Archivos de la categoría Historia del Metro

Metro Revolución, puerta al Monumento y la historia mexicana

La estación Revolución es parte de la Línea 2 del Metro de la Ciudad de México y está ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, en el centro de la capital. Su nombre hace referencia al Monumento a la Revolución Mexicana, un majestuoso ícono arquitectónico que se encuentra a solo unos pasos al sur de la estación. Este monumento fue diseñado por el arquitecto Carlos Obregón Santacilia y se inauguró en 1938, utilizando la estructura inconclusa del Palacio Legislativo, obra original del arquitecto francés Émile Bénard. El logotipo de la estación representa precisamente la silueta de este importante monumento.

La estación Revolución es una parada estratégica para residentes y visitantes de las colonias Tabacalera y Buenavista, dos zonas históricas de la ciudad. Las entradas de la estación se encuentran en ambos lados de la Calzada de México-Tenochtitlán (anteriormente conocida como Puente de Alvarado), parte del antiguo camino que conectaba Tenochtitlan con Tacuba.

Desde esta estación, las y los visitantes pueden explorar sitios emblemáticos como:

  • Frontón México, ubicado en la Plaza de la República, famoso por sus juegos de pelota vasca y su arquitectura art déco.
  • Museo Nacional de San Carlos, que alberga una valiosa colección de arte europeo y se localiza sobre la Calzada de México-Tenochtitlán.
  • Museo Universitario del Chopo, situado en la colonia Santa María la Ribera, conocido por su impresionante estructura de hierro y cristal.

En 2018, la estación Revolución registró una afluencia superior a 10 millones de pasajeros, lo que la convierte en una de las más transitadas de la Línea 2. En 2014, su afluencia promedio anual fue de 20,926 personas, lo que demuestra su importancia para la movilidad en esta parte de la ciudad.

Un paseo desde la estación hacia la colonia Tabacalera es una experiencia enriquecedora. Esta colonia, conocida por sus calles amplias y su arquitectura de principios del siglo XX, es también vecina del emblemático Paseo de la Reforma, uno de los corredores más pintorescos de la Ciudad de México.

Metro Hidalgo, historia, tragedia y patrimonio en el corazón de la CDMX

La estación Hidalgo es una de las más importantes del Metro de la Ciudad de México, ya que conecta las Líneas 2 y 3, facilitando el tránsito de miles de personas cada día. Se ubica en la alcaldía Cuauhtémoc, en el centro de la ciudad, y recibe su nombre debido a su cercanía con la Avenida Hidalgo, una de las vías principales de esta zona histórica. El ícono de la estación representa la silueta de Miguel Hidalgo y Costilla, el padre de la Independencia Mexicana, cuyo legado inspiró el movimiento que cambió el rumbo del país.

La estación Hidalgo es conocida no solo por su valor histórico, sino también por un curioso fenómeno ocurrido en su interior. En el suelo de la estación, una filtración de agua formó una figura que muchos aseguran asemeja la imagen de la Virgen de Guadalupe. Esta pieza del piso fue retirada y colocada en el exterior de la estación, cerca del acceso más próximo a la Iglesia de San Hipólito, donde miles de fieles acuden a observarla.

Lamentablemente, la estación Hidalgo también fue escenario de un trágico suceso el 2 de agosto de 2023, cuando un homicidio-suicidio conmocionó a la ciudad. Poco después de las 16:00 horas, un hombre arrojó a una mujer a las vías del tren, justo cuando un convoy modelo NM-02 llegaba a la estación. Instantes después, el agresor también se lanzó a las vías, provocando la muerte de ambos. La víctima fue identificada, de 19 años, cuyos restos fueron entregados a sus familiares para su sepultura. Sin embargo, la identidad del agresor sigue siendo desconocida, y la Fiscalía de la Ciudad de México continúa investigando el caso para esclarecer los motivos de este lamentable evento.

A pesar de estos episodios, la estación Hidalgo sigue siendo un punto clave para quienes desean explorar la oferta cultural del centro de la ciudad. Entre los sitios de interés cercanos destacan:

En 2014, la estación Hidalgo registró una afluencia promedio anual de 30,682 personas, consolidándose como una de las estaciones más concurridas del sistema, especialmente por su ubicación estratégica y su conexión con importantes zonas de la ciudad.

