Archivos de la categoría Arte y Cultura

Disfruta de un día lleno de arte con nuestras recomendaciones de museos, exposiciones, happenings y demás eventos artísticos que tienen lugar en la CDMX.

Museo José Luis Cuevas, un recorrido por la mente de un artista en la Merced

¿Te gustaría descubrir un rincón de la Ciudad de México donde el arte se encuentra con lo inesperado? ¡Entonces tienes que visitar el Museo José Luis Cuevas! Este lugar no solo es un homenaje al talento del famoso artista mexicano, sino también un espacio donde la creatividad y la historia se entrelazan de manera fascinante.

El Museo José Luis Cuevas se encuentra en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, en un edificio colonial que por sí solo ya es una joya. Inaugurado en 1992, el museo ocupa el antiguo Convento de Santa Inés, una construcción del siglo XVI que añade un toque de misterio y encanto a tu visita. ¡Imagina caminar por los mismos pasillos que alguna vez recorrieron las monjas hace cientos de años!

José Luis Cuevas, el artista mexicano al que este museo rinde tributo, es una figura fundamental en el arte moderno mexicano. Conocido por su estilo irreverente y provocador, Cuevas rompió con las tradiciones y creó un lenguaje visual único que ha dejado huella en el mundo del arte. Sus obras, cargadas de crítica social y exploraciones psicológicas, te invitan a ver el mundo desde una perspectiva diferente.

La colección del museo es simplemente impresionante. Aquí puedes encontrar una gran cantidad de dibujos, esculturas y pinturas de Cuevas, cada una con su propio relato intrigante. Su famosa serie “Los Cuerpos de Cuevas” te dejará sin palabras con su expresividad y detalle. Además, el museo alberga una colección de arte contemporáneo que incluye obras de otrxs destacados artistas latinoamericanos.

Pero la sorpresa más grande del museo es “La Giganta“, una monumental escultura que te recibe en el patio central. Esta obra, con su imponente presencia y su belleza enigmática, es uno de los iconos del museo y una parada obligada para cualquier visitante. ¡No puedes irte sin una foto con ella!

El Museo José Luis Cuevas no solo es un espacio para admirar el arte, sino también para vivirlo. Ofrece talleres, conferencias y actividades culturales que te permiten sumergirte en el mundo del arte contemporáneo. Además, su ambiente acogedor y su personal apasionado hacen que cada visita sea una experiencia única y enriquecedora.

Así que, si buscas una dosis de inspiración y una aventura artística en la Ciudad de México, el Museo José Luis Cuevas es el lugar perfecto para ti. Date una vuelta y déjate sorprender por el talento y la creatividad que habitan en este increíble espacio. ¡Te aseguramos que saldrás con una nueva apreciación por el arte y muchas historias para contar!

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Dirección:
 Calle de la Academia #13, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $30 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Página Web: museojoseluiscuevas.com.mx
Instagram: instagram.com/museojoseluiscuevasnovelo
Facebook: facebook.com/museojoseluiscuevasnovelo
Twitter: x.com/MuseoCuevas

Museo Experimental El Eco, arquitectura y arte contemporáneo en el mismo lugar

¿Te gustaría explorar un lugar donde el arte y la arquitectura se encuentran en un abrazo de creatividad? ¡Entonces tienes que visitar el Museo Experimental El Eco en la Ciudad de México! Este lugar no solo es un espacio de exhibición, sino una obra de arte en sí misma, diseñada para desafiar tus sentidos y despertar tu imaginación.

La historia de El Eco comienza en 1952, cuando el visionario arquitecto y artista Mathias Goeritz creó este singular edificio con la idea de fusionar el arte y la arquitectura en un solo lenguaje expresivo. Goeritz llamó a su proyecto “arquitectura emocional“, buscando provocar una respuesta emocional en lxs visitantes a través de formas, colores y espacios inusuales. ¡Y vaya si lo logró!

El Eco, con su fachada asimétrica y sus audaces estructuras geométricas, es un espectáculo visual que te invita a cuestionar las convenciones tradicionales de diseño. Desde el momento en que entras, te envuelve una atmósfera de innovación y sorpresa. Los pasillos laberínticos y los espacios abiertos te hacen sentir como si estuvieras dentro de una obra de arte en constante cambio.

La colección del museo es tan ecléctica como su arquitectura. Aquí puedes encontrar una variedad de exposiciones temporales que van desde el arte contemporáneo hasta las instalaciones multimedia más vanguardistas. Cada visita es una nueva aventura, ya que El Eco se dedica a mostrar el trabajo de artistas emergentes y establecidxs que desafían los límites de la creatividad.

