Archivos de la categoría Pan y Café

Porque este nuestra madre nos dio la vida, pero el pan dulce y el café nos dio las ganas de vivirla, aquí te tenemos varias recomendaciones para que disfrutes de un día lleno de pan y de café.

Máneken Café, un oasis de café de especialidad en Eugenia

Hace unos días salió la tercera edición del Pasaporte del Café de Especialidad y obviamente lo compré, porque me parece una buena forma de conocer nuevos cafés a lo largo y ancho de la Ciudad de México. Y hoy, hojeando el pasaporte, descubrí que me quedaba una cafetería a unos pasos de donde tendría mi junta (bueno, a una estación de metro/metrobús), así que, no lo pensé dos veces y decidí darme un tiempo para pasar antes de mi junta, por un café de Máneken Café, en la Narvarte Poniente.

Después de cruzar la ciudad en la Línea 3 del Metrobús, me bajó en Eugenia, crucé a la acera y empecé a caminar en busca del lugar. Debo confesar, que, por un momento pensé que el lugar no existía, y es que se encuentra muy bien escondido entre la enorme panadería, la entrada al metro y los puestos ambulantes que se adueñaron de la banqueta; pero, justo después de pasar unos baños públicos, me encontré con una pequeña puerta de cristal que indicaba que había llegado a Máneken Café. Por el tamaño de la puerta, y por la ubicación, pensé que sería un café muy pequeño; sin embargo, al entrar, descubrí que estaba completamente equivocado.

Entre a un pequeño pasillo. Primero me recibió una vieja máquina para tostar café, que daba inicio a una fila de unas cuatro o cinco mesas pequeñas; frente a ellas, una larga barra, detrás de la que había dos baristas que me dieron la bienvenida muy amablemente. Al terminar esta barra, había otro pasillo un poco más largo, con más mesas; y, al final de este, había otra barra donde preparaban alimentos. Más allá de la barra se podían ver las máquinas donde tuestan el café que sirven en Máneken.

Al pedir mi doble cortado, uno de los baristas me comentó que tenían dos granos diferentes de café, uno de Chiapas y otro de Guerrero (si no mal recuerdo), uno lavado y el otro natural. Le comenté que no quería que fuera un café tan ácido y él me recomendó el Chiapas. Mientras preparaban mi café, empecé a ver su carta de bebidas y de alimentos. Resulta que, en Máneken Café tienen tres bebidas a base de espresso: espresso, capuchino y latte; pero también cuentan con varios métodos de extracción para servirte un buen café filtrado: aeropress, sifón japonés, chemex, clever, v60 y prensa francesa. También tienen infusiones/tizanas, tés, sodas italianas, chamoyadas, smoothies y chocolate, entre otras bebidas. Para comer, Máneken Café ofrece una buena variedad de desayunos (como molletes, chilaquiles, sopes, enchiladas y huevos a la cazuela), crepas dulces y saladas, y algunos otros platillos casuales, sin pretensiones.

Mientras veía el menú, me sirvieron mi café y un vaso con agua. Probé el café y debo decir que me gustó bastante. No era un café ácido, pero tampoco era tan amargo, de hecho, era un café con una buena variedad de matices y sabores, lo que hizo que disfrutara cada sorbo del mismo. Terminé mi café, me sellaron el pasaporte para darme un descuento y me fui contento con mi nuevo descubrimiento cafetero. Así que, seguramente regresaré a este café y casa tostadora, que es un oasis de tranquilidad en medio del caos de la zona, la próxima vez que tenga junta por acá.

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Dirección:
 Av. Cuauhtémoc #905, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a sábado de 7:00 a 21:00 hrs,, domingo de 8:00 a 16:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/cafemaneken
Facebook: facebook.com/ManekenCafe

Amorama Café, un rincón de pan y café en la Nápoles

¿Eres fan del café y el pan dulce? Si respondiste que sí, seguramente, como nosotros, eres fan de ir a conocer nuevas cafeterías y panaderías escondidas en la Ciudad de México. Y, si te gusta explorar estos lugares, entonces tienes que conocer Amoroma Café en la Colonia Nápoles; un pequeño y sencillo café escondido en la esquina de Galveston y Dakota, que busca destacar con su propuesta panadera y cafetera y con los precios más competitivos de la zona.