Metro Cuatro Caminos, una estación de conexión entre rumbos y memorias

El Metro Cuatro Caminos es una de las estaciones más emblemáticas de la Ciudad de México, ubicada en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México. Esta terminal poniente de la Línea 2 no solo es un importante centro de conexión para miles de personas diariamente, sino que también es un punto cargado de historia y simbolismo que conecta tiempos prehispánicos con la modernidad urbana.

El nombre Cuatro Caminos tiene raíces profundas en la época prehispánica. La zona donde hoy se encuentra la estación era conocida como Nauh-Campa, que en náhuatl significa hacia los cuatro rumbos, o Nahui-Calli-Pan, sobre las cuatro casas. Este lugar era el punto de encuentro de cuatro caminos principales:

  • Al norte, el camino llevaba hacia Azcapotzalco.
  • Al sur, conducía hacia Chapultepec.
  • Al poniente, se dirigía hacia Naucalpan.
  • Al oriente, llevaba a la gran ciudad de Tenochtitlan.

Estos antiguos caminos, que conectaban diversos puntos clave de la región, fueron la base para que la zona recibiera el nombre que hoy en día resuena con historia y tradición.

El isotipo que identifica a la estación representa la silueta de la cúpula geodésica del Toreo de Cuatro Caminos, una icónica plaza de toros que se encontraba en las inmediaciones. Esta estructura fue un símbolo arquitectónico y social durante décadas, pero fue demolida en 2008. A pesar de su desaparición física, la memoria del Toreo sigue viva en el ícono de la estación y en el recuerdo de quienes vivieron su esplendor.

Los alrededores de la estación Cuatro Caminos, conocidos popularmente como “el paradero”, son uno de los puntos neurálgicos de transporte en el área metropolitana. Desde aquí parten rutas hacia Toluca y municipios clave del Estado de México como Naucalpan, Atizapán, Tlalnepantla y Huixquilucan, además de conectar con diversos destinos dentro de la Ciudad de México. Esta intensa movilidad convierte a Cuatro Caminos en una de las estaciones más transitadas de la red, llegando a ser la segunda más concurrida en 2014, con un promedio diario de más de 105 mil pasajeros, solo detrás de la estación Indios Verdes.

Cuatro Caminos tiene también el honor de ser la primera estación del Metro en inaugurarse fuera del entonces Distrito Federal. Abrió sus puertas al público el 22 de agosto de 1984, junto con la estación vecina Panteones, consolidándose como la terminal poniente definitiva de la Línea 2. Este hecho marcó un hito en la expansión del Sistema de Transporte Colectivo hacia el Estado de México.

Además del constante movimiento y el bullicio del paradero, la zona cuenta con un espacio cultural destacado: el Foto Museo Cuatro Caminos, que ofrece exposiciones de arte contemporáneo y actividades culturales que contrastan con el dinamismo comercial del área.

El Metro Cuatro Caminos es mucho más que una terminal: es un punto de encuentro entre la historia, la movilidad y la cultura, donde convergen los ecos del pasado con las historias cotidianas de quienes transitan por sus andenes.

Metro Panteones: un viaje entre historia, memoria y arte funerario

El Metro Panteones es una de las estaciones más enigmáticas de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo, esta estación recibe su nombre por su proximidad a varios cementerios históricos de la capital, convirtiéndola en un espacio donde convergen el pasado, la arquitectura funeraria y la memoria de diversas comunidades que han dejado su huella en la ciudad.

El nombre de la estación Panteones hace referencia a la cercanía con tres importantes cementerios:

  • El Panteón Español, fundado en 1886 como parte del Hospital Español de México, construido para atender a la comunidad de origen español. Su arquitectura combina estilos gótico y neoclásico, destacando por su majestuosidad y el legado histórico que resguarda.
  • El Panteón Francés de San Joaquín, inaugurado en 1942 para sustituir al Panteón Francés de la Piedad, debido a su clausura y saturación en 1940. Este espacio también sigue una línea gótica y neoclásica, reflejando la influencia francesa en la arquitectura funeraria de la época.
  • El Panteón Alemán, fundado en 1917 por la comunidad alemana residente en México. A diferencia de otros panteones, su diseño resalta por la preservación de espacios naturales, priorizando áreas verdes sobre monumentos mortuorios, en un claro reflejo de la arquitectura tradicional alemana.