Una de las piezas más emblemáticas del museo es el famoso “Serpiente“, una escultura abstracta de Goeritz que se extiende a lo largo de uno de los muros exteriores. Esta obra, con sus formas ondulantes y su vibrante color amarillo, es un símbolo de la filosofía de El Eco: arte que se mueve, que respira, que vive.

Pero lo que realmente hace especial a El Eco es su espíritu experimental. Aquí no solo se exhiben obras, sino que se crean. El museo ofrece una serie de talleres, conferencias y eventos interactivos que invitan a lxs visitantes a ser parte del proceso artístico. ¡Imagina poder colaborar con artistas en la creación de una nueva instalación o participar en una performance en vivo!

El Museo Experimental El Eco es un lugar donde las reglas se reinventan y cada esquina te sorprende con algo nuevo. Si buscas una experiencia cultural diferente y emocionante en la Ciudad de México, no puedes dejar de visitar este increíble museo. Un lugar en el que podrás dejarte llevar por la magia de la arquitectura emocional y el arte experimental. ¡Te prometemos que saldrás con una sonrisa y muchas ideas nuevas!

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Dirección:
 Sullivan #43, Colonia San Rafael, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: Entrada libre
Horario: Martes a domingo de 11:00 a 18:00 hrs.
Página Web: eleco.unam.mx
Instagram: instagram.com/museoexperimentaleleco
Facebook: facebook.com/museoexperimentaleleco
Twitter: x.com/museo_el_eco

Museo Casa de la Memoria Indómita, recordando a las víctimas de desaparición forzada

¿Te gustaría descubrir un lugar en la Ciudad de México donde la historia se entrelaza con la resistencia y la esperanza? ¡Entonces debes visitar el Museo Casa de la Memoria Indómita! Este museo no solo cuenta historias del pasado, sino que también honra la valentía y la lucha por los Derechos Humanos en México.

La Casa de la Memoria Indómita se encuentra en el corazón del Centro Histórico, en un encantador edificio que combina lo antiguo y lo moderno. Inaugurado en 2012, este museo fue creado por el Comité ¡Eureka!, un grupo de madres y familiares de desaparecidxs que, desde los años 70, han luchado incansablemente por la verdad y la justicia. ¡La pasión y la dedicación de estas mujeres se sienten en cada rincón del museo!

La historia del museo es tan inspiradora como su misión. Nacido del dolor y la lucha, la Casa de la Memoria Indómita es un espacio donde se preserva la memoria de aquellxs que han sido víctimas de desapariciones forzadas y violaciones a los Derechos Humanos. Aquí, cada exhibición es un testimonio de resistencia y una llamada a nunca olvidar.

La colección del museo incluye una amplia variedad de fotografías, documentos, objetos personales y testimonios que narran las historias de quienes fueron nos arrebatadxs injustamente. Al recorrer sus salas, te encuentras con rostros y nombres que cobran vida a través de conmovedoras narraciones. Es un viaje emocional que te hace reflexionar sobre la importancia de la memoria y la justicia.

Una de las piezas más impactantes del museo es la Sala de los Desaparecidos, un espacio dedicado a recordar a aquellxs que han sido víctimas de desapariciones forzadas. Las paredes están cubiertas de fotografías y nombres, un poderoso recordatorio de las vidas truncadas y el dolor de sus familias. Sin embargo, también es un espacio de esperanza, donde se celebra la lucha constante por encontrarlos y obtener justicia.

El museo no solo se dedica a exhibir, sino también a educar y movilizar. Ofrece una serie de talleres, conferencias y eventos que invitan a lxs visitantes a involucrarse activamente en la defensa de los Derechos Humanos. Aquí, puedes aprender sobre la historia de los movimientos sociales en México, conocer a activistas y descubrir cómo puedes contribuir a esta noble causa.

El Museo Casa de la Memoria Indómita es un lugar que te inspira a ser más consciente y a valorar la importancia de la lucha por los Derechos Humanos. Si buscas una experiencia significativa y conmovedora en la Ciudad de México, no puedes dejar de visitar este increíble museo.

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Dirección:
 Regina #66, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $30 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Página Web: museocasadelamemoriaindomita.mx
Instagram: instagram.com/museomucmi
Facebook: facebook.com/MuseoCasaDeLaMemoriaIndomita
Twitter: x.com/museomucmi

Museo de la Luz, aprende sobre física jugando con Luz

¿Te gustaría descubrir un lugar en la Ciudad de México donde la ciencia y la magia se encuentran? ¡Entonces no puedes perderte el Museo de la Luz! Este fascinante museo te lleva en un viaje luminoso a través del tiempo y el espacio, revelando los secretos de uno de los fenómenos naturales más asombrosos del universo: la luz.