El lugar es pequeño y sencillo. Cuenta únicamente con unas tres o cuatro mesas en el salón principal y unas dos más sobre la acera. Las paredes claras y el mobiliario de madera y marmoleado crean un ambiente acogedor, ideal para sentarte a trabajar, leer o platicar toda la tarde en compañía de un buen café. Y probablemente lo que más llama la atención del lugar es la pequeña vitrina en la que exhiben su variedad de pan dulce horneado todos los días: Conchas, Cruasanes (Croissant), Galletas, Scones, Chocolatines, Orejas, Babka de chocolate y de canela, y el Cubo Rubik, que es una especie de cruasán en forma de cubo.

En cuanto al café, debes saber que, en este lguar cuentan con varias bebidas a base de café que vale la pena probar: Espresso, Ristretto, Macchiato, Flat White, Americano, Capuccino, Latte, Mocha y Dirty Chai. También cuentan con otras bebidas frías y calientes como Taro, Matcha, Chocolate, Tisanas y Smoothies. Y si llegas con suficiente hambre, para comer puedes pedirte unos molletes, un bagel de salmón, baguette de pollo césar, cruasán de jamón, chilaquiles o un toast de aguacate, entre otros. Además, cuentan con una buena variedad de pasteles para que cumplas cualquier antojo que traigas.

Para este punto, creo que es muy importante mencionar que el pan de Amorama Café está bastante bueno y vale mucho la pena probarlo. Además, los costos del café, que también es muy rico (y sin ser pretencioso), es el más accesible en la zona de la Nápoles; probablemente solo las fondas, el café del Oxxo y la bici que vende café instantáneo tengan café más barato, pero de mucho menos calidad. Justo por esto vale mucho la pena darse una vuelta por Amoroma Café si vives o trabajas en la Nápoles, especialmente en la zona del WTC, y buscas un buen café para despertar en la mañana o combatir el mal de puerco.

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Dirección:
 Dakota #68, Colonia Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 7:00 a 9:00 hrs. (los domingo abren a las 8:00)
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/amoramacafe

Destino Café, un paraíso de café en la Letrán Valle

Era sábado en la mañana y, como es nuestra costumbre, habíamos salido a andar en bici por la ciudad. Pero no salimos solo para estar en forma, sino que el pretexto que nos une como grupo es el rodar y después y por un pan y un café; así que, una vez que habíamos llegado al sur de la ciudad decidimos meternos a las calles que pasan por la Narvarte y la Letrán Valle. Fue así, que al pasar por Pilares nos encontramos con una pequeña góndola de madera y un letrero que decía Destino Café y otro que decía Bakery. ¿Pan y café? ¡Nuestro mero mole! Así que no lo pensamos dos veces y nos detuvimos a conocer Destino Café.

Al llegar tratamos de encadenar las bicis en la góndola, pero inmediatamente salió una mesera muy amable y nos mostró los racks para bicis que tenían del otro lado (gran ayuda para quienes llegamos en bici). Después nos entregó una carta y nos invitó a asomarnos a la vitrina donde tienen todos los panes de temporada. En la carta tienen una buena variedad de desayunos que vale la pena probar y que están disponibles todo el día, así como entrepanes y ensaladas; y también cuentan con una buena variedad de bebidas a base de café, como las que siempre encuentras en las barras de café de especialidad: espresso, flat white, latte, cold brew, tónico y filtrados con métodos, entre otros. Nosotros nos pedimos unos huevos cazuela (si no mal recuerdo así se llamaba) que estaban de rechupete.

Después de pedir el desayuno nos asomamos en la vitrina del pan. Una vez ahí, nos explicaron que la especialidad de la casa es la masa hojaldrada y, por lo mismo, teníamos que probar sus Cruffins y Croisantts (cruasanes en español). Tienen una buena variedad de estos dos panes, con diferentes rellenos y coberturas que van cambiando con las temporadas del año. Nos pedimos tres panes diferentes para probar, bien maridados con un Flat White y un Matcha Latte, y debo decirle que nos encantaron. Resulto que, en Destino Café tienen una panadería que fácilmente le compite a las mejores de la ciudad, y que seguramente es mucho mejor que las más populares de la Roma.

