quizá no sea bonito para todos los ojos, pero definitivamente es inolvidable. ¿Y quién sabe? Tal vez al visitarlo termines encontrando belleza en lo que muchos consideran feo.

El Zócalo de la Ciudad de México, el corazón político, histórico y cultural del país

La Plaza de la Constitución, mejor conocida como el Zócalo, es mucho más que una explanada monumental en el centro de la Ciudad de México: es el corazón simbólico, político y social del país. Situada en el Centro Histórico, esta plaza ha sido, a lo largo de los siglos, el epicentro de decisiones, celebraciones, movilizaciones y expresiones culturales que han marcado el rumbo de México.

Un espacio con profunda carga simbólica

El Zócalo está rodeado por algunos de los edificios más emblemáticos de la vida pública y religiosa del país: el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo; la Catedral Metropolitana, símbolo de la herencia católica novohispana; y el Edificio de Gobierno de la Ciudad de México. En el centro ondea una monumental bandera tricolor, izada con honores en fechas patrias.

Desde tiempos prehispánicos, este lugar fue el centro político y ceremonial de Tenochtitlan, capital del imperio mexica. Allí se alzaban templos, palacios y calzadas que conectaban la gran ciudad con sus alrededores. Tras la conquista en 1521, los españoles demolieron las estructuras indígenas y sobre sus ruinas construyeron la nueva capital del virreinato de la Nueva España. Así nació la Plaza Mayor, concebida como espacio cívico, comercial y religioso.

Durante el periodo virreinal, la plaza fue escenario de mercados, corridas de toros, ejecuciones públicas, procesiones religiosas y celebraciones reales. Fue rebautizada como Plaza de la Constitución en 1813, en honor a la Constitución liberal de Cádiz de 1812, aunque ese nombre oficial no logró desplazar el apodo popular que se consolidaría años después.

¿Por qué se llama Zócalo?

El nombre “Zócalo” tiene un origen curioso que refleja la historia urbana de la Ciudad de México. En 1843, el entonces presidente Antonio López de Santa Anna ordenó la construcción de un monumento a la Independencia en el centro de la plaza. El proyecto contemplaba una columna coronada por una estatua alegórica, sobre un gran pedestal o zócalo.

Sin embargo, el monumento nunca se completó. Solo se llegó a construir la base de la columna —es decir, el zócalo—, que permaneció sola e inconclusa durante décadas en el centro de la plaza. Esta estructura se volvió un punto de referencia tan conocido que lxs habitantes de la ciudad comenzaron a llamar al lugar “el Zócalo”.

Con el tiempo, aunque la estructura fue retirada, el nombre popular persistió y se volvió oficial en el habla cotidiana. Tanto fue así, que otras plazas del país comenzaron a ser llamadas “zócalos” por extensión, aunque originalmente ese término solo designa la base de una columna o pedestal.

Celebraciones y concentraciones masivas

Ceremonia del Grito de Dolores

Uno de los rituales patrios más emblemáticos ocurre cada 15 de septiembre a las 23:00 horas: la ceremonia del Grito de Independencia. Esta tradición fue instaurada oficialmente por el presidente Antonio López de Santa Anna en 1845 para honrar la memoria del cura Miguel Hidalgo y los héroes independentistas. Aunque el Grito original ocurrió en la madrugada del 16 de septiembre, Santa Anna prefirió la noche del 15, según el cronista Artemio del Valle Arizpe, “para evitar la fatiga de despertarse a horas tempranas para festejar el acontecimiento”.

Desde el balcón principal de Palacio Nacional, el presidente de la República encabeza el acto, gritando los nombres de los héroes patrios y ondeando la bandera nacional ante miles de personas reunidas en el Zócalo. Esta ceremonia se ha convertido en uno de los eventos más representativos del calendario cívico mexicano.

Desfile cívico-militar del 16 de septiembre

El 16 de septiembre, Día de la Independencia, se celebra con un desfile cívico-militar que recorre Paseo de la Reforma hasta llegar al Zócalo, replicando la ruta que siguió el Ejército Trigarante cuando entró a la ciudad el 27 de septiembre de 1821. Esta tradición comenzó en 1825 bajo el mandato de Guadalupe Victoria y se consolidó con el tiempo como una muestra del poderío militar y la unidad nacional.