El Museo de la Luz se encuentra en el histórico Colegio de San Ildefonso, un hermoso edificio que data del siglo XVI y que por sí solo es un tesoro arquitectónico. Desde su apertura en 1996, este museo se ha dedicado a explorar la ciencia de la luz de manera interactiva y divertida, convirtiéndose en un destino favorito para familias, estudiantes y curiosxs de todas las edades.

Inaugurado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Museo de la Luz fue concebido como un espacio para divulgar la ciencia de una manera accesible y entretenida. Su misión es demostrar que la luz no solo es esencial para la vida, sino que también es una herramienta poderosa para la exploración y el conocimiento.

Al recorrer sus salas, te encontrarás con una serie de exhibiciones interactivas que te permiten experimentar con la luz de formas sorprendentes. ¿Alguna vez te has preguntado cómo funcionan los espejos y los lentes? ¿O cómo se forman los arcoíris? Aquí, puedes descubrirlo de primera mano. Las demostraciones prácticas y los experimentos te harán sentir como un(a) verdaderx científicx.

Uno de los favoritos del público es el cuarto oscuro, donde puedes explorar el comportamiento de la luz en ausencia de iluminación externa. Con juegos de sombras, ilusiones ópticas y luces de diferentes colores, este espacio es perfecto para despertar tu curiosidad y asombrarte con los misterios de la óptica.

El museo también dedica una sección a la luz en la naturaleza, mostrando cómo los organismos bioluminiscentes, como las luciérnagas y ciertos tipos de medusas, utilizan la luz para sobrevivir y comunicarse. Además, podrás aprender sobre el impacto de la luz en la salud humana y su papel en la tecnología moderna, desde los láseres hasta las telecomunicaciones.

El Museo de la Luz no solo es educativo, sino también inspirador. Ofrece una variedad de talleres, charlas y actividades para todas las edades, donde puedes profundizar en temas como la astronomía, la fotografía y la física de la luz. ¡Incluso puedes participar en experimentos en vivo y ver cómo la ciencia cobra vida ante tus ojos!

Así que, si buscas una experiencia brillante y divertida en la Ciudad de México, el Museo de la Luz es el lugar perfecto para ti. Date una vuelta y déjate iluminar por el conocimiento y la maravilla de la ciencia.

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Dirección:
 Plaza de la República s/n, subterráneo del Monumento a la Revolución, Colonia Tabacalera, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $40 pesos
Horario: Martes a viernes de 9:00 a 17:00 hrs., sábado y domingo de 9:00 a 19:00 hrs.
Página Web: museodelaluz.unam.mx
Instagram: instagram.com/museodelaluz
Facebook: facebook.com/pages/Museo-de-la-Luz/236433486393009

Museo Nacional de la Revolución, un espacio para revivir la historia de México

¿Quieres vivir la Revolución Mexicana y no tienes una máquina del tiempo? Entonces te recomiendo darte una vuelta por el Museo Nacional de la Revolución. Este emocionante museo te lleva de regreso a uno de los periodos más vibrantes y transformadores de la historia de México: la Revolución Mexicana.

El Museo Nacional de la Revolución se encuentra debajo del majestuoso Monumento a la Revolución, en la Plaza de la República. Ese monumento que, con su impresionante cúpula y su arquitectura monumental, es un símbolo icónico del país. Fue construido originalmente como el Palacio Legislativo, pero tras la Revolución, se convirtió en un homenaje a los héroes revolucionarios y en un recordatorio de la lucha por la justicia y la libertad.

La historia del museo es tan fascinante como la Revolución misma. Inaugurado en 1986, el museo se dedica a preservar y difundir el legado de la Revolución Mexicana, un conflicto que cambió el curso de la historia del país a principios del siglo XX. Aquí puedes conocer las historias de los valientes hombres y mujeres que lucharon por la igualdad, la tierra y los derechos humanos.

Al recorrer sus salas, te encontrarás con una amplia gama de artefactos y objetos históricos, desde fotografías y documentos hasta armas, uniformes y objetos personales de lxs protagonistas de la Revolución. Puedes ver de cerca el sombrero y el rifle de Pancho Villa, los escritos de Emiliano Zapata y hasta el despacho de Francisco I. Madero. ¡Es como estar en medio de una película de aventuras históricas!