En cuanto al lugar, puedo decir que es un lugar pequeño, pero cómodo. En la parte de afuera tienen una pequeña góndola con dos o tres mesas igual de pequeñas, y en la parte de adentro únicamente tienen la barra de bebidas y una delgada barra donde se orden sentar unas tres o cuatro personas. A un costado hay un pasillo que conduce al baño, luego a otro cuartito y al final se puede ver la panadería. Lo mejor de todo, es que desde la panadería se desprende un delicioso aroma a pan recién horneado… ¡y no hay olor más reconfortante que ese!

La experiencia que vivimos en Café Destino fue prácticamente perfecta. Entre el servicio amable, el desayuno rico, el buen café y pan delicioso, este lugar se convirtió en uno de nuestros nuevos favoritos en la zona de Letrán Valle/Narvarte para ir a echar el pan con café. Así que, si quieres descubrir un pequeño paraíso cafetero y panero en aquella zona, vale mucho la pena que te des una vuelta por Café Destino y descubras todo lo que ofrece este pequeño café de especialidad y panadería.

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Dirección:
 Pilares #1305 Colonia Letrán Valle, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a jueves de 8:30 a 21:00 hrs., viernes de 9:00 a 22:00 hrs. y domingo de 9:00 a 21:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Instagram: instagram.com/cafedestinomx
TikTok: tiktok.com/@cafedestinomx

El Rollito Húngaro, pasteles de chimenea húngaros en la CDMX

¿Alguna vez te has preguntado qué postres comería el Conde Drácula antes de convertirse en vampiro? Si te dijera que lo más seguro es que el Conde Vlad Țepeș Drăculea, mejor conocido como Vlad el Empalador (o Drácula), probablemente disfrutaba de los Kürtőskalács, un pastel de origen transilvano que se cocina envuelto en un palo ¿me creerías?. ¡Qué curioso que Vlad el Empalador disfrutara de un postre empalado! Pero más allá del chiste malo debes saber que el Kürtőskalács es probablemente el postre rumano más antiguo que se conoce, y también se convirtió en uno de los pasteles más populares de la antigua Hungría.

Kürtőskalács significa pastel con chimenea y se llama así porque es un pastel cuya masa se hornea enredándola en un palo de madera y colocándola sobre una chimenea (aunque hoy en día usan hornos). El resultado es una especie de tubo de pan, que es ideal para rellenar y cubrir todos los toppings (coberturas y rellenos) que te imagines: mermeladas, dulces, helado, cremas, etcétera, etcétera, etcétera. ¿Se te antoja?

Si tu respuesta fue “sí”, entonces tienes que darte una vuelta por El Rollito Húngaro, ya sea en su sucursal del Barrio Coreano (Zona Rosa / Colonia Júarez) o en la de la Condesa. Ambas sucursales son pequeños cafés que podrían pasar fácilmente desapercibidos porque sus fachadas son sencillas y no buscan llamar tanto la atención; y al entrar, descubrirás que por dentro también es un lugar sencillo y sin pretensiones. Pero, a pesar de ello, en su menú ofrecen postres únicos en la Ciudad de México. Obviamente, me refiero a los Kürtőskalács, o Rollos Húngaros para que no sea un trabalenguas.

¿Cómo funcionan los Rollos Húngaros? Lo primero que tienes que elegir es si vas a querer que tu rollito sea dulce o salado. La masa de todos los rollos salados lleva queso manchego, pepita verde, linaza, ajonjolí y semillas de girasol, y puedes pedirlos con cuatro rellenos diferentes: Ensalada Rusa, Bacalao, Pavo y Jamón Serrano. Mientras que, los rollitos dulces están elaborados con unos ocho diferentes toppings como canela, galleta Oreo, mazapán, cacao, coco, chispas de chocolate, almendra y nuez; y puedes rellenarlos de cajeta, Nutella, crema pastelera, mermelada de fresa, zarzamora, chabacano, mango (en temporada) o el helado de tu elección. Y, por si fuera poco, también puedes pedir que los decoren con diferentes dulces y toppings. ¿Y pa’tomar? Pues puedes acompañar tu rollito húngaro con un café, un chai, una tizana frutal, un frapé, una soda italiana o un café frío.

