Archivo de la etiqueta: Museo del Chopo

:SonFauces: Exploración vocal y audiovisual que fusiona tecnología y naturaleza en el Museo del Chopo

Del 9 al 13 de octubre de 2024, el Museo Universitario del Chopo será el escenario de, una serie de cinco performances vocales-audiovisuales creadas por la talentosa artista mexicana Sarmen Almond. Cada pieza explora la relación entre la voz humana y herramientas electrónicas y análogas, destacando la conexión del ser humano con el mundo natural y las vibraciones que emitimos al resonar en nuestro entorno.

Sarmen Almond, maestra en Sonic Arts y experta en la tradición vocal Roy Hart, utiliza la voz como un vehículo para explorar la unidad psicosomática del cuerpo: carne, huesos, mente y emociones se convierten en materia prima para performances inmersivos. Con un enfoque en los ecosistemas que nos rodean,busca crear conciencia sobre la presencia instintiva y reflexiva que compartimos con otros seres vivos.

Un viaje sonoro: calendario de performances

Cada día,presenta una obra diferente, inspirada en distintos elementos de la naturaleza y la fauna, desde aves hasta reptiles. El programa es el siguiente:

  • Miércoles 9 de octubre 2024, 19:00 horas – Athene Noctua
    Inspirada en las aves nocturnas, esta pieza evoca al búho de Atenea, con sonidos agudos y penetrantes que trascienden lo masculino y femenino.
  • Jueves 10 de octubre 2024, 19:00 horas – Reo
    Una inmersión en la vida de un pez migrante que, en su transición de agua salada a dulce, simboliza la adaptabilidad y resistencia frente a corrientes sonoras densas y confusas.
  • Viernes 11 de octubre 2024, 19:00 horas – TriTuRus
    Esta performance explora la metamorfosis a través del anfibio Tritón, con un enfoque en la respiración y el cambio, evocando una danza lenta y calculada que refleja la cercanía con el entorno.
  • Sábado 12 de octubre 2024, 19:00 horas – Ophidia
    Inspirada en la serpiente, Ophidia se sumerge en las vibraciones terrestres, explorando la renovación de ciclos y la sabiduría ancestral que teje mitos y deidades.
  • Domingo 13 de octubre 2024, 19:00 horas – Umbra
    Esta pieza final se adentra en la sombra humana, abrazando la lucidez y la oscuridad, y explorando la esquizofrenia consciente que habita en nuestra racionalidad e instinto.

Sarmen Almond: innovadora de la voz y la tecnología

Con una carrera que la ha llevado por escenarios de México, Europa y Asia, Sarmen Almond ha sido reconocida por su capacidad para fusionar la voz humana con la tecnología, creando composiciones inmersivas y experimentales. Su obra ha sido presentada en eventos internacionales como el Festival Internacional de Manchester y ha sido artista residente en Ámsterdam y Praga. En, Almond utiliza el cuerpo como instrumento y explora los límites de la voz, resonando en espacios físicos e imaginarios.

Información práctica

  • Costo por performance: $100 MXN (estudiantes, maestros e INAPAM: $75)
  • Costo por ciclo completo (5 performances): $300 MXN
  • Lugar: Museo Universitario del Chopo
  • Fechas: Del miércoles 9 al domingo 13 de octubre de 2024

¡No te pierdas esta experiencia única que desafía los límites de la voz y el cuerpo en comunión con la naturaleza y la tecnología!

Condenados a Vivir, Condenados a Luchar: La Rebelión Juvenil de los 80 capturada en el Museo Archivo de la Fotografía

Sumérgete en la cultura anarcopunk de la CDMX a través de 51 impactantes imágenes que retratan la resistencia juvenil de una época convulsa.

La exposición Condenados a Vivir, Condenados a Luchar, del fotógrafo Fernando García Álvarez, nos transporta a la turbulenta década de los 80 en México, donde la juventud desahuciada por la élite encontró en la música y el arte una forma de resistencia. Disponible en el Museo Archivo de la Fotografía (MAF) hasta el 20 de octubre, esta muestra ofrece un recorrido visual único a través de 51 imágenes en blanco y negro que capturan la esencia de un movimiento rebelde.

Explorando la Resiliencia en las Calles de la Capital
Entre 1985 y 1990, García Álvarez, quien fue tanto testigo como partícipe del movimiento anarcopunk, plasmó la vida de los jóvenes que se congregaban en barrios populares y puntos clave como el Tianguis del Chopo. Sus fotografías no solo documentan la estética punk —ropa desgarrada, peinados extremos y actitud desafiante—, sino también su lucha contra la opresión en una época marcada por la represión y la falta de derechos humanos.

