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Café La Habana, el café que marcó la historia en el Centro Histórico

En la Ciudad de México hay un montón de cafés y restaurantes llenos de historias y anécdotas; lugares que han visto pasar algunos de los eventos más importantes del México contemporáneo y donde se han vivido infinidad de historias personales. Entre todos estos sitios, uno de los que más historia ha presenciado es el Café La Habana; un lugar muy sencillo, pero con una ubicación perfecta para que, en su momento, todas y todos los intelectuales del siglo XX se reunieran allí.

El Café La Habana está en la esquina de Bucareli y Morelos, a solo unos pasos de la famosa Esquina de la Información, donde se encontraban los periódicos más importantes de México. Por eso, todos los periodistas e intelectuales solían reunirse en La Habana para debatir las noticias del momento o simplemente disfrutar de una buena comida. Fue así que Octavio Paz y Gabriel García Márquez empezaron a frecuentar este lugar, y se dice que allí escribieron algunos de sus textos más importantes. Además, cuando Fidel Castro y el Che Guevara se exiliaron en México, pasaron muchas noches en el Café La Habana planeando la revolución cubana.

Más allá de su historia y de sus más de 70 años deleitando a trabajadores y familias de la zona (desde 1952), lo que realmente destaca del Café La Habana es… ¡el café! ¿Sorprendidx? Quizás te estés preguntando qué tiene de especial. Bueno, antes de que los cafés de especialidad se pusieran de moda, el Café La Habana ya tenía su propia mezcla de café, tostado en casa desde sus inicios, cuidando cada detalle del grano (aunque suele ser un café obscuro).

A diferencia de los cafés hipsters de especialidad, el Café de La Habana está pensado para tomarse como espresso y no como latte o americano. Puedes pedir tu café espresso, americano o latte, y siempre te ofrecerán un buen café; pero recomiendo probar el Café Bombón, la especialidad de la casa, una especie de reinterpretación del café vietnamita que lleva leche condensada, espresso, espuma de leche y café molido… ¡una exótica y dulce delicia!

Pero como no solo de café vive el godín, en Café La Habana también ofrecen una buena variedad de platillos casuales para desayunar, comer o cenar. Puedes disfrutar de Enfrijoladas de Pollo, Enchiladas Verdes, Huevos Divorciados o Rancheros. También puedes probar los Huevos Hacienda, Mineros o Aporreados, que son de las especialidades del desayuno. Si traes mucha hambre, puedes pedir unos Machetes de queso, tinga de pollo, huitlacoche o chistorra; o, por qué no, unos Tacos Dorados o de Arrachera, o un Pozole de Maciza o de Pollo… hay para todos los gustos y a precios muy accesibles.

Lo mejor de Café La Habana, además de su historia y su café, es la sazón de sus platillos; ese sabor casero que nos recuerda a las comidas familiares o a cuando íbamos a comer a los restaurantes de barrio con nuestras familias. Por todo esto y más, vale la pena darse una vuelta por Café La Habana, olvidarse del mundo y disfrutar de un buen café, una rica comida y crear nuevas historias.

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Dirección:
 Av. Morelos 62, Colonia Juárez, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 7:00 a 0:00 hrs.
Teléfono: (55) 5535 2620
Costo por persona: De $150 a $250 pesos
Instagram: instagram.com/cafelahabana
Facebook: facebook.com/cafelabahanacdmx

Gran Café Victoria, sabores casuales con toques contemporáneos en Colonia Sinatel

Aunque la oferta gastronómica de la Ciudad de México es tan vasta como la misma ciudad, a veces parece que solo la zona centro (Roma, Condesa, Juárez, Cuauhtémoc) y algunas colonias del centro sur, como la Del Valle o la Narvarte, tienen algo rico e “interesante” para comer. Estas áreas están de moda y por eso muchxs chefs y emprendedorxs buscan abrir sus restaurantes allí, aunque estén más saturadas que el metro Pantitlán. Sin embargo, la diversidad culinaria de nuestra caótica capital es tan grande como la urbe misma y vale la pena salir de nuestra zona de confort gastronómica y explorar toda la ciudad en busca de nuevas propuestas.