Aunque es un lugar sencillo, El Rollito Húngaro te permitirá disfrutar de los famosísimos Kürtőskalács o rollos húngaros, con un toque mexicano y a precios más que accesibles. Sin duda, es un lugar ideal para echarse un postre y un café si fuiste a comer o a pasear a la Zona Rosa o a la Condechi, o si solo quieres conocer el sabor de este tradicional pastel de chimenea.

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Costo por persona: Menos de $200 pesos
Página Web: elrollitohungaro.com.mx
Facebook: facebook.com/elrollitohungaro
Instagram: instagram.com/elrollitohungaro

Sucursal Zona Rosa
Dirección: Londres #204, Colonia Juárez (Zona Rosa/Barrio Coreano), Ciudad de México, CDMX

Sucursal Condesa
Dirección: Agustín Melgar #22, Colonia Condesa, Ciudad de México, CDMX

Snowmilk Teas, bubble tea inspirado en los Viajes de Chihiro

Era sábado por la tarde, habíamos ido a comer por la Colonia Juárez y, mientras nos dirigíamos al corazón de la Zona Rosa, nos topamos con un viejo edificio de oficinas que pasaba fácilmente desapercibido. El lobby tenía las luces apagadas y se veía solo, pero la puerta de cristal estaba abierta y, al asomarnos, vimos que, al fondo se encontraba lo que parecía ser una cafetería muy colorida. Dubitativxs decidimos recorrer el tétrico recibidor y asomarnos a aquel lugar que contrastaba con el edificio. Al llegar, nos encontramos con Sin Rostro (No-Face), el personaje de Los Viajes de Chihiro, sentado en una banca como si estuviera esperando a Godot.

Frente al siniestro personaje había una barra de bebidas (¿habría estado esperando la suya?) con unas pantallas donde se podía ver lo que servían en el lugar. ¡Habíamos llegado a Snowmilk Teas!, un colorido espacio dedicado Los Viajes de Chihiro en el que podrás encontrar una buena variedad de tés con tapioca (boba teas), tokoyakis (bolitas saladas de mariscos, normalmente pulpo) y crepas estilo japonesa, entre otros antojos nipones.

Lo que más llamó nuestra atención, antes que las bebidas y alimentos, fue la decoración. Y es que, en el recibidor, además de la banca con No-Face tienen diferentes repisas con dioramas sacados de Los Viajes de Chihiro, así como un perchero (o llamémoslo closet) con ropa japonesa y disfraces de la película para que te los pongas y te tomes todas las fotos que desees. Al cruzar la puerta que te lleva al lugar te encontrarás con una pequeña villa japonesa kawaii, con mesas de madera, murales estilo Ghibli y un sinfín de Sakuras (flores de cerezo) decorando todo el lugar. Sin duda, un lugar que te encantará si te gustan los animes y caricaturas japonesas (y en especial las de Estudio Ghibli).

Ahora hablemos de la comida. Si lo que buscas es algo salado, puedes pensar los Takoyakis, puedes llevar de pulpo, camarón, vegetales o salchicha; también tienen una buena variedad de sándwiches y unos cuantos platillos coreanos, como ramen, bimbap y carne coreana. Y si buscas algo dulce, puedes probar las crepas japonesas originales o con matcha en la masa. También tienen Kittiyakis, que son panqués en forma de Hello Kitty rellenos de crema batida con toppings. O puedes pedirte un cheesecake (tienen varios sabores), o, por qué no, recién puedes echarte un Taiyaki, que son pasteles japoneses en forma de pescado.

Pero los protagonistas de Snowmilk Teas son los boba teas. Así que tienes que echarle un ojo a su carta de tés con tapioca. Tienen tés con cinco bases diferentes: los clásicos (té con agua), los de leche, de coco con helado, con fruta o con café con leche (lattes). Y cuentan con una buena variedad de mezclas de la casa que parten de cada una de las bases. Pero, si ninguna mezcla te convence, puedes también armarte un bubble tea a tu gusto.