Una de las exposiciones más impactantes es la reconstrucción de una trinchera revolucionaria, donde puedes imaginarte cómo era la vida en el frente de batalla. También hay secciones dedicadas a la vida cotidiana durante la Revolución, mostrando cómo afectó a las familias y comunidades de todo México.

Pero el museo no solo se enfoca en el pasado; también ofrece una mirada a las consecuencias y logros de la Revolución en la vida contemporánea de México. A través de exposiciones interactivas y multimedia, puedes aprender cómo este movimiento transformó la política, la economía y la cultura del país, sentando las bases para el México que conocemos hoy.

El Museo Nacional de la Revolución no es solo un lugar para aprender; también es un espacio para experimentar y participar. Ofrece una variedad de talleres, conferencias y actividades educativas para todas las edades. Puedes unirte a visitas guiadas, asistir a presentaciones teatrales sobre la Revolución o participar en talleres de historia interactivos. ¡La diversión y el aprendizaje están garantizados!

Así que, si buscas una aventura educativa y emocionante en la Ciudad de México, el Museo Nacional de la Revolución es el destino perfecto. Además, una vez ahí, puedes aprovechar y subir a los miradores del Monumento a la Revolución y/o explorar su estructura interna y cimentación.

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Dirección:
 Plaza de la República s/n, subterráneo del Monumento a la Revolución, Colonia Tabacalera, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $40 pesos
Horario: Martes a viernes de 9:00 a 17:00 hrs., sábado y domingo de 9:00 a 19:00 hrs.
Página Web: cultura.cdmx.gob.mx/recintos/mnr
Instagram: instagram.com/museorevolucion
Facebook: facebook.com/MNRevolucion

Museo del Bicentenario, un recorrdo por la historia de México en la Torre Latino

¿Te gustaría explorar la historia de México desde las alturas? ¡Entonces no puedes perderte el Museo del Bicentenario en la Torre Latinoamericana! Este museo único no solo te ofrece una visión fascinante de los 200 años de historia mexicana, sino que también puede regalarte una vista panorámica impresionante de la Ciudad de México (el mirador tiene costo extra) desde uno de sus edificios más icónicos.

El Museo del Bicentenario se encuentra en la emblemática Torre Latinoamericana, un rascacielos que ha sido un símbolo de la modernidad y la resiliencia de la ciudad desde su inauguración en 1956. Ubicado en uno de los pisos superiores de la torre, este museo fue inaugurado en 2010 para conmemorar el bicentenario de la Independencia de México, ofreciendo a las y los visitantes una experiencia educativa.

Fue creado con la misión de celebrar y preservar la rica historia de México, desde el inicio de la lucha por la independencia en 1810 hasta los eventos más recientes que han moldeado la nación. A través de sus exposiciones, el museo invita a lxs visitantes a reflexionar sobre el pasado y a apreciar los logros y desafíos que han marcado la historia mexicana.

La colección del Museo del Bicentenario es una verdadera joya. Al recorrer sus salas, te encontrarás con una serie de exhibiciones interactivas que dan vida a la historia. Desde documentos históricos y artefactos significativos hasta recreaciones multimedia de eventos clave, cada exhibición está diseñada para involucrar y educar de una manera entretenida.

Además de su colección, el museo ofrece vistas espectaculares de la Ciudad de México desde sus ventanas panorámicas. Imagina aprender sobre la historia de la independencia mientras disfrutas de una vista de 360 grados de la ciudad. ¡Es una experiencia que combina educación con una dosis de asombro visual!

Así que, si buscas una aventura histórica con una vista impresionante en la Ciudad de México, el Museo del Bicentenario en la Torre Latinoamericana es tu destino ideal. Ven y descubre cómo los eventos de los últimos 200 años han dado forma a México mientras disfrutas de una de las mejores vistas de la ciudad. ¡Te prometemos que saldrás inspiradx y con muchas historias para compartir!

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Dirección:
 Eje Central Lázaro Cárdenas #2, Piso 36, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $20 pesos
Horario: Lunes a domingo de 9:00 a 22:00 hrs.
Página Web: torrelatinoamericana.com.mx/museo-bicentenario

Museo Universitario del Chopo, espacio de arte y movimientos contemporáneos

En noviembre de 1851, Joseph Paxton diseñó una impresionante estructura que mezclaba principalmente hierro y cristal para ser la sede de la Gran Exposición de Londres. Este Crystal Palace (o Palacio de Cristal) no solo llamó la atención de los y las londinenses, sino que terminó sentando las bases para crear un estilo arquitectónico, parte del movimiento Art Noveau, al que llamarían Jugendstil. Poco más de medio siglo después, en 1902, el arquitecto alemán, Bruno Möhring, se basó en el estilo Jugendstil, para edificar el cuarto de máquinas de la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Cabaña de la Buena Esperanza); aunque el edificio terminó siendo la sede de la Exposición de Arte de Industria Textil de Dusseldorf.