El isotipo que identifica a la estación Panteones representa la silueta de una cripta mortuoria, evocando la solemnidad y el misterio asociados a estos espacios de descanso eterno. Esta imagen es un recordatorio visual del significado del lugar y rinde homenaje a la historia y la arquitectura que rodean la zona.

Uno de los aspectos más interesantes de esta estación es que en sus andenes alberga reproducciones de esculturas prehispánicas relacionadas con la muerte, ofreciendo a las y los usuarios un recorrido simbólico por la cosmovisión mesoamericana del tránsito entre la vida y la muerte. Estas piezas permiten reflexionar sobre cómo diferentes culturas han representado el fin de la existencia, otorgando al espacio una dimensión cultural que va más allá de su función como estación del Metro.

La estación Panteones fue inaugurada el 22 de agosto de 1984, junto con su vecina Cuatro Caminos, siendo parte del crecimiento del Metro hacia el poniente de la ciudad. Desde entonces, ha servido como punto de acceso a una zona cargada de historia y tradiciones que continúan vivas en la memoria colectiva.

Metro Panteones no solo conecta a las y los viajeros con su destino, sino que también los invita a reflexionar sobre la historia y la trascendencia de aquellxs que descansan en estos espacios. Es un recordatorio de que la memoria perdura en cada rincón de la ciudad, donde el pasado y el presente convergen en un viaje cotidiano.

Metro Cuitláhuac, un homenaje al líder que resistió ante los españoles

El Metro Cuitláhuac es una de las estaciones de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo, esta estación no solo conecta a miles de usuarios diariamente, sino que también recuerda la valentía y el liderazgo del penúltimo tlatoani mexica, Cuitláhuac, quien luchó contra los conquistadores españoles durante la emblemática Noche Triste.

El nombre de la estación proviene de la Avenida Cuitláhuac, que a su vez rinde homenaje a Cuiltahuatzin, mejor conocido como Cuitláhuac. Tras la muerte de Moctezuma II en junio de 1520, Cuitláhuac asumió el mando de la gran Tenochtitlán en uno de los momentos más críticos de su historia.

Durante ese periodo, Hernán Cortés había tomado prisioneros a Moctezuma y a varios líderes mexicas, incluido Cuitláhuac. Sin embargo, cuando Moctezuma pidió a Cortés liberar a su hermano para negociar la paz, Cuitláhuac, lejos de someterse, sublevó al pueblo mexica y encabezó una de las batallas más recordadas contra los españoles: la Noche Triste, ocurrida el 30 de junio de 1520. En esta heroica victoria, Cuitláhuac logró expulsar a los conquistadores del territorio mexica, marcando un momento clave en la resistencia indígena.

El isotipo que identifica al Metro Cuitláhuac representa un chimalli, el escudo defensivo utilizado por los guerreros mexicas durante la Noche Triste. Este símbolo no solo evoca la resistencia del pueblo mexica, sino que también es un recordatorio visual del coraje y la determinación de Cuitláhuac para defender su tierra frente a la amenaza española.

Aunque Cuitláhuac logró una victoria significativa al expulsar a los españoles, su reinado fue breve. Apenas unos meses después de asumir el poder, murió en diciembre de 1520, víctima de la viruela que trajeron los europeos al continente. A pesar de su corta gestión, su legado de resistencia y valentía sigue siendo recordado y honrado en la historia de México.

Inaugurada el 22 de agosto de 1984, la estación Cuitláhuac no solo lleva el nombre de un líder histórico, sino que también se encuentra a pocos metros del lugar donde ocurrió la Noche Triste, agregando una dimensión histórica a su ubicación. Además, en 2014, esta estación tuvo una afluencia promedio anual de 17,234 personas, consolidándose como un punto importante de movilidad para quienes transitan por la zona.

Metro Cuitláhuac no solo es una puerta de entrada a distintos puntos de la ciudad, sino también un recordatorio de la valentía de un líder que luchó hasta el final por su pueblo. Cada viaje en esta estación es una oportunidad para reflexionar sobre el legado de resistencia que sigue vivo en la memoria de México.