Como verás, Snowmilk Teas es un lugar único en su tipo, porque te ofrece un colorido recorrido a través de las aventuras de Chihiro, y las fantasías del Estudio Ghibli, en plena Zona Rosa. Es una cafetería en la que podrás olvidarte del caos de la ciudad y la monotonía del día a día, mientras disfrutas una explosión de sabores japoneses y coreanos sin gastar mucho dinero. Así que, si eres fan de lo japonés y quieres salirte de la rutina, vale mucho la pena que te des una vuelta por Snowmilk Teas y te sumerjas en los Viajes de Chihiro.

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Dirección: Hamburgo #66-Local B, Colonia Juárez (Zona Rosa), Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $200 a $300
Horario: Martes a domingo de 11:00 a 21:00 hrs.
Facebook: facebook.com/SnowmilkTeas
Instagram: instagram.com/snowmilk_teas
TikTok: tiktok.com/@snowmilk_teas

La historia del Pan de Muerto

¡Si eres tan fan del Pan de Muerto como yo, seguro cuentas los días para que llegue su temporada! Ese esponjoso bizcocho con mantequilla y un toque de naranja y/o azahar es una delicia que puede volver locx a cualquiera. ¡Qué rico!

Sabemos que el Pan de Muerto que disfrutamos en la Ciudad de México, ese redondito, esponjoso y azucarado, es solo una de las muchas versiones que existen en nuestro país. Aunque aquí, en la ahora CDMX, estamos acostumbradxs a este estilo, cada estado y ciudad de México tiene su propia versión. Y cada una tiene sus ingredientes y formas especiales, llenos de simbolismo y tradición.

¿Por qué hay tantas versiones diferentes? Bueno, la respuesta es tan sencilla como fascinante. El Pan de Muerto nace del sincretismo cultural entre el México prehispánico y los españoles. Como cada región de México tiene su propio bagaje cultural, este sincretismo se manifestó de manera única en cada lugar, creando las distintas versiones de este pan.

¿Quieres saber más sobre la historia del Pan de Muerto? ¡Vamos a recorrerla juntxs!

Hay varias teorías sobre cómo se celebraban las veintenas en honor a Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl en la época prehispánica. Lo que sí sabemos es que en aquellos tiempos, era común realizar sacrificios humanos en honor a los dioses. Se dice que extraían el corazón de la persona sacrificada, lo cubrían con amaranto y lo ofrecían a los dioses. Incluso se cree que la persona encargada de la ceremonia mordía el corazón como agradecimiento.

Otra creencia es que los primeros pobladores de Mesoamérica solían enterrar a sus muertos con todas sus pertenencias. Antes de hacerlo, preparaban un tipo de pan mezclando harina de amaranto con la sangre del difunto y lo comían en su honor y en el de dioses como Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehuetéotl.

Cuando los españoles llegaron a México, se horrorizaron con estos sacrificios y rituales. Así que buscaron formas de adaptar estas costumbres a la ética católica. Una de las primeras cosas que hicieron fue introducir el cerdo en la dieta mexicana, ya que su carne tiene un sabor similar al humano (y de ahí que el cerdo sea tan popular en nuestra cocina… ¡provecho!). La otra fue la creación del pan que eventualmente se convirtió en el Pan de Muerto.

Inspiradas por la tradición del sacrificio humano, unas monjas hornearon panes con forma de corazón humano, cubriéndolos con azúcar roja para simbolizar la sangre del difunto o sacrificado.

Con el tiempo, cada comunidad adaptó este pan a sus propias tradiciones, utilizando diferentes ingredientes y formas. Hoy en día, hay un montón de versiones del Pan de Muerto, siendo la azucarada la más popular (por lo menos en el extinto Distrito Federal). Pero lo que realmente importa es que este delicioso pan sigue siendo parte de nuestra cultura, a pesar de los cambios que ha sufrido con el paso del tiempo. Al final del día, lo más importante es disfrutar de un buen Pan de Muerto y recordar a nuestros seres queridos, manteniendo vivas nuestras tradiciones.

O’mandu, pan al vapor, sabores coreanos y k Pop en la Zona Rosa

¡Ay, las caricaturas japonesas! ¿Quién no creció viendo a Sailor Moon, Candy Candy, Dragon Ball Z o Ranma 1/2? A pesar de lo que decía mi mamá, yo era fan de esas series. Siempre había algo que me llamaba la atención: los ojos enormes de lxs protagonistas, las expresiones divertidas y la mitología, pero sobre todo, lo que comían. No me refiero al arroz, sino a esos bocadillos esponjosos que se comían de un bocado. ¿Serían dulces? ¿Salados? ¿Rellenos? ¿Secos? ¿Qué estará comiendo Chihiro?