Así es como descubrimos el Gran Café Victoria, un pequeño e innovador restaurante que se esconde a simple vista en la colonia Sinatel, justo en la frontera entre Coyoacán e Iztapalapa. ¿Qué hace especial al Gran Café Victoria? Empezando por su diseño, que mezcla un estilo vintage con arte y collage al estilo punk rock, creando un espacio acogedor y moderno, perfecto para pasar una mañana o tarde relajada, acompañada de una rica comida y buena compañía. Las mesas de hierro y mármol están junto a un sillón (tipo booth) decorado con cojines que muestran una pintura de la reina Victoria intervenida al estilo Sex Pistols. Al fondo, un enorme cuadro victoriano también intervenido le da un toque único al lugar.

El chef Martín Marín ha creado un menú pequeño pero fascinante de platillos casuales que buscan reconfortar a todos sus comensales. Puedes empezar con un sándwich BLT (Bacon, Lettuce & Tomato), un sándwich de Pollo Búfalo o la Victoria Burger. Pero el sándwich que no te puedes perder es su legendario Grilled Cheese Sandwich… ¡un verdadero homenaje al queso! Si no tienes antojo de emparedados, puedes pedir un plato de Fish & Chips, un American Fried Chicken (acompañado de Mac & Cheese y ensalada de col) o el Bucatini con Albóndigas de la casa. Si prefieres algo más ligero, puedes optar por una Ensalada de Frutos Rojos y Balsámico, una de Tomates y Oliva o la César de la casa.

Pero lo mejor del Gran Café Victoria son los desayunos. El chef Marín se puso muy creativo con los platillos para empezar el día. Puedes disfrutar de unos Huevos Victoria (omelette con elote, calabaza, champiñón y queso de cabra) o unos Huevos Ana (estrellados en tortilla frita con pechuga de pavo y queso chihuahua), quizás unos Chilaquiles con Huevo Estrellado, un suculento Croque Monsieur (el típico entrepan francés… ¡oh la lá!), o una chilanguísima Torta de Chilaquiles. Mis favoritos son las Gorditas Josefina (de maíz criollo rellenas de huevo revuelto con frijol, queso Oaxaca y chile serrano, cubiertas con crema y queso Chiapas) y los Huevos Margarita (revueltos sobre pan de masa madre, tomate cherry, papa cambray y parmesano).

El Gran Café Victoria es uno de esos rincones que reivindican el sur de la CDMX como una zona ideal para descubrir nuevos sabores. Es un lugar donde todos lxs amantes de la gastronomía podrán disfrutar de nuevos platillos a precios accesibles y en un ambiente relajado. Sin duda, una excelente opción para desayunar, comer o cenar si vives o trabajas cerca de la colonia Sinatel, o como un destino para probar algo diferente sin tener que ir siempre a las mismas colonias de siempre.

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Dirección:
 Sur 73 #217, Colonia Sinatel, Iztapalapa, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a viernes de 8:00 a 22:00 hrs., sábado de 9:00 a 22:00 hrs. y domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Teléfono: (55) 9189 5993
Costo por persona: De $250 a $350 pesos
Instagram: instagram.com/gran.cafe.victoria
Facebook: facebook.com/grancafevictoriamx
Twitter: twitter.com/GCafeVictoriaMx

El Buen Muchaho, hamburguesas al carbón en la Nueva Santa María

Hace unos años, mientras paseaba por las calles de la Nueva Santa María buscando un lugar para comer, me llegó un aroma delicioso a carne y carbón. Siguiendo mi nariz, llegué a la esquina de Guanábana y Malvón, donde encontré El Buen Muchacho, un pequeño puesto de hamburguesas al carbón. Con unas dos o tres mesas de plástico en la acera y una parrilla a un costado del local, el lugar es sencillo y sin pretensiones.

Me senté y de inmediato me trajeron el menú. La carta es sencilla pero tentadora, con hamburguesas y hot dogs al carbón, papas a la francesa y gajo, nuggets, plátanos fritos y aros de cebolla. Entre las hamburguesas, destacan la Tropical (con mango asado), la Silvestre (con plátano frito), la Buen Muchacho (con nuggets de pollo y doble queso), y la Four Cheese (con queso oaxaca, manchego, amarillo y mozzarella). Mi favorita es la The Ulti-Meatum, una monstruosa hamburguesa con dos carnes, tres quesos y doble fruta asada (piña, mango o plátano).