Si llegaste a este texto buscando información del Museo Universitario del Chopo, seguramente te estarás preguntando ¿qué ching@#0$ tiene esto que ver con el Chopo? Bueno, pues debes saber, que la Compañía Mexicana de Exposición Permanente, S. A. terminó comprando tres de las cuatro salas del aquel edificio de hierro y decidió traérselas en barco a México. Una vez en el país, las piezas fueron transportadas en tren hasta la estación de tren Buenavista y desde ahí se llevaron a la calle de Chopo para reconstruir el edificio pieza por pieza, convirtiéndose, junto al Kiosko Morisco, en un símbolo de Santa María la Ribera, la primera colonia planificada de la Ciudad de México.

La Cabaña de la Buena Esperanza había sido traída a México para ser una sede industrial; sin embargo, en aquél entonces, la industria no se había desarrollado en México y el inmueble no pudo cumplir su propósito original. Y no fue hasta 1909, que el edificio del Chopo fue rescatado gracias al arrendamiento de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, quien decidió usarlo para los festejos del Centenario de la Independencia, primero como sede de la exposición de Arte Industrial del Japón y después como Museo de Historia Natural. Fue así que, el 2 de septiembre de 1910, el entonces presidente, Porfirio Díaz, inauguró lo que sería conocido como el Pabellón Japones. La idea del gobierno era inaugurar después el Museo de Historia Natural en ese recinto, pero gracias a la Revolución Mexicana, esto no pudo ser posible hasta diciembre de 1913.

Pasaron los años y el edificio se fue deteriorando poco a poco. Esto obligó a la UNAM, quien había recibido el inmueble tras decretarse su autonomía, a cerrar el museo en 1964, esparciendo su colección entre el recién inaugurado Museo de Historia Natural, el Museo de Geología y los institutos de la universidad. Y, mientras se estudiaba que hacer con el edificio (incluso se pensó en desarmar y vender como chatarra), Juan López Moctezuma decidió filmar, en 1971, La Mansión de la Locura, película basada en un cuento de Edgar Allan Poe y con vestuarios de Leonora Carrington, en las ruinas del Chopo.

Por suerte, terminaron decidiéndose por rescatar el inmueble y, en 1975, el lugar volvió a abrir sus puertas como el Museo Universitario del Chopo, un espacio dedicado a la difusión cultural, y al arte joven y experimental. Desde aquél entonces, el Museo del Chopo se ha dedicado a explorar las diferentes propuestas de arte contemporáneo, y en especial de artistas jóvenes mexicanxs; y, por lo mismo, desde su fundación también buscó impulsando los movimientos juveniles y musicales, apoyando la creación del Tianguis de Música, que se convertiría en el Tianguis Cultural del Chopo, y promoviendo batallas de bandas, desde las que salieron grupos como Rebel’d Punk. Y, por si fuera poco, desde 1987, el museo también alberga la Semana Cultural Lésbica-Gay, con la que busca impulsar el movimiento LGBTTTIQ+ a través de exposiciones, talleres, presentaciones de libros, funciones de cine y teatro, entre otras expresiones artísticas.

Recorrer las salas y pasillos del Museo Universitario del Chopo es una oportunidad para conocer la propuesta artística de un sinfín de artistas mexicanxs y extranjerxs jóvenes, mientras admiras los espectaculares detalles arquitectónicos del Jugenstil alemán mezclados con la innovación que imprimió Felipe Leal en su renovación. También es una oportunidad para adentrarte en los movimientos sub o contraculturales de México, a través de su acervo histórico, o de perderte una tarde disfrutando de las funciones de cine y teatro o talleres que continúan realizando constantemente.

Sin duda, el Museo Universitario del Chopo es un lugar que todos y todas las Godínez chilangas deben de visitar para conocer un poco más de la historia de nuestra ciudad a través del arte y la arquitectura. Además, una vez ahí, puedes darte una vuelta por el espectacular Kiosko Morisco o disfrutar de las diferentes propuestas gastronómicas que ofrece Santa María la Ribera.