Los visitantes podrán reconocer escenarios icónicos de la capital y su área conurbada, como Ciudad Nezahualcóyotl, Chapultepec, el Ajusco, y la colonia López Portillo. Además, García Álvarez inmortalizó momentos de resistencia como la marcha del 2 de octubre de 1989 y los “tokines”, eventos musicales clandestinos donde los jóvenes canalizaban su rebeldía al ritmo del hard punk.

Más que una Exhibición, un Grito de Libertad
El curador de la muestra, Cuitláhuac Figueroa, y el museógrafo Juan Pablo Cardona subrayan que esta exhibición ofrece “una mirada cruda y auténtica a una subcultura que desafía el sistema y celebra la resistencia”. Las imágenes no solo muestran a jóvenes rebeldes; reflejan una comunidad que encontró en el arte y la música un medio para expresar su descontento y su deseo de justicia social.

El propio García Álvarez, originario de Santa Fe, afirma que esta exposición es un llamado a dejar de estigmatizar a la juventud y abrir los espacios culturales para todos. Las fotografías invitan a reflexionar sobre la resistencia cultural en México y cómo las subculturas urbanas han sido cruciales para romper barreras sociales.

Un Viaje por la Memoria Subversiva
Cada imagen está impresa en plata sobre gelatina, resaltando el carácter atemporal de las escenas capturadas. Las agrupaciones como Las Sobras Punk, Los Zorros Punk y La Banda La Ley Rota cobran vida en cada fotografía, ofreciendo una ventana a un mundo que desafió el orden establecido.

Si quieres conocer más sobre la exposición Condenados a Vivir, Condenados a Luchar y otras actividades culturales en la Ciudad de México, puedes consultar la Cartelera de la CDMX y seguir las redes sociales de la Secretaría de Cultura capitalina.

No pierdas la oportunidad de explorar una muestra que captura el espíritu de una generación que no solo vivió, sino que luchó por ser escuchada.

Llega Gran Fury, expo que explora el arte como activismo en los 80 y 90 al Museo Universitario del Chopo

El Museo Universitario del Chopo te invita a descubrir la poderosa exposición Gran Fury: El arte no es suficiente, un viaje a través del trabajo del colectivo neoyorquino Gran Fury, que entre 1988 y 1995 se convirtió en un referente del arte activista frente a la crisis del VIH/SIDA.

Bajo la curaduría de André Mesquita, del Museo de Arte de São Paulo (MASP), y con la asistencia de David Ribeiro, esta muestra nos confronta con los límites y las posibilidades del arte como herramienta de lucha y memoria. Con más de 70 obras, es la primera retrospectiva de Gran Fury en América Latina, e incluye también materiales del colectivo ACT UP, organización que nació en 1987 para hacer frente al silencio y la indiferencia del gobierno de Estados Unidos ante la crisis del sida.

Esta exposición nos invita a reflexionar sobre cómo el arte puede ser un acto de resistencia y un grito de protesta. Gran Fury, que tomó su nombre del modelo de coche utilizado por la policía de Nueva York, eligió las calles como su galería, desafiando la moralidad de las instituciones y denunciando la falta de políticas públicas que protegieran a las personas seropositivas.

Los miembros de Gran Fury—Avram Finkelstein, Donald Moffett, John Lindell, Loring McAlpin, entre otros—se negaron a verse como artistas tradicionales, alejándose de los espacios convencionales y llevando su mensaje a la vía pública. Su obra confronta y, al mismo tiempo, busca inspirar a nuevas generaciones de artistas y activistas a seguir luchando por la justicia y la equidad.

Conversaciones que conectan pasado y presente

La exposición se inaugura con una charla el 15 de agosto a las 18:00 horas, en la que André Mesquita, Loring McAlpin, y John Lindell—dos de los miembros de Gran Fury—compartirán su experiencia sobre el arte como acto de resistencia. Sol Henaro, directora del Museo Universitario del Chopo, será la moderadora.

Además, el 3 de octubre a las 18:00 horas, se llevará a cabo una conversación sobre el impacto del VIH en México durante los 80, con la participación de Alejandro Brito, Rosa María Roffiel y Ana Amuchástegui. Esta charla nos permitirá entender cómo la epidemia afectó a nuestro país, conectando historias personales y colectivas en torno a la lucha contra el VIH.