Metro Popotla, un viaje al pasado donde la historia sigue viva

El Metro Popotla, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, forma parte de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Esta estación no solo es un punto de conexión para miles de pasajeros diariamente, sino también un portal hacia uno de los episodios más significativos de la historia de México: la Noche Triste.

El nombre Popotla proviene de un antiguo pueblo asentado sobre la Calzada Tenochtitlán (antes Calzada México-Tacuba), que conectaba la gran ciudad mexica con Tlacopan. Según la leyenda, tras la derrota sufrida por los españoles a manos de los mexicas el 30 de junio de 1520, Hernán Cortés, vencido y humillado, se detuvo a llorar bajo un ahuehuete que se encontraba en esa zona. Este emblemático árbol, conocido como el Árbol de la Noche Triste (hoy también llamado Árbol de la Noche Victoriosa), presenció el dolor del conquistador, dando origen a uno de los pasajes más memorables de la historia de la conquista.

El isotipo que representa al Metro Popotla es la silueta de un ahuehuete, árbol nativo de México que simboliza la resistencia y la memoria histórica. Este árbol monumental fue testigo silencioso de la derrota de Cortés y de la caída de muchos guerreros mexicas. Aunque el Árbol de la Noche Victoriosa se conservó durante siglos como monumento nacional, fue víctima de varios incendios, siendo el último en 1980, provocado por un rayo. Actualmente, solo quedan restos de este símbolo histórico, pero su legado perdura en la memoria colectiva.

Los alrededores de la estación Popotla también albergan otros sitios de interés. A unos metros se encuentra la Casa embrujada de Cañitas, famosa por las historias paranormales (y el fraude) que la rodean y que han cautivado a curioxs y amantes de lo sobrenatural durante décadas.

A poca distancia del Metro Popotla se encuentra el Deportivo Plan Sexenal, una de las instalaciones deportivas más completas de la Ciudad de México. Este espacio ofrece diversas actividades recreativas y deportivas para los habitantes de la zona, convirtiéndose en un importante centro de convivencia para la comunidad.

En 2014, la estación Popotla tuvo una afluencia promedio anual de 8,815 personas, lo que refleja su importancia como punto de conexión entre la historia, la cultura y la vida moderna de la ciudad.

El Metro Popotla no es solo una estación, es un viaje al pasado, donde las historias de la resistencia mexica y la derrota de Cortés siguen vivas entre sus calles y sus leyendas. Cada vez que un pasajero cruza sus andenes, transita también por un espacio donde la memoria de la Noche Triste sigue latiendo entre las raíces del ahuehuete que nunca dejó de ser testigo del devenir de México.

Metro Colegio Militar, un tributo al honor y la disciplina castrense

El Metro Colegio Militar, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, forma parte de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Esta estación, inaugurada el 14 de septiembre de 1970, no solo conecta importantes puntos de la ciudad, sino que también rinde homenaje a una de las instituciones más emblemáticas del país: el Heroico Colegio Militar.

El nombre de la estación Colegio Militar se debe a su cercanía con el viejo Colegio Militar de Popotla, ubicado sobre la calzada México-Tacuba, esquina con avenida Felipe Carrillo Puerto. Esta institución, fundada en 1822, ha sido responsable de formar a generaciones de cadetes para las distintas áreas del Ejército Mexicano.

El Colegio Militar tuvo su primera sede en el edificio de la Inquisición, ubicado en el centro histórico de la Ciudad de México, en la esquina de las actuales calles de Brasil y Venezuela. Posteriormente, durante el gobierno de Venustiano Carranza, fue reinaugurado el 5 de febrero de 1920 en el viejo barrio de San Jacinto, Popotla, cercano a la ubicación actual de la estación.

El isotipo que representa al Metro Colegio Militar es la silueta del escudo del Heroico Colegio Militar, un emblema que simboliza los valores de honor, lealtad y disciplina inculcados en las y los cadetes. Este icono es un recordatorio visual del compromiso y la entrega de quienes han pasado por sus aulas para servir a México.

El Colegio Militar fue trasladado en 1976 al complejo educativo ubicado en Campo Militar No. 1-C, en la alcaldía Tlalpan, cerca de los poblados de San Pedro Mártir, San Andrés Totoltepec y Santiago Tepalcatitlán. Este espacio, diseñado para cumplir con las necesidades de formación militar, cuenta con áreas para ejercicios tácticos y prácticas en condiciones adecuadas para la enseñanza castrense.