La participación de la Fuerza Aérea Mexicana inició en 1917, y desde entonces ha sido una presencia constante. Aunque en 1921 Álvaro Obregón trasladó el desfile al 27 de septiembre para conmemorar el centenario de la Consumación, en 1935 Lázaro Cárdenas ordenó que regresara al 16 de septiembre, instaurando una tradición que perdura hasta hoy.

Desfile cívico-militar atlético del 20 de noviembre

El aniversario de la Revolución mexicana también se celebra con un desfile especial. Aunque sus primeras versiones datan de 1930, fue oficializado en 1936 y desde 1941 contó con la presencia presidencial. Este desfile, además de las fuerzas armadas, integraba demostraciones deportivas, tablas rítmicas y participaciones de atletas destacadxs.

Después de su cancelación en 2006, fue restablecido en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador con un formato renovado que retoma tanto el carácter atlético como el cívico-militar del evento.

Desfile del Día del Trabajo

Cada 1 de mayo, el Zócalo fue durante décadas punto de encuentro de sindicatos, trabajadores y organizaciones campesinas. Aunque hubo manifestaciones desde 1913, fue hasta 1922 que se oficializó la conmemoración del Día del Trabajo. A partir de 1940, la Confederación de Trabajadores de México (CTM), liderada por Fidel Velázquez, se convirtió en la organizadora central del desfile.

Durante décadas, el presidente presenciaba el paso de los contingentes desde el balcón de Palacio Nacional. Sin embargo, el desfile oficial fue cancelado definitivamente en 1995.

Ceremonias de honores e izamiento de la bandera monumental

En el Zócalo se realizan ceremonias de arriaje y honores a la bandera monumental en fechas significativas como el 24 de febrero (Día de la Bandera), 15 y 16 de septiembre (Independencia de México), y 20 de noviembre (Revolución Mexicana). Estos actos solemnes refuerzan el simbolismo del Zócalo como espacio patriótico por excelencia.

El Zócalo y el presidencialismo mexicano

Con la consolidación del régimen presidencialista en el siglo XX, el Zócalo adquirió un papel central en la escenificación del poder. La plaza ha sido el escenario de tomas de protesta, informes de gobierno, celebraciones oficiales y actos de respaldo al presidente en turno.

Durante la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre de 2018, más de 150 mil personas se reunieron en el Zócalo para un evento artístico y político donde recibió simbólicamente el bastón de mando de representantes de los pueblos indígenas. Un acto inédito que reflejó la voluntad de acercar el poder presidencial a la ciudadanía.

Históricamente, también fue el lugar de manifestaciones de apoyo popular a decisiones presidenciales trascendentales, como la expropiación petrolera de 1938 con Lázaro Cárdenas, o la nacionalización de la banca en 1982 con José López Portillo.

Conciertos masivos y cultura popular

Además de su papel político, el Zócalo se ha convertido en uno de los escenarios culturales más importantes de México. Aquí han tenido lugar conciertos gratuitos que han reunido a multitudes de hasta cientos de miles de personas. Entre los más memorables se encuentran:

  • Juan Gabriel (1 de enero de 2000): 350,000 asistentes – récord absoluto.
  • Grupo Firme (25 de septiembre de 2022): 280,000 asistentes.
  • Los Fabulosos Cadillacs (3 de junio de 2023): 300,000 asistentes.
  • Vicente Fernández (14 de febrero de 2009): 217,000 asistentes.
  • Shakira (27 de mayo de 2010): 210,000 asistentes.
  • Justin Bieber, Paul McCartney, Rosalía, Interpol, entre muchos otros.

También destaca el concierto “Estamos Unidos Mexicanos” realizado el 8 de octubre de 2017 en apoyo a los damnificados por los sismos de septiembre de ese año, que reunió a 170,000 personas.

Un escenario de la vida cívica y cultural nacional

El Zócalo no es sólo una plaza: es el escenario donde se inscriben los momentos más significativos de la historia contemporánea de México. Desde protestas sociales hasta fiestas patrias, desde mítines presidenciales hasta festivales de música, este espacio ha sido testigo de los cambios, resistencias y celebraciones del pueblo mexicano.

Su fuerza simbólica radica en su capacidad de reunir a miles de personas en un solo sentir: el de pertenencia a una nación en constante transformación.