Para los amantes de los hot dogs, El Buen Muchacho tiene cuatro opciones: el Clásico, el Regular (con tocino), el Hawaiano (con tocino, queso y piña), y el Especial (con tocino, queso y la salsa especial de la casa). Y para acompañar tu hamburguesa o hot dog, puedes pedir unas Papas Locas (papas a la francesa con salchicha, tocino y queso amarillo líquido), Papas Gordas (a la francesa con mozzarella, pepperoni y parmesano), o simplemente unas papas clásicas, hay para todos los gustos.

Desde mi primera mordida en El Buen Muchacho, especialmente de la The Ulti-Meatum, quedé enganchado y he regresado varias veces. Es una esquina donde puedes encontrar hamburguesas deliciosas y económicas, sin pretensiones. Así que, si vives cerca o simplemente estás de paso, no dudes en darte una vuelta o pedir unas hamburguesas de El Buen Muchacho y disfrutar de las delicias de la carne al carbón.

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Dirección:
 Malvón #200, Hogar y Seguridad, Ciudad de México, CDMX
Horario: Domingo a jueves de 13:00 a 23:00 hrs., viernes y sábado de 13:00 a 0:00 hrs.
Teléfono: (55) 7852 7307
Costo por persona: De $150 a $250 pesos
Instagram: instagram.com/elbuenmuchachomx
Facebook: facebook.com/elbuenmuchachomx

Nishikii Sushi, sabores japoneses en la Nueva Santa María

Caminaba por la Nueva Santa María, buscando algo rico, fresco y barato para comer. Pasé por muchos locales, pero ninguno se me antojaba. De pronto, me encontré con tres mesitas acomodadas a los costados de la acera. Una mesera llevaba un rollo de sushi cubierto con salmón y lo que parecía ser un teppanyaki de verduras. La verdad, se me antojó muchísimo lo que vi, así que decidí sentarme a probar los platillos japoneses de Nishikii Sushi.

Debes saber que el lugar es increíblemente sencillo. Tiene tres pequeñas mesas afuera y adentro hay espacio para unas cuatro más. Nada de lujos ni decoraciones ostentosas, solo un pequeño espacio donde podrás comer sushi a precios súper accesibles.

Pensé que la carta de Nishikii Sushi sería bastante pequeña, con unos cuantos platillos básicos. ¡Pero estaba completamente equivocado! De hecho, la carta es bastante amplia y ofrecen una gran variedad de rollos, conos, sashimis, nigiris, bateras, sopas, kushiagues, ensaladas, entradas, teppanyakis, yakitoris, teriyakis, empanizados, guisados, témpuras y arroces, entre muchos otros. Todo a precios muy accesibles y sin pretensiones.

Debo confesar que siempre pido tres platillos diferentes en los restaurantes japoneses, así que pedí un yakimeshi de pollo, un teppanyaki de pollo y un rollo Philadelphia especial. Por el precio pensé que serían porciones muy pequeñas y que me quedaría con hambre (como suele pasarme en los restaurantes japoneses), pero las porciones me dejaron completamente sorprendido. Después de comerme el rollo y la mitad del teppanyaki, ya estaba lleno. Cuando llegó mi yakimeshi, solo pude probarlo y tuve que llevarme mucha comida a casa. Lo mejor de todo es que pagué menos de $250 pesos por toda esa comida, incluyendo una bebida.

Salí muy contento de Nishikii Sushi. Es uno de esos rincones donde puedes quitarte el antojo de comida japonesa sin gastar mucho dinero. Además, es un lugar sencillo donde puedes sentirte como en casa. Sin duda, una buena opción para comer en la 22.

¿De a cómo y de a cuánto?
Dirección:
Calle Clavelinas #192, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 13:00 a 20:00 hrs.
Costo por persona: De $150 a $250 pesos

Las Delicias de Jalisco, Pozole, Birria y sabores tapatíos en la Nueva Santa María

Un típico día de verano en la Ciudad de México. Había llovido (lo recuerdo bien) suavemente toda la noche, el cielo estaba nublado y San Isidro no parecía dispuesto a cambiar la lluvia por sol. Con ese clima frío y raro de la CDMX, siempre se antoja una buena birria o un pozole bien calientito. Así que, buscando pozolerías cerca de mi casa, me topé con Las Delicias de Jalisco, un pequeño rincón que aparece en muchas listas como una de las mejores pozolerías de la ciudad. A sólo kilómetro y medio de distancia, agarré mi bici y me lancé hacia la Nueva Santa María.