Aunque Colegio Militar es una estación con una afluencia relativamente baja, con 795,563 pasajeros registrados en 2022, sigue siendo un punto clave para las y los habitantes de la zona. En 2014, la estación presentó una afluencia promedio anual de 13,639 personas, posicionándola como una de las menos concurridas de la Línea 2.

Entre los sitios de interés que rodean la estación se encuentran:

  • Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos
  • Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA)
  • Capilla Merced de las Huertas, un espacio histórico y arquitectónico de gran valor

Existen planes para que la Línea B del Metro se extienda hasta la estación Colegio Militar, partiendo desde Buenavista, aunque este proyecto aún no ha sido confirmado oficialmente. Esta posible ampliación permitiría conectar aún más zonas estratégicas de la ciudad y del Estado de México.

El Metro Colegio Militar no es solo una estación de paso, sino un espacio que honra la memoria de una institución clave para la historia de México. Cada viaje por esta estación es un recordatorio de la importancia del compromiso, la formación y el servicio que han dado forma al México de hoy.

Metro Pantitlán, la historia y curiosidades de la estación más grande de la CDMX

La estación Pantitlán, ubicada en el extremo oriente de la Línea 1, Línea 5, Línea 9 y Línea A del Metro de la Ciudad de México, debe su nombre al vocablo náhuatl “Pantitlán”, que significa “entre banderas”. Durante la época de los aztecas, esta zona formaba parte del Lago de Texcoco, donde existía una alcantarilla natural que generaba peligrosos remolinos capaces de arrastrar las canoas. Para advertir a los navegantes, se colocaron dos postes con banderas, cuya imagen inspira el ícono de la estación.

Pantitlán es una terminal de correspondencia que conecta cuatro líneas del Metro, lo que la convierte en la estación más grande y concurrida de toda la red. Es la terminal oriente de las Líneas 1, 5 y 9, así como la terminal poniente de la Línea A, lo que la posiciona como un punto neurálgico para la movilidad de la Ciudad de México y del Estado de México. Esta ubicación estratégica provoca altos niveles de saturación, ya que conecta zonas densamente pobladas del oriente de la capital y municipios mexiquenses como Nezahualcóyotl y Los Reyes La Paz.

Pantitlán es única en varios aspectos. Es la única estación que se encuentra en dos alcaldías: Venustiano Carranza e Iztacalco. Además, reúne los tres tipos de construcción posibles del Metro: subterránea (Línea 1), superficial (Línea A) y elevada (Líneas 5 y 9). El transbordo entre la Línea 1 y la Línea A es uno de los más extensos de toda la red, con una distancia aproximada de 610 metros, superado únicamente por La Raza (650 m) y Atlalilco (880 m).

En la correspondencia con la Línea 5, los pasajeros pueden admirar el mural “Alegoría a la Ciudad de México y el Sistema de Transporte Colectivo” del pintor José Luis Elías Jáuregui. Esta obra, realizada en acrílico sobre tela, ocupa una superficie de 9 metros cuadrados y es un homenaje a las y los trabajadores del Metro, destacando el papel fundamental que desempeñan en la movilidad de la ciudad desde la fundación del sistema el 4 de septiembre de 1969.

Pantitlán es, sin duda, la estación más utilizada del Metro de la Ciudad de México. En 2021, su correspondencia con la Línea A registró una afluencia diaria promedio de 91,419 pasajeros, superando incluso a la terminal Indios Verdes de la Línea 3. Además, en la Línea 9 se posicionó como la 3ª estación más utilizada, en la Línea 5 como la y en la Línea 1 como la 10ª.

En 2014, Pantitlán ya se posicionaba como la tercera estación con mayor afluencia de toda la red, registrando un promedio de 414,784 usuarios en la Línea A, 410,138 pasajeros en la Línea 9 y 398,409 personas en la Línea 5.

Metro Gómez Farías, un homenaje al Patriarca de la Reforma mexicana

La estación Gómez Farías, ubicada en la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, recibe su nombre en honor a Valentín Gómez Farías, un destacado médico y político nacido en Guadalajara, Jalisco, en 1781. Su legado es recordado por sus múltiples gestiones como presidente interino de México en cinco ocasiones, entre 1833 y 1847, cuando asumía el cargo en ausencia de Antonio López de Santa Anna.