Mucho tiempo después, descubrí que esos bocadillos eran Pan al Vapor, un snack de origen chino que se extendió por toda Asia, convirtiéndose en básico en la dieta de Japón, Corea y otros países. En China, se les conoce como Baozi y tradicionalmente se rellenan de carne de cerdo o verduras. En otros países, los rellenan con todo tipo de delicias, dulces y saladas. En Corea, la versión del pan al vapor se llama O’mandu, y la masa puede llevar ingredientes como chocolate, mango y café, creando combinaciones infinitas de sabores.

Aunque hoy en día ya es común encontrar O’mandu (o, mejor dicho, el Bazoi chino) en la CDMX, hace unos años era prácticamente imposible conseguirlo. No fue hasta que, hace unos quince o veinte años, abrió O’mandu en la calle de Estocolmo, en la Zona Rosa. Era un lugar tan sencillo que casi pasaba desapercibido, ofreciendo solo una pequeña variedad de pan al vapor coreano y uno que otro jugo o refresco asiático. A pesar de su modestia, O’mandu empezó a ganar popularidad, incorporando más sabores de pan al vapor y algunos bentōs (paquetes de comida) estilo coreano.

Hoy, O’mandu se ha transformado. Dejó de ser el local sencillo de la Zona Rosa y se convirtió en un pequeño restaurante bien establecido, con un diseño agradable donde puedes disfrutar de diferentes platillos coreanos y, por supuesto, de su especialidad: el Pan al Vapor. Todo en un ambiente tranquilo, inmerso en la cultura pop coreana.

En O’mandu encontrarás todo tipo de panes al vapor, dulces y salados. Desde el tradicional relleno de cerdo o frijol dulce, hasta delicias como el relleno de queso con mango, queso con zarzamora, té Matcha, doble chocolate y café. Incluso tienen O’mandus especiales con diseños de pollos o pandas, o con personajes de Hello Kitty, BTS y Pokemón, ¡perfectos para lxs peques! Para comer, ofrecen una variedad de platillos japoneses y coreanos, como Onigiri, Zazang-Myeon, Tankatsu Dubbap, rollos y la famosa Vapoburger. Y para el postre, no te pierdas el Bubble Tea (bebidas con tapioca) y los Choux (profiteroles) al estilo coreano.

O’mandu es un lugar único en la Ciudad de México, ideal para lxs amantes del Manga y las culturas asiáticas, especialmente coreana y japonesa. Aquí puedes reunirte para disfrutar de ricos platillos orientales, algún bentō y, sobre todo, deliciosos panes al vapor. Todo a un precio accesible, lo que lo convierte en el lugar perfecto para una tarde llena de sabor y color en la Zona Rosa.

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Dirección: Estocolmo #18, Colonia Juárez (Zona Rosa), Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Horario: Lunes a sábado de 11:00 a 20:30 hrs., domingo de 12:30 a 19:00 hrs.
Facebook: facebook.com/Omandupanalvapor
Instagram: instagram.com/omandu_oficial
Twitter: twitter.com/Omandu_Oficial

Pablinni’s Chef, sabores mexicanos, pan dulce y café en la Colonia Álamos

Pablinni’s Chef es uno de esos restaurantes de barrio que te hace sentir como en casa. Aquí lo importante es que comas bien, pagues poco y te sientas como en familia. No es de extrañar que se haya ganado el corazón de lxs vecinxs de la Colonia Álamos y de todxs los que trabajan en los Call Centers y oficinas de la zona. ¡Y con tanto cariño de lxs clientxs, ya hasta abrieron una pastelería y panadería al lado!

¿Qué puedes comer en Pablinni’s Chef? Si llegas por la mañana, tienen un montón de desayunos deliciosos: Huevos al Gusto, Enchiladas, Chilaquiles, y hasta Sándwiches. Puedes pedirlos a la carta o en paquete, que incluye jugo (verde o de naranja) y café ilimitado para que despiertes bien. Y no te olvides de acompañar tu desayuno con un pan dulce de su panadería; te recomiendo los Borregos, que son como conchas rellenas de mermelada y están para chuparse los dedos.