Al acercarme, empecé a dudar si realmente existía, porque no se veía ningún negocio en la calle de Plan de San Luis. Pero, al llegar a la dirección, me llegó un aroma inconfundible a carnitas y pozole. Unos pasos más adelante, encontré una casa común y corriente con unas cuatro o cinco mesas en el pequeño patio. A un lado, donde normalmente habría una cochera, estaban los cazos con carnitas, pozole y birria. Pregunté si podía meter mi bici y, tras el sí de uno de los cocineros, me senté en una de las mesas del patio.

El menú de Las Delicias de Jalisco es súper sencillo: Birria, Pozole, Tacos de Birria, Consomé y algunos postres jaliscienses. Mi antojo de pozole era tan grande que ni pregunté qué más había, simplemente pedí pozole. Imaginaba un pozole rojo, como en la Casa de Antonio, pero me sirvieron un pozole blanco, con mucha carne (pedí cabeza y maciza), lechuga y rábano. Con el pozole me trajeron dos salsas rojas, orégano, limón, tostadas y chile en polvo. Una salsa es de chile guajillo y ancho, perfecta para convertir tu pozole blanco en rojo (advertencia: es bastante picante), y la otra es ideal para la birria. Le puse de las dos a mi pozole y quedó delicioso… ¡aunque bastante picante, justo como me gusta!

Me gustó tanto el pozole que una semana después volví a Las Delicias de Jalisco con mis amigas, esta vez para probar la birria. Me sirvieron una birria con menos chile del que normalmente usarían, para que pudieras añadir la salsa que quisieras (según me contó la señora que me atendió). También nos dieron un tortillero con tortillas enormes, hechas a mano y al momento. De hecho, esta vez me senté adentro (toda la casa está adaptada para recibir comensales), justo frente al lugar donde preparan las tortillas… ¡una delicia!

En ambas visitas, quedé encantado con el servicio y la comida de Las Delicias de Jalisco. Es un lugar sencillo que ofrece pozole y birria deliciosos a precios muy accesibles, sin pretensiones. Perfecto para esos días en que el clima o el antojo piden ¡pozole, pozole! o cuando la cruda te lleva a buscar un caldo picoso como la birria. Sin duda, un gran tesoro en la Nueva Santa María.}

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Dirección:
 Plan de San Luis #455, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 11:00 a 22:00 hrs.
Costo por persona: De $150 a $200 pesos
Facebook: facebook.com/lasdeliciasdejalisco

Tacos El Papi II, tacos gigantes y deliciosos por La Raza

¡Hey, si estás cerca de La Raza y con antojo de tacos gigantes, tienes que conocer Tacos El Papi II! Esta taquería en la esquina de Norte 9 y Poniente 106, en la Defensores de la República, es un verdadero tesoro escondido. No esperes lujos aquí, es un lugar sencillo con mesas de plástico rojas afuera y unas cuantas más adentro, rodeadas de un ambiente auténtico de barrio.

Lo mejor de Tacos El Papi II son sus tacos bien servidos y sabrosos. Tienen de todo: bistec, pastor texano, milanesa, carne enchilada, pechuga, chuleta, arrachera, longaniza, moronga, alambre y campechanos. ¿Y de tamaño? Las tortillas son “normales”, pero están rellenas hasta el tope con carne, queso, nopales y/o papa. ¡Son gigantes en contenido!

Cada taco tiene su estilo de carne: la arrachera y la milanesa te las sirven como si fueran gaoneras, mientras que el pastor viene fileteado y marinado perfectamente. Mis favoritos son el de milanesa, pechuga y arrachera, pero el campechano y el de alambre también son top. Ah, y el pastor, aunque diferente, no decepciona.

Para completar la experiencia, no te olvides de pedir unas papas o nopales extra o echarle un ojo a las salsas y guarniciones que tienen en la barra. Y para acompañar, tienen los refrescos clásicos de siempre: Coca-Cola, y jugos de mango, fresa o guayaba. Sencillo pero delicioso.

Así que si quieres disfrutar de buenos tacos en un lugar auténtico y con buen servicio, visítalos. Tacos El Papi II es perfecto para una comida rápida y satisfactoria, con precios que no te pesarán. ¡No dudes en darles una visita en la Defensores de la República!