El ícono de la estación es un libro abierto que representa la Constitución de 1857, un documento clave en la historia del país que impulsó cambios profundos hacia la igualdad, la libertad de expresión y la eliminación de privilegios para la Iglesia y el Ejército. Gómez Farías, junto con José María Luis Mora, fue impulsor de estas reformas que sentaron las bases de la Reforma Liberal.

Gómez Farías fue una figura clave en la construcción del México moderno. Participó en el Congreso Constituyente de 1824, fue secretario de Relaciones Exteriores y lideró importantes reformas económicas y sociales. Su trabajo en pro de la igualdad de derechos y la asistencia social a las comunidades más vulnerables lo posicionó como precursor de los cambios que décadas más tarde consolidarían las Leyes de Reforma.

La estación se encuentra en la colonia Valentín Gómez Farías, en la alcaldía Venustiano Carranza, al oriente de la Ciudad de México. Esta zona, con una fuerte conexión histórica, alberga una comunidad diversa que transita diariamente por la estación, que en 2014 registró una afluencia promedio de 41,323 pasajeros en día laborable, convirtiéndola en la 23ª estación más concurrida de la red del Metro.

La estación Gómez Farías fue cerrada el 11 de julio de 2022 debido a los trabajos de modernización de la Línea 1. Aunque su reapertura estaba prevista para febrero de 2023, finalmente reanudó operaciones el 29 de octubre de 2023, siete meses después de lo programado. Esta remodelación incluyó mejoras en infraestructura y cambios significativos en el sistema de acceso, eliminando el uso de boletos y permitiendo el ingreso únicamente mediante la tarjeta de movilidad integrada.

Hoy en día, la estación Gómez Farías sigue siendo un punto clave para la movilidad en la Ciudad de México. Su ubicación estratégica y su conexión histórica con las reformas del siglo XIX la convierten en un espacio de memoria y tránsito para miles de usuarios que recorren la ciudad diariamente.

Metro Boulevard Puerto Aéreo, un pedazo de la historia aeronáutica de CDMX

La estación Boulevard Puerto Aéreo, perteneciente a la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, debe su nombre a la importante avenida Boulevard Puerto Aéreo, que conecta directamente con la Calzada Ignacio Zaragoza y se encuentra muy cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El ícono de la estación representa el puente vehicular que cruza sobre esta concurrida intersección, facilitando el acceso hacia el aeropuerto y otras zonas importantes del oriente de la capital.

La historia de esta zona tiene sus raíces en 1915, cuando en los llanos de Balbuena —donde hoy se encuentra la colonia Jardín Balbuena— comenzaron las primeras prácticas de vuelo en México. Estos terrenos fueron acondicionados por la Secretaría de Guerra y Marina para construir talleres y hangares, mientras que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas edificó las primeras pistas, dando origen al Aeródromo Nacional de Balbuena.

En 1929, las dos pistas originales comenzaron a funcionar como el Puerto Aéreo Central de la Ciudad de México, convirtiéndose en el primer aeropuerto formal del país. Esta infraestructura básica sentó las bases para el desarrollo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, inaugurado oficialmente el 19 de noviembre de 1952.

Cuando la estación fue inaugurada en 1969, llevaba el nombre de Aeropuerto debido a su cercanía con el AICM. Durante casi tres décadas, la estación mantuvo ese nombre, lo que generaba confusión entre usuarios que creían que esta era la estación para ingresar directamente al aeropuerto. Sin embargo, debido al crecimiento de la ciudad y la expansión del transporte público, la estación fue rebautizada como Boulevard Puerto Aéreo el 23 de septiembre de 1996, para reflejar con mayor precisión su ubicación en el cruce de la avenida homónima y la Calzada Ignacio Zaragoza.

Actualmente, Boulevard Puerto Aéreo sigue siendo un punto clave para quienes transitan hacia el aeropuerto, así como para los habitantes y visitantes que se desplazan por el oriente de la Ciudad de México. El puente que inspira el ícono de la estación es un elemento distintivo de esta intersección, que facilita la conexión entre las vialidades más importantes de la zona.