Un homenaje a la memoria y al activismo

La obra de Gran Fury sigue resonando hoy en día, con exhibiciones en prestigiosas instituciones como el MoMA y el Whitney Museum, así como en eventos como la Bienal de Venecia. Su mensaje, potente y directo, sigue siendo un recordatorio de que el arte tiene el poder de cuestionar, conmover y movilizar.

No te pierdas esta oportunidad de conocer una de las propuestas más influyentes del cruce entre arte y política en el siglo XX. La entrada es libre.

Las Noches del 9, recordando la ícónica Disco Bar El Nueve en el Museo del Chopo

México es un país intolerante que suele condenar o discriminar a quienes se salen de la norma ya sea por su color de piel, origen étnico, clase social o, especialmente, por su preferencia sexual. Claro, hoy en día es un país mucho más tolerante que hace algunas décadas, cuando no solo se discriminaba la homosexualidad, sino que esta era perseguida por los cuerpos policiacos. No, no me refiero a las épocas de Porfirio Díaz y el legendario Baile de los 41, me refiero a los años ochenta, cuando la policía se dedicaba a acosar a lxs homosexuales, acusándolxs de faltas a la moral. Ese México en el que, la comunidad LGBTIQ+ tenía que esconderse en bares clandestinos o reunirse en cines porno y baños públicos, ocultándose siempre de la mirada de la policía.

En esa Ciudad de México, en la que lxs homosexuales se reunían a escondidas surgió la Disco Bar El Nueve; un refugio en el que la comunidad podía reunirse abiertamente y festejar su identidad sin miedo, a pesar de que sí llegaron a sufrir acoso policial. Disco Bar El Nueve, o El 9 de cariño, no fue únicamente un bar de ambiente LGBTIQ+, fue un espacio de innovación y experimentación para las contraculturas que se estaban gestando en el extinto Distrito Federal. Fue así que, el primer bar de ambiente de la Zona Rosa, El 9, terminó convirtiéndose en el foro que vio nacer a la escena del Rock, Punk y Post-Punk mexicano.

Disco Bar El Nueve fue una punta de lanza para que la escena LGBTIQ+ de la Ciudad de México, y el resto del país, empezara a salir del clóset, empezando con la apertura de la conservadora moral mexicana de aquél entonces. Aunque El 9 cerró hace más de 35 años, su legado permaneció vivo a través de las diferentes manifestaciones contraculturales que surgieron de él. Es por eso que, durante Junio, el Museo Universitario del Chopo presentó la exposición Las Noches del 9, una pequeña colección de fotografías, videos e invitaciones a las fiestas que se realizaron en este emblemático lugar. Colección que fue prestada por Armando Cristeto, Mongo y el mismísimo Henri Donnadieu, uno de los socios y representante El Nueve.

En esta pequeña colección podrás encontrarte con fotografías de las primeras actuaciones de Alejandra Bogue, de María Félix visitando el icónico antro y a Illy Bleeding (Jaime Keller), vocalista del emblemático grupo Size; así como las diferentes puestas en escena y performances que se realizaron en el lugar. Además, podrás ver una pequeña, pero interesante, colección de volantes de las fiestas que se realizaron. Fiestas en las que debutaron grupos como Maldita Vecindad, Café Tacuba, Casino Shanghai, Caifanes, Atoxxxico (primer grupo Straight Edge de México) y Massacre 68 (legendario grupo de Punk, que incluso fue homenajeado en Japón).

Aunque la exposición duró solo unos días, te dejamos con algunas fotografías que tomamos durante la misma para que puedas conocer cómo fueron Las Noches del 9:

Museo Universitario del Chopo, espacio de arte y movimientos contemporáneos

En noviembre de 1851, Joseph Paxton diseñó una impresionante estructura que mezclaba principalmente hierro y cristal para ser la sede de la Gran Exposición de Londres. Este Crystal Palace (o Palacio de Cristal) no solo llamó la atención de los y las londinenses, sino que terminó sentando las bases para crear un estilo arquitectónico, parte del movimiento Art Noveau, al que llamarían Jugendstil. Poco más de medio siglo después, en 1902, el arquitecto alemán, Bruno Möhring, se basó en el estilo Jugendstil, para edificar el cuarto de máquinas de la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Cabaña de la Buena Esperanza); aunque el edificio terminó siendo la sede de la Exposición de Arte de Industria Textil de Dusseldorf.

Si llegaste a este texto buscando información del Museo Universitario del Chopo, seguramente te estarás preguntando ¿qué ching@#0$ tiene esto que ver con el Chopo? Bueno, pues debes saber, que la Compañía Mexicana de Exposición Permanente, S. A. terminó comprando tres de las cuatro salas del aquel edificio de hierro y decidió traérselas en barco a México. Una vez en el país, las piezas fueron transportadas en tren hasta la estación de tren Buenavista y desde ahí se llevaron a la calle de Chopo para reconstruir el edificio pieza por pieza, convirtiéndose, junto al Kiosko Morisco, en un símbolo de Santa María la Ribera, la primera colonia planificada de la Ciudad de México.

La Cabaña de la Buena Esperanza había sido traída a México para ser una sede industrial; sin embargo, en aquél entonces, la industria no se había desarrollado en México y el inmueble no pudo cumplir su propósito original. Y no fue hasta 1909, que el edificio del Chopo fue rescatado gracias al arrendamiento de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, quien decidió usarlo para los festejos del Centenario de la Independencia, primero como sede de la exposición de Arte Industrial del Japón y después como Museo de Historia Natural. Fue así que, el 2 de septiembre de 1910, el entonces presidente, Porfirio Díaz, inauguró lo que sería conocido como el Pabellón Japones. La idea del gobierno era inaugurar después el Museo de Historia Natural en ese recinto, pero gracias a la Revolución Mexicana, esto no pudo ser posible hasta diciembre de 1913.

Pasaron los años y el edificio se fue deteriorando poco a poco. Esto obligó a la UNAM, quien había recibido el inmueble tras decretarse su autonomía, a cerrar el museo en 1964, esparciendo su colección entre el recién inaugurado Museo de Historia Natural, el Museo de Geología y los institutos de la universidad. Y, mientras se estudiaba que hacer con el edificio (incluso se pensó en desarmar y vender como chatarra), Juan López Moctezuma decidió filmar, en 1971, La Mansión de la Locura, película basada en un cuento de Edgar Allan Poe y con vestuarios de Leonora Carrington, en las ruinas del Chopo.

Por suerte, terminaron decidiéndose por rescatar el inmueble y, en 1975, el lugar volvió a abrir sus puertas como el Museo Universitario del Chopo, un espacio dedicado a la difusión cultural, y al arte joven y experimental. Desde aquél entonces, el Museo del Chopo se ha dedicado a explorar las diferentes propuestas de arte contemporáneo, y en especial de artistas jóvenes mexicanxs; y, por lo mismo, desde su fundación también buscó impulsando los movimientos juveniles y musicales, apoyando la creación del Tianguis de Música, que se convertiría en el Tianguis Cultural del Chopo, y promoviendo batallas de bandas, desde las que salieron grupos como Rebel’d Punk. Y, por si fuera poco, desde 1987, el museo también alberga la Semana Cultural Lésbica-Gay, con la que busca impulsar el movimiento LGBTTTIQ+ a través de exposiciones, talleres, presentaciones de libros, funciones de cine y teatro, entre otras expresiones artísticas.

Recorrer las salas y pasillos del Museo Universitario del Chopo es una oportunidad para conocer la propuesta artística de un sinfín de artistas mexicanxs y extranjerxs jóvenes, mientras admiras los espectaculares detalles arquitectónicos del Jugenstil alemán mezclados con la innovación que imprimió Felipe Leal en su renovación. También es una oportunidad para adentrarte en los movimientos sub o contraculturales de México, a través de su acervo histórico, o de perderte una tarde disfrutando de las funciones de cine y teatro o talleres que continúan realizando constantemente.

Sin duda, el Museo Universitario del Chopo es un lugar que todos y todas las Godínez chilangas deben de visitar para conocer un poco más de la historia de nuestra ciudad a través del arte y la arquitectura. Además, una vez ahí, puedes darte una vuelta por el espectacular Kiosko Morisco o disfrutar de las diferentes propuestas gastronómicas que ofrece Santa María la Ribera.

Prepara tu Visita
Dirección:
 Dr. Enrique González Martínez #10-P. B, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $40 pesos
Horario: Miércoles a domingo de 11:30 a 18:00 hrs.
Página Web: chopo.unam.mx
Instagram: instagram.com/museodelchopo
Facebook: facebook.com/MuseodelChopo
Twitter: x.com/museodelchopo
YouTube: youtube.com/MuseodelChopo