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Dirección:
 Calle Nte 9 #4603, esquina Poniente 106, Colonia Defensores de la República, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a sábado de 8:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $50 a $100 pesos

Satoshi Sushi, sushi y lujo en la colonia Nápoles

Si andas buscando un lugar para pasar una tarde o noche de lujo con tus compas del trabajo, o si vives en la Nápoles y quieres disfrutar de un buen sushi en un ambiente tranquilo pero lleno de lujos, ¡tienes que darte una vuelta por Satoshi Sushi! Un lugar donde te espera una variedad increíble de platillos inspirados en la cocina Nikkei (japonesa mestiza), sakes, cervezas y cócteles para disfrutar como se debe. Además, el lugar tiene un diseño espectacular y una terraza con vista al parque Alfonso Esparza Oteo que te encantará.

Satoshi Sushi es un Hand Roll Sushi Bar, que es una forma fancy de decir restaurante de suchi (sí, con ch). Pero lo que lo hace especial es que aquí encontrarás platillos elaborados con ingredientes súper frescos y de la mejor calidad. La especialidad de la casa son los nigiris y los sashimis, ¡y están pa’chuparse los dedos! Prueba los nigiris de salmón, lobina, atún, kampachi, kanikama, camarón o huachinango. O si te sientes aventurerx, échate un nigiri especial de pulpo con limón, kampachi con trufa o salmón negro. También tienen tiraditos y sashimis de pulpo, salmón negro, hamachi con ajo o huachinango que te van a encantar.

Si prefieres empezar con algo calentito, pide unos edamames con ponzu y ajo, un kushiage de queso o plátano, un yakitori de pollo, rib eye o camarón, o unos camaroes o pescado roca. Como plato fuerte, échate un teppanyaki de rib eye, un témpura de camarón o de verduras, un shake spicy garlic o camarones miso. Y si lo tuyo son los makis (rollos), no te pierdas el Spicy Tuna y el Kappa Chamoy, ¡son mis favoritos!

Para acompañar tu comida, lo mejor es un sake de la casa, pero si no eres fan del sake, también tienen vinos blancos o rosados desde $75 pesos, o una chela nacional. Y para disfrutar aún más del ambiente de la Nápoles, después de comer puedes pedirte un postre y aperitivo como el tempura helado con unos carajillos, un whisky japonés (Suntory Toki Whisky) o el destilado de tu elección. ¡No hay mejor manera de cerrar la noche!

Satoshi Sushi es uno de esos lugares donde el diseño, la gastronomía y el ambiente se combinan para que te olvides del mundo mientras disfrutas de una buena comida y una buena bebida. Es el lugar ideal para celebrar con tus compañerxs de trabajo si tu oficina está cerca, o para disfrutar con tus amigxs cualquier día de la semana. ¡Todo esto sin salir de la Nápoles!

¿De a cómo y de a cuánto?
Dirección:
Georgia #120, Nápoles, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 13:00 a 22:00 hrs.
Teléfono: (55) 1668 3691
Costo por persona: De $400 a $500 pesos
Instagram: instagram.com/satoshi.mx
Facebook: facebook.com/satoshi.mx

El Bajío, sabores tradicionales de México

Si tienes antojo de carnitas o barbacoa, pero eres de esxs que prefieren un lugar más fancy y no te ves comiendo en un puesto callejero, ¡El Bajío es tu lugar! Aquí, mezclan los sabores tradicionales de la comida callejera mexicana con el lujo y la atención de un buen restaurante.

¿Qué puedes encontrar en El Bajío? Platillos que normalmente disfrutarías en un puesto callejero o en un changarro de barrio, pero con un toque especial de la famosa chef Carmen “Titita” Ramírez Degollado y un equipo de cocineras que le ponen todo el sabor tradicional a cada plato.

Al visitar El Bajío, te recomiendo empezar con alguno de sus Antojitos Banqueteros: empanadas de plátano rellenas de frijol, garnachas orizabeñas, gordas petroleras, sopes de pollo, manitas de cerdo, tostadas de pata, chicharrón, panuchos, tacos de jaiba o alguna quesadilla. Si prefieres algo caldoso, puedes probar una sopa de tuétano, sopa de fideo (caldosa o seca), caldo Xóchitl, consomé de barbacoa o algún arroz.