Si vas a la hora de la comida, puedes aprovechar alguno de sus menús del día, que incluyen sopa, entrada, plato fuerte y postre. Tienen tres tipos de menú: el básico, el especial y la sugerencia del chef, que son bien accesibles. Cada opción trae diferentes platillos de la casa. También puedes elegir entre los platillos de la carta, inspirados en la gastronomía mexicana. Para acompañar tu comida, pide un agua fresca o un refresco artesanal de Zacatlán de las Manzanas.

Justo en contraesquina de Pablinni’s Chef está su pastelería y panadería. Aquí es donde hornean el pan que sirven en los desayunos y el bolillo para las comidas. Lo más interesante son los pasteles, tienen una gran variedad para llevar a casa o disfrutar en el lugar con un café.

Pablinni’s Chef es el lugar perfecto para comer bien sin gastar mucho. Un pequeño restaurante de barrio y pastelería gourmet, donde puedes disfrutar de una mañana, tarde o noche en un ambiente relajado y con sabor a hogar.

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Dirección: Soria #127, Colonia Álamos, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: De $150 a $200 pesos
Horario: Lunes a viernes de 7:00 a 22:00 hrs., sábado de 8:30 a 22:00 hrs., domingo de 9:00 a 14:00 hrs.
Página Web: pablinnischef.com.mx
Facebook: facebook.com/PablinnisChef

Valiente Café, café, bicis y perritos en la Colonia Industrial

Hace unos meses, una conocida me mencionó que habían abierto una nueva barra de café de especialidad cerca de mi casa. Me comentó que el servicio y el café eran muy buenos y, como confío mucho en ella para estos temas, decidí darme una vuelta por Valiente Café. Debo confesar que, la primera vez que traté de llegar iba en carro y simplemente no encontré el lugar, purs no iba siguiendo un mapa, sino que iba buscándolo mientras pasaba por la Avenida Victoria; y, como está en la mera esquina con Toltecas, viendo en sentido contrario, pasa fácilmente desapercibido. Para mi segundo intento llegué fijándome en el mapa y acompañado de mi perrita, y al encontrar Valiente Café, descubrimos uno de nuestros nuevos lugares favoritos de la Industrial.

En cuanto llegamos, mi perrita Dharana se asomó con curiosidad en el café, e inmediatamente Kenya y Eduardo, chefs y baristas (y dueñxs), salieron de la barra para saludar a la perrita y darle amor. Luego me dieron la bienvenida y la carta, le sirvieron agua a Dharana y también me preguntaron si podían darle unos premios ¡Ella fue más que feliz! Me dieron el menú y, como no había desayunado, me fui derechito a ver lo que tienen de comer.

Resulta que, en Valiente Café tienen una buena variedad de platillos casuales ideales para desayunar, pero que puedes disfrutar todo el día. La especialidad de la casa son los Pancakes de temporada y los de pollo frito, pero también tienen chilaquiles, enchiladas, bisquets y toast de aguacate. Sin embargo, mis favoritos fueron el Croque Madame, sándwich de jamón con queso gratinado con un huevo estrellado encima, y el Grilled Cheese Sándwich, sándwich de queso gratinado que viene acompañado de ensalada y una deliciosa sopa de tomate. ¡Tienes que probarlo! Además, tienen algunas galletas y panes dulces que vale la pena probar… aunque se les acaban rápido.

Y si vas a Valiente Café no puedes dejar de probar… adivinaste… su café. Debes saber que, el café que usan en Valiente es de 1990 Casa de Café y es tostado personalmente por Néstor, quien se encarga de encontrar el tostado perfecto para resaltar las propiedades del grano. Y, por lo mismo, en cada visita podrás probar un grano diferente, pero muy bien cuidado en todos los sentidos, desde la cosecha hasta la extracción. En lo personal, soy fan de su Flat White, pero me gusta pedirlo con dos partes de café y una de leche para que se sienta más el café… pero tú pídelo como quieras. Aunque también puedes pedirte un espresso, un latte, un capuccino, mocca, cold brew o, si eres fan de lo artesanal, pedirte un filtrado en el método de tu elección. Si no tienes antojo de café, no hay problema, pues puedes pedirte un chai (o dirty chai, ya sé que tiene café), una vainilla francesa o alguna tisana de la casa.