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Dirección:
 Dr. Enrique González Martínez #10-P. B, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $40 pesos
Horario: Miércoles a domingo de 11:30 a 18:00 hrs.
Página Web: chopo.unam.mx
Instagram: instagram.com/museodelchopo
Facebook: facebook.com/MuseodelChopo
Twitter: x.com/museodelchopo
YouTube: youtube.com/MuseodelChopo

Museo Panteón de San Fernando, un rincón para vivir la historia a través de lo fúnebre

En el México Virreinal no existían los cementerios o panteones. En aquel entonces, se solía enterrar los restos de las personas dentro de los templos e iglesias. Es por eso, que si vas, por ejemplo, a la Catedral Metropolitana, podrás encontrarte con algunas baldosas en las que se encuentra grabado el nombre de alguna persona que descansa ahí. El problema era que, en la mayoría de los casos, los cuerpos se solían guardar de forma muy improvisada bajo el piso, o detrás de las paredes de los templos, lo que permitía que se generaran olores muy desagradables y, de vez en cuando, se asomara algún resto durante las misas. ¡Debió ser aterrador!

Es por eso que, a finales del siglo XVIII, tras una epidemia de viruela que azotó a la Ciudad de México, don Alonso Núñez de Haro y Peralta, arzobispo de México, decretó la necesidad de construir enterrar los restos en cementerios que se encontraran alejados de la urbanización. Fue así que, se inauguró el Panteón de Santa Paula en 1786, en los terrenos aledaños a lo que hoy es Garibaldi. Unos años después, para 1832 se inició la construcción del Panteón de San Fernando, que buscaba ser el cementerio privado más lujoso de la Ciudad. Sin embargo, para 1933, Santa Ana decretó, gracias a una epidemia de cólera que azotó a la ciudad, que todos los panteones privados deberían volverse públicos.

A pesar de haber pasado a ser un panteón público, (pero administrado por el clero) la gente con más dinero de la época buscó asegurar su lugar en el Panteón San Fernando, porque lo consideraban un recinto limpio y bien ordenado, lo que permitió que el recinto mantuviera su estatus privilegiado. Y no fue hasta 1869, tras la guerra de Reforma, que Benito Juárez expidió la ley de secularización de los cementerios, pasando a ser propiedad del gobierno. Y, tomando en cuenta que, para ese entonces ya descansaban un gran número de personajes ilustres en el Panteón de San Fernando, el mismo gobierno decidió convertirlo en Panteón de Hombres Ilustres.

A partir de ese momento, todas las personas influyentes e importantes en la historia del México de la época fueron enterradas en este recinto. Sin embargo, poco después de esto, el mismo presidente Juárez decretó que todos los cementerios que se encontraran en los límites de la Ciudad debían cerrar, y este, al estar en las afueras, tuvo que cerrar sus puertas. Sin embargo, el Panteón volvería a recibir a un último entierro en 1872, tras el fallecimiento del mismísimo Juárez, quien sería enterrado junto a su esposa, Margarita Maza.

Años después, para 1935, el Instituto Nacional de Antropología e Historia declaró monumento histórico al Panteón de San Fernando, protegiéndolo de cualquier alteración y buscando preservarlo en el tiempo. Y, para 2006 el gobierno del difunto Distrito Federal lo convirtió en Museo de Sitio, para que todos y todas las mexicanas y turistas, puedan apreciar, los detalles arquitectónicos y artísticos de las tumbas, así como el lugar donde descansan algunos de los personajes más importantes en la historia de México, como Margarita Maza, Benito Juárez, Miguel Miramón, Vicente Guerrero, Ignacio Comonfort, Henriette Sontag y Juan de la Granja (introdujo el telégrafo en MX), entre otras. Además, al recorrer los pasillos del Museo Panteón de San Fernando, podrás encontrarte con un nicho mortuorio en honor a Isadora Duncan, bailarina estadounidense que murió ahorcada con su propia chalina. Nicho que, por cierto, ha sido un misterio, pues nadie sabe quién lo mandó colocar; sin embargo, una de las teorías más difundidas dice que el presidente Elías Calles la mandó colocar porque era un eterno enamorado de la coreógrafa.

El Museo Panteón de San Fernando es un espacio único en la Ciudad de México, y probablemente del país. No solo es uno de los panteones más antiguos del país, sino que es un espectacular ejemplo del arte mortuorio del siglo XIX. Además, este espacio te permitirá viajar al México del pasado, permitiéndote conocer a algunos de los personajes que forjaron nuestra patria, desde una perspectiva mucho más humana. Por todo esto y más, vale mucho la pena darse una vuelta por el Museo Panteón de San Fernando y pasar una tarde llena de arte e historia.

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Dirección:
 Callejón San Fernando #17, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $60 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: cultura.cdmx.gob.mx/recintos/mpsf
Instagram: instagram.com/panteonsanfer
Facebook: facebook.com/PanteonSanFer
Twitter: x.com/panteonsanfer

Museo de Arte Carrillo Gil, un guardián de Arte Moderno Mexicano

¿Sabías que la Pediatría y el Arte Moderno Mexicano están profundamente relacionadas? Bueno, quizá no la Pediatría como ciencia, pero el Arte Moderno Mexicano tuvo su auge a nivel mundial gracias al apoyo de un pediatra cuyo nombre hubiera quedado en el olvido, si no fuera porque le regaló uno de los museos más importantes al Pueblo de México, museo que, por cierto, lleva el nombre de este pediatra: Álvar Carrillo Gil.

¡Vamos con el chisme! Álvar Carrillo Gil nació en Opichen, Yucatán, por ahí de 1898. Estudió medicina en la Universidad de Yucatán y se especializó en pediatría en La Sorbona. Desde sus inicios ganó mucha popularidad en como pediatra en su tierra natal, pero decidió probar suerte en la Ciudad de México, donde se convirtió en uno de los médicos más respetados del país. Durante toda su vida, Carrillo Gil mostró un fuerte interés por el arte, e incluso realizó algunos cuadros por su cuente; esto lo llevó a acercarse al círculo de artistas mexicanos de la época, entablando una gran amistad con José Clemente Orozco, después de que le compró el dibujo de “La Chole”.

Gracias a esta amistad, Carrillo Gil terminó conociendo a prácticamente todos los (y las) artistas mexicanos, a quienes compró un sinfín de obras, convirtiéndose en uno de los más grandes coleccionistas de Arte Moderno Mexicano en el mundo. De hecho, su colección fue tan grande, que todas las exposiciones que presentó el Instituto Nacional de Bellas Artes, a mediados del siglo pasado, tenían como base la colección de Carrillo Gil. De hecho, la colección de Carrillo Gil viajó por todo el mundo, presentándose en bienales y exposiciones de ciudades como París, Estocolmo, Londres, Lima, Tokio, Osaka, Bruselas, Nueva York, Montreal, Varsovia, Moscú y San Antonio.

El punto es que, para 1969, Álvar decidió crear un museo accesible, en el que todas y todos los mexicanos pudieran conocer su colección de arte. Fue por eso, que invitó a Augusto H. Álvarez para que diseñara el proyecto arquitectónico, y a Fernando Gamboa para que desarrollara todo el proyecto museístico. Unos años después, en agosto de 1974, Carrillo Gil y su esposa, Carmen Tejero, inauguraron el Museo de Arte Carrillo Gil, al sur de la Ciudad de México.

Hoy en día, el Museo de Arte Carrillo Gil se dedica a dar a conocer la impresionante colección del Doctor, como llamaban amistosamente al fundador del museo, a través de diferentes exposiciones en las que, a raíz de un juego de curadurías, presentan diferentes formas de entender la colección, presumiendo principalmente obras de Orozco, Digo Rivera y Siqueiros. Además, constantemente presentan diferentes exposiciones en las que presentan el trabajo de diferentes artistas mexicanxs contemporánexs.

En lo personal, a demás de la arquitectura del lugar, que permite recorrer el museo de una forma sencilla, y de la impresionan colección con la que cuentan, lo mejor de este museo es la manera en la que suelen presentar las obras, pues siempre buscan darle un toque innovador a las exposiciones a través de la curaduría de las mismas; permitiéndote adentrarte en diferentes aspectos de las obras que se presentan, aunque ya las hayas visto en múltiples ocasiones.

Así que, si te gusta el arte y quieres vivir una experiencia artística diferente, disfrutando del trabajo de algunxs de lxs más grandes artistas del México del siglo XX, tienes que darte una vuelta por el Museo de Arte Carrillo Gil, MACG para lxs cuates, y dejarte envolver por las exposiciones que presentan en este espectacular museo.

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Dirección:
 Av. Revolución #1608, San Ángel, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $65 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs. (Último acceso a las 17:30)
Página Web: museodeartecarrillogil.com
Instagram: instagram.com/museocarrillogil
Facebook: facebook.com/museocarrillogil
Twitter: x.com/Carrillo_Gil

Museo de Arte Popular, un recorrido por México a través de sus artesanías

El 28 de noviembre de 1928, el presidente Elías Calles puso la última piedra de un impresionante edificio Art Decó que se construyó en la esquina de Independencia y Revillagigedo, durante una ceremonia en la que se inauguraría una de las estaciones de bomberos más importante de América. Uno de los detalles más llamativos del inmueble, a cargo de los arquitectos Vicente Mendiola y Guillermo Zárraga, fueron sus tres arcos de tres metros de alto y cinco de largo, que servían de entrada/salida para los camiones de bomberos; así como una enorme torre, desde donde se vigilaba la calle para cuando salieran los camiones camino a algún incidente. Y, durante 29 años, este edificio fue la sede de la Estación de Bomberos de la Ciudad de México, hasta que, en 1957 se inauguró la nueva estación en Calzada de la Viga y Fray Servando Teresa.

Sin embargo, ese mismo año, la Tesorería decidió modificar ligeramente el inmueble para ocuparlo como su sede central. Casi 30 años después, en 1980, el mismo edificio paso a ser ocupado por la Secretaría de Marina; sin embargo, en septiembre de 1985, tras el terremoto que azotó a la Ciudad antes llamada Distrito Federal, el edificio fue desalojado, a pesar de que no contaba con daño estructural. De hecho, la razón por la que se movió la sede de la Marina fue por el estado en el que se encontraba el Centro Histórico, lo que les llevó a recolocar sus oficinas “temporalmente” (aunque se volvió permanente) en zonas más alejadas de la Ciudad. Fue así que, durante unos quince años, la Antigua Estación de Bomberos quedó prácticamente abandonada, hasta que, en 2001, el Gobierno Federal y Local decidieron rescatar el inmueble, gracias a su importancia histórica, y convertirlo en la sede del Museo de Arte Popular (MAP).

Fue así que, cinco años después, en marzo del 2006, la Antigua Estación de Bomberos reabrió sus puertas, pero esta vez como la sede del centésimo vigésimo octavo (128) museo de la Ciudad de México. Hoy en día, las y los mexicanos, así como todxs lxs turistas, pueden recorrer los cuartos y pasillos donde vivían los bomberos mexicanos, al mismo tiempo que recorren el país, su historia y cultura, a través de una impresionante colección de piezas de Arte Popular provenientes de toda la República Mexicana, y elaborada por un sinfín de artesanas y artesanos tradicionales; y, por si fuera poco, pueden conocer el Vochol, un Vocho (Volkswagen) que fue intervenido por artesanxs huicholes con más de dos millones de cuentas.

El MAP alberga una impresionante colección de más de 3,000 piezas que representan las diversas formas del arte popular mexicano. Estas piezas provienen de todas las regiones del país y abarcan una amplia variedad de materiales y técnicas, como textiles, cerámica, papel, madera, metal, vidrio y fibras vegetales. La colección del museo está organizada en cinco ejes temáticos:

  • Esencia del Arte Popular Mexicano: Explora las influencias prehispánicas, coloniales y mestizas que han dado forma al arte popular mexicano.
  • El Arte Popular y la vida cotidiana: Muestra objetos que forman parte de la vida diaria en las comunidades mexicanas, desde utensilios de cocina hasta juguetes tradicionales.
  • El Arte Popular y lo sagrado: Incluye piezas relacionadas con las festividades religiosas y las creencias populares, como altares, figuras de santos y objetos rituales.
  • El Arte Popular y lo fantástico: Destaca la creatividad y el ingenio de los artesanos en la creación de figuras fantásticas y coloridas, como alebrijes y calaveras.

Por si fuera poco, el Museo de Arte Popular también cuenta con otras salas de exposición en las que, constantemente están presentando todo tipo de exposiciones temporales, en las que buscan dar a conocer las expresiones artísticas de diferentes estados, artesanxs y temáticas de todo tipo. Y, por si fuera también organizan un gran número de concursos de artesanías, donde artesanxs de todo el país pueden presentar sus piezas como piñatas, papalotes y, el concurso más popular, el de alebrijes; mismos que, por cierto, desfilan todos los años por la Ciudad.

El Museo de Arte Popular es un lugar en el que podrás descubrir la cultura de México a través de un sinfín de expresiones artísticas llenas de color y tradición; un rincón que te permitirá recorrer los rincones del país a través del arte. Y, por si fuera poco, el mismo recinto es una oportunidad para viajar en el tiempo al México posrevolucionario, y conocer lo que alguna vez fue la Estación de Bomberos más grande de América.

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Dirección:
 Revillagigedo #11, Centro Histórico, Ciudad de México, CDMX
Costo por persona: $60 pesos
Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Página Web: map.cdmx.gob.mx
Instagram: instagram.com/map_mexico
Facebook: facebook.com/MuseoArtePopular
Twitter: x.com/map_mexico
YouTube: youtube.com/user/museodeartepopular