Los platos fuertes son pocos, pero están muy bien seleccionados: tortitas de huauzontle, enchiladas de mole o en salsa verde, pollo con mole, carnitas (por taco o por kilo) estilo “Bajío” (con tequila y cerveza), barbacoa, filete, tampiqueña, milanesa o cecina, entre otros. Sin duda, lo que más vale la pena es el mole de olla, ¡les queda espectacular! Y para el postre, puedes disfrutar de dulces mexicanos como requesón con miel de piloncillo, ate con queso, arroz con leche, flan de vainilla, capirotada o natilla.

Así que, si andas buscando carnitas, barbacoa o algún antojito mexicano con un toque más sofisticado, o si quieres sorprender a alguien especial, El Bajío es el lugar perfecto. Un restaurante lleno de tradición donde podrás disfrutar de los sabores de México sin tener que hacer fila en la calle.

Si traes antojo de carnitas o de barbacoa, pero eres de esas personas fifí, que no pueden o deben ser vistas en algún puesto callejero de barbacha; o, si simplemente andas en la zona y te sobra la quincena, El Bajío es un lugar para ti. Y es que, en El Bajío buscan mezclar los sabores tradicionales del México callejero, o de sus antojitos, con el lujo y la atención de los grandes restaurantes.

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Costo por persona:
De $300 a $500 pesos
Pagina Web: restauranteelbajio.com.mx
Facebook:
facebook.com/RestauranteElBajio
Twitter: twitter.com/rest_elbajio
Instagram: instagram.com/restelbajio

*Consulta sucursales en su página web*

Las Baguettes de la Lagunilla, baguettes, pizzas, tapas y clericot…

Entre las antiguas ciudades de Tenochtitlán y Tlatelolco, al noreste de lo que hoy conocemos como el Centro Histórico, había una pequeña laguna que era clave para el comercio de Tlatelolco. Después de la conquista, los españoles la llamaron Lagunilla por su tamaño. Con el tiempo, el barrio de La Lagunilla se formó en su lugar, y en la Plaza de Santa Catarina se estableció un pequeño mercado que creció hasta convertirse en uno de los más importantes de la ciudad colonial. Este mercado perduró hasta principios del siglo XX, cuando se construyó e inauguró el nuevo mercado de La Lagunilla, y en 1957, se mudó a un edificio más moderno.

Hoy en día, La Lagunilla sigue siendo un gran epicentro comercial y uno de los mercados más importantes del país. Aquí encontrarás de todo: antigüedades, ropa, exvotos, artículos deportivos, zapatos y mucho más. Además, La Lagunilla se ha convertido en un paraíso para lxs amantes de la gastronomía, con puestos y locales que ofrecen platillos deliciosos a precios accesibles. Un ejemplo espectacular de esto es Las Baguettes de la Lagunilla, un puesto donde, desde hace más de 20 años, don Jaime prepara una variedad de baguettes gourmet.

Las Baguettes de la Lagunilla son toda una leyenda. Los entrepanes de don Jaime vienen con un pan único, aderezo de frambuesa, vinagreta de la casa, nuez, ajonjolí, lechuga sangría, jitomate, cebolla, parmesano, manchego, mostaza rústica, chipotle dulce y arándanos. Y están llenos de la carne que prefieras: pechuga de pavo, pepperoni, chorizo de Pamplona, salami italiano, lomo canadiense, pastrami, jamón serrano y roast beef, entre otros.

Además, tienen opciones de baguettes con productos del mar, ensaladas, pizzas, tablas de quesos con carnes frías y tapas españolas. Para acompañar, puedes pedir una copa o jarra de Clericot, preparado con vino blanco, tinto o rosado. Y si prefieres algo sin alcohol, tienen soda italiana, limonada rosa, naranjada, té helado o refresco.

Lo mejor de Las Baguettes de la Lagunilla es que ya no tienes que esperar al domingo ni ir hasta La Lagunilla para disfrutar de las baguettes legendarias de Don Jaime. Desde hace algunos años, la familia abrió varios locales donde ofrecen las mismas recetas, pero con la comodidad de un restaurante. No son restaurantes de lujo con estrellas Michelín, pero sí son cómodos y agradables, perfectos para disfrutar de una enorme baguette, una ensalada y un clericot, sin gastar mucho.

Así que ya lo sabes, si eres fan de la buena comida y quieres disfrutar de las legendarias Baguettes de La Lagunilla, pero te da flojera ir hasta el mero barrio, puedes visitar alguna de las sucursales de Las Baguettes de La Lagunilla y disfrutar de todos los sabores del barrio, sin meterte al barrio. ¡Provecho!

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Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Instagram: instagram.com/las_baguettes_de_la_lagunilla
Facebook: facebook.com/Lasbaguettesdelalagunilla

Sucursal Nueva Santa María: Nueves #181, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Sucursal Vallejo: Cuitláhuac #307. Defensores de la República, Ciudad de México, CDMX
Sucursal Impulsora: Av. de las Zapatas #1839, Valle de Aragon 2da Secc, Ciudad de México, CDMX
Sucursal Del Valle: Eugenia #910, Colonia Del Valle, Ciudad de México, CDMX

Tlayudarte, tlayudas y sabores oaxaqueños en la Nueva Santa María

Acababa de mudarme cerca de la Nueva Santa María y decidí explorar la zona en busca de un buen lugar para comer. Esta área, que alguna vez fue el Rancho de Camarones, tenía que tener algún tesoro escondido. Así que me dirigí hacia el Parque Revolución y, pasando por Minichelista, uno de los cafés más cool y surrealistas de la CDMX (¡perfecto para pasar el rato si todavía te sientes joven!), me topé con Tlayudarte. ¿Tlayudas? ¡Claro que sí! Todo el mundo sabe que las tlayudas son amor. Como fanático de la comida oaxaqueña, no lo pensé dos veces y me detuve a probar lo que Tlayudarte tenía para ofrecer.

Me senté en una de las mesas al aire libre, disfrutando de la vista al camellón arbolado de la calle de Guanábana. Al revisar el menú, descubrí una gran variedad de entradas y platillos oaxaqueños de diferentes regiones del estado, pero las tlayudas eran las estrellas del show. Para empezar, puedes pedir Molotes Itsmeños, Chile de Agua Relleno, Chapulines al Ajo o naturales, Cecina o Tasajo. Como plato fuerte, tienen Enmoladas (con mole negro o coloradito), Enfrijoladas, Quesadillas o Memelas, todas disponibles con cecina enchilada, chorizo, tasajo, quesillo o combinadas. Y, de vez en cuando, tienen platillos de temporada como Aguachile de la Costa o Timbal de Chapulines “Don Ángel”.

Pero seamos honestos, si vas a Tlayudarte, ¡vas por las tlayudas! Puedes pedir lastradicionales, pero si te sientes aventurerx, puedes probar la Mar y Tierra con mariscos. Las tlayudas vienen en tres tamaños: mini (25 cms), grande (30 cms) o jumbo (38 cms), así que elige la que más te apetezca. ¿Abierta o doblada? ¡Sí, sin albur! Puedes pedir tu tlayuda abierta (como una pizza) o doblada (como una quesadilla). Y antes de que protestes diciendo que la tlayuda siempre se come abierta, ¡recuerda que eso depende de la región!

Para rematar tu comida con algo dulce, puedes pedir un Flan Casero con Crema de Mezcal, Pan de Elote “Doña Blanca” con rompope, Pay de Nuez con nieve oaxaqueña de temporada y, por supuesto, un mezcal de la casa. Si decides visitar Tlayudarte por la mañana, puedes disfrutar de sabores matutinos de Oaxaca como los Huevos Mixtecos, Chilaquiles Zapotecos Verdes o Mazatecos Negros, el Desayuno del Tule (huevos, memelitas y queso fresco), el Omelette Tlayudarte o el María Sabina.

Tlayudarte es un pequeño paraíso oaxaqueño para quienes viven o trabajan cerca de la Nueva Santa María. Es el lugar perfecto para disfrutar de auténticos platillos oaxaqueños y llevarte productos de la región a casa, todo a precios muy accesibles y con un sazón delicioso. Es ideal para comer rico y sencillo, sin gastar mucho dinero. ¡Buen provecho!

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Dirección:
 Clavelinas # 183, esquina Guanábana, Nueva Santa María, Ciudad de México, CDMX
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 21:00 hrs.
Teléfono: (55) 8902 7416
Costo por persona: De $200 a $300 pesos
Página Web: tlayudarte.mx
Instagram: instagram.com/tlayudarte
Facebook: facebook.com/Tlayudarte