Valiente Café es uno de esos lugares en los que te hacen sentir en casa. No solo por ser un café pequeño y acogedor, sino porque Kenya y Eduardo siempre te reciben con una sonrisa y te atienden con mucho gusto; esto, junto a la calidad de su café y sus alimentos, hacen que cada visita sea especial. Así que, si vives o trabajas cerca de la Colonia Industrial, o si solo quieres pasar un buen momento con un buen café, date una vuelta por Valiente Café y descubre un mundo de café, bicis y perritos (una vez ahí, entenderás por qué lo digo).

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Dirección: Tolteca #53, Colonia Industrial, Ciudad de México, CDMX
Horarios: Martes a sábado de 9:00 a 22:00 hrs., domingo de 9:00 a 19:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $200 pesos
Página Web: valientecafe.com
Instagram: instagram.com/valiente.cafe

Almanegra Café, café de especialidad en CDMX

Almanegra Café es el paraíso para los verdaderos amantes del café. No me refiero a quienes toman café solo para sobrevivir el día o para sentirse cool haciendo fila en Starbucks o Cielito Querido. Me refiero a quienes realmente aprecian tomarse unos minutos para disfrutar de una buena taza de café, incluso si es en el camino a la oficina.

¿Y por qué Almanegra Café es tan especial? Fácil. En este pequeño lugar, originario de la Colonia Narvarte, se dedican a buscar los mejores granos de café de toda la República Mexicana. Los tuestan, los muelen y los preparan con el método que mejor resalta sus sabores, aromas y colores, para ofrecer una de las mejores tazas de café de la CDMX. Su amor por el café los ha llevado a abrir sucursales en la Colonia Portales y en la Roma.

Imagínate un café americano preparado al momento, sin ese sabor a quemado de las grandes cadenas, con la cantidad exacta de agua y café. O un espresso hecho con todo el cuidado del mundo. Y si hace calor, o necesitas un golpe de cafeína para despertar, un refrescante Cold Brew con el toque acidito perfecto. Todo esto y más lo encuentras en Almanegra Café, a un precio justo y con un servicio medio prepotente, pero de primera.

Si es tu primera vez en el lugar, o eres un(a) verdaderx fan del café, puedes pedir un Culto al Café. Este incluye tres cafés preparados con métodos Dripper o Cold Brew, un Gibraltar (casi un espresso cortado) y termina con un auténtico espresso. ¡Es una experiencia completa de café!

¿Y qué hay para acompañar tu café? En Almanegra Café tienen galletas y panes deliciosos. Te recomiendo el Cruasán Bicolor, relleno de ganache de chocolate, y la Galleta de Pretzel. Todo su pan es producido en Costra, la panadería justo enfrente de la sucursal de la Narvarte.

Y si eres de los que quieren llevar la experiencia de Almanegra a casa, ¡también puedes hacerlo! Ofrecen una buena variedad de granos, enteros y molidos, para que prepares tu café en casa. Además, tienen aditamentos, molinos, métodos y vasos para que hagas el café perfecto. Imagínate prepararte un Cold Brew todas las noches y despertar con un café frío bien fresco. También tienen un Club de Cold Brew, con el que te entregan una botella (o más) de Cold Brew a la semana, directo en tu casa u oficina. ¡OMG!

Almanegra Café es el templo perfecto para los amantes del café, un lugar ideal para detenerte unos minutos y disfrutar de una excelente taza de café. Sin duda, una opción imperdible si vives o trabajas cerca de alguna de sus sucursales.

Prepara tu Visita
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Página Web: almanegracafe.mx
Facebook: facebook.com/almanegracafe
Twitter: twitter.com/almanegracafe
Instagram: instagram.com/almanegracafe

Almanegra Narvarte
Av. Universidad #420, Narvarte, Ciudad de México, CDMX

Almanegra Moderna
Jorge Washington #127, (Av. de las Americas 118), Local 4A, Colonia Moderna, Ciudad de México, CDMX

Almanegra Escandón
Prosperidad #37, Colonia Escandón, Ciudad de México